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Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 486

Yoruichi estaba en el campo de practica bajo el gimnasio en la residencia del raikage. Ella miró hacia adelante y vio a Kain de pie, en una postura de combate, con los brazos semi extendidos, dando saltitos en su posición, la mirada atenta y una sonrisa astuta en los labios. Yoruichi no se atrevió a tomarlo a la ligera. Algo había cambiado en él desde la última vez que se enfrentaron. En esa ocasión ella lo atacó con la intención de matarlo, pero él nunca se vio perturbado. Sin embargo, en ese momento él no emitía esta aura llena de energía.

Yoruichi se concentró y comenzó a emitir reiatsu por todo su cuerpo en forma de electricidad. Ella estaba lejos de ser lo que alguna vez fue, pero estaba segura de poder luchar con las personas más poderosas que conocía. Sin embargo, Kain le producía esa incomodidad de no saber que era lo que haría a continuación.

Kain se concentró, dio un rápido salto y desapareció.

Yoruichi vio a Kain aparecer delante de ella a una velocidad vertiginosa, ni comparada con la que ocupo la primera vez que lucharon. Era como su shunko, pero él no emitía ningún tipo de energía que revelara el dominio de su técnica.

Kain lanzó un puñetazo a la cara, pero se detuvo a un centímetro.

Yoruichi podía ver claramente los nudillos frente a sus ojos.

—¿Por qué no reaccionas?— preguntó Kain, pero Yoruichi se quedó congelada.

Yoruichi parpadeo un par de veces, espero unos segundos que le parecieron eternos y por fin pudo reaccionar —me dijiste que no habías dominado el reiatsu— dijo

—Y así es— respondió Kain, retrayendo su puño. Él se paró con los pies separados a la altura de los hombros y las manos a los lados —no lo he dominado, pero sé lo suficiente como para fortalecer mi cuerpo—

—Pero esa velocidad—

—Todavía no es perfecto— respondió Kain.

Yoruichi lo miró a los ojos llena de incredulidad.

Kain sonrió divertido al ver su expresión. Él se acercó, tomo la mano de Yoruichi y la acercó a su cuerpo. Yoruichi se asustó y apartó su mano. Ella miró a Kain, parecía que él tenía fiebre. Su cuerpo estaba ardiendo como si recién hubiera salido de las aguas termales.

—Tu manifestación de shunko solo es la expresión de tu cuerpo incapaz de regular toda esa energía. Lo cual es inteligente, pero nada eficiente. Para darte una cifra, pierdes el 40% de tu energía. Eso te quita tiempo de ejecución y potencia en el ataque y la velocidad— añadió Kain —ahora ¿Continuamos?—

Yoruichi parpadeo un par de veces, ella solo había ocupado su técnica una vez delante de Kain, pero él lo había entendido a la perfección. Entonces Yoruichi fue consciente de los pequeños diamantes levitando cerca del techo. Uno con un ojo rojo y el otro con un ojo azul. La vez anterior Kain también los había ocupado, pero su uso era desconocido para ella.

Yoruichi volvió a mirar a Kain, él sonreía divertido, era molesto. Parece que todos los hombres inteligentes tenían un talento especial para fastidiar a los demás —veamos qué te parece esto— dijo con una sonrisa vengativa en los labios. Ella se iba a concentrar para realizar su forma más fuerte de shunko, pero de repente, Kain se movió a una velocidad vertiginosa y la sujeto de la muñeca derecha. Yoruichi observo a Kain asombrada de su velocidad, eso había sido más rápido que antes.

Kain la miró con seriedad a los ojos y le dijo —no lo hagas. Pude reparar tu cuerpo, pero no es algo que recomiendo—

Yoruichi se asombró de que él supiera lo que ella iba a hacer. Sin embargo, Yoruichi cayó en cuenta de su propio error. La vez anterior, su cuerpo se desmorono como si estuviera hecho de arena. Si no hubiera sido por Kain, ella hubiera muerto.

—Continuemos con el entrenamiento normal— dijo Kain —regula tu energía y adáptala a tu cuerpo. Conoce tus nuevos límites y desde ahí comencemos el progreso—

Yoruichi quedó mirando a Kain a los ojos y asintió.

Kain sonrió, soltó la muñeca de Yoruichi y retrocedió cinco pasos sin nunca apartar la mirada.

Yoruichi estaba atenta a sus ojos, era una mirada afilada y desconfiada, como si él creyera que ella activaría su shunko al extremo solo para demostrar algo. No estaba muy equivocado. Yoruichi sonrió y se concentró en emitir la forma básica de su shunko. Ella ataco a Kain, pero él era más rápido que ella al punto de que ni siquiera tenía que utilizar sus manos para protegerse. Yoruichi se sentía lenta, podía ver como él se movía de lado a lado evitando sus ataques. Él no era tan rápido, pero cuando pensó en eso, Kain le dio un puñetazo en el estómago que la dejo sin aire.

Yoruichi retrocedió dos pasos, se cubrió el estómago con las manos. Sentía que le faltaba el aire. Kain se le acercó, le dio un par de palmaditas en la espalda y ella reacciono respirando con dificultad.

Yoruichi miró a Kain a los ojos, él estaba tranquilo. Él la golpeo en el estómago, pero ella solo sintió el impacto. Sin embargo, cuando pensó que eso era todo, ella comenzó a sangrar por la nariz y escupió una bocanada de sangre. Ella cayó al suelo y miró su propia sangre sobre el suelo.

—Llegaste a tu limite, descansa, te daré una medicina y retomaremos el entrenamiento— dijo Kain con tranquilidad. Él camino hasta posicionarse a un metro por delante de Yoruichi.

Yoruichi miró hacia adelante y vio a Kain sentarse en posición de loto con una mirada imperturbable, como si lo que le paso a ella estuviera dentro de sus cálculos ¿Cuál era el alcance de su visión? ¿Qué podía ver que ella no? ¿Cuáles eran los límites del hombre más inteligente del mundo?

Por supuesto, para Yoruichi era como magia negra, pero lo que veía Kain era la fluctuación del aura. Además del registro del flujo de la energía en el cuerpo de Yoruichi a través de su dispositivo susano. Si él no le hubiera dado ese golpe en el estómago, ella hubiera continuado atacando y explotado en sangre por cada orificio de su cuerpo. La presión del shunko sobre el cuerpo humano (sin chakra) era enorme. De por sí, era un milagro que ella aguantara ese poder con ese cuerpo.

Yoruichi era una alma enviada por los exteriores, así que no nació solo con su conocimiento y la fuerza de su alma. Ella tenía un factor regenerativo que se podía comparar al de Hashirama Senju. Sin embargo, los exteriores son existencias eternas, así que no entienden las limitaciones de un cuerpo físico. Solo seres como Xiao que han tenido comunión con los seres humanos pueden entender los límites del cuerpo. Sin embargo, por mucho factor regenerativo que tenga, sin la constitución adecuada como un cuerpo con chakra, ella nunca sería capaz de ocupar su poder al 100%. Kain le podría dar esa oportunidad, pero ella tenía que ser digna de tal regalo.

Yoruichi miraba a Kain con la sangre corriendo por su nariz y boca. Ella se recostó a un lado de la sangre que había escupido. Como detuvo la manifestación de su shunko, su cuerpo dejo de doler, pero se sentía débil. Ahora que había abandonado su misión inicial, ella se preguntó ¿En qué momento ella creyó que podía vencer a este monstruo?

Kain sacó un frasco de píldoras de la manga de su kimono, giro la tapa, la abrió y sacó una pastilla verde. Él extendió su mano y la puso sobre la boca de Yoruichi. Ella abrió la boca obedientemente y él soltó la píldora. Yoruichi recibió la píldora en su boca y la relamió, pero no tenía sabor. Ella trago la píldora y se quedó tendida en el suelo.

El proceso de recuperación no fue instantáneo, pero lo suficientemente rápido para que Yoruichi se sorprendiera. En un minuto ella estaba como nueva. Ella miró hacia atrás y se fijó en Kain. Él estaba sentado en posición de loto observándola, pero Yoruichi noto algo. Los ojos de Kain se movían levemente observando algo, pero además de ellos, no había nada en este campo de entrenamiento.

—Perfecto— dijo Kain —continuemos—

—Dame un respiro— protesto Yoruichi

Kain miró a Yoruichi a los ojos y sonrió como si él supiera mejor que ella que su cuerpo se había recuperado.

Yoruichi entrecerró los ojos, era espeluznante, pero no lo dijo y en su lugar, rodo hacia un lado y apoyo sus manos sobre el suelo. Ella se puso en pie y quedó mirando a Kain Uchiha. Ella se fijó en el cabello blanco, los ojos azules, la nariz y sobre todo la boca. Le encantaba su boca, era muy sensual —maldición— mascullo. Si Kain era un monstruo, era el monstruo más hermoso que hubiera visto.

—¿Qué pasa?— pregunto Kain con una sonrisa astuta —¿No te gusta perder?—

—Cállate, idiota, te daré tu merecido— respondió Yoruichi enojada, no con Kain, sino con ella misma. Le molestaba el hecho de dejarse llevar por la lujuria, pero no podía evitar querer estar a su lado.

—Eso sería interesante de ver— respondió Kain con una amplia sonrisa —adelante, te estoy esperando—

Yoruichi se peinó el cabello purpura hacia atrás en un gesto frustración y le preguntó —¿Cómo lo hago?—

—¿Qué cosa?— preguntó Kain confundido

—Ya sabes, ser eficiente en el uso del reiatsu—

—Oooh, eso, es fácil, solo tienes que utilizar la mitad de la energía que usualmente usas y contenerla dentro de ti. Es como un juego. Si manifiestas los rayos fuera de tu cuerpo, perdiste—

—¿Solo eso?—

—Para empezar— respondió Kain —no sacó nada de explicar cosas complicadas a alguien como tú que es del tipo instintivo. En lugar de eso, ocupemos tus sentimientos. Tienes que aprenderlo con la práctica y después acostumbrarte a él—

—No soy idiota— protesto Yoruichi

—No he dicho que seas idiota, solo te enseño en base a tus fortalezas— respondió Kain —tienes que entender que no todos entendemos las cosas de la misma forma. Incluso el lenguaje, la forma por excelencia de comunicarse, es una aproximación a lo que queremos decir. Es la ambigüedad de lo que cada uno entiende. En ese caso, tú entiendes mejor el lenguaje de los sentimientos. Ahora ¿Continuamos?—

Yoruichi asintió emocionada, hizo lo que Kain le dijo y se sintió menos eufórica que de costumbre al utilizar su poder.

—Perdiste— dijo Kain señalando con su dedo índice a la espalda de Yoruichi. Los rayos que ella emitía eran más débiles, pero los seguía manifestando fuera de su cuerpo.

Yoruichi soltó un suspiro, dejo de manifestar su shunko y lo volvió a intentar. Ella estuvo varias horas intentándolo, ni siquiera se movió de la posición, pero no lo pudo lograr. Era más complicado de lo que Kain decía.

Kain dijo —son las cuatro de la mañana, hora de volver—

—¡Espera!— dijo Yoruichi —estoy a punto de lograrlo—

—Está bien, eso es genial, pero dejémoslo para otro día— añadió Kain —recuerda que en un par de días vas a viajar a Kumogakure. En ese momento podremos estar juntos todo el tiempo que quieras—

Yoruichi quedó mirando a Kain. Ella se peinó el cabello hacia atrás y asintió. Como ella pronto se iba a volver daimio, su padre le había permitido inspeccionar Kumogakure. En ese momento ella podría entrenar todo lo que quisiera y sobre todo…

Yoruichi camino hacia Kain, se detuvo delante de él, ella estiro sus manos y se sujetó del kimono. Él era demasiado alto para ella, así que él tuvo que inclinar su rostro para mirarla a los ojos. Ella lo miró a los ojos y le preguntó —¿Te quedaras esta noche?—

Kain miró hacia otro lado y entrecerró los ojos como si estuviera cuantificando su tiempo. Después él miró a Yoruichi a los ojos y sonrió —solo hasta las seis— dijo

Yoruichi sonrió de forma amplia y maravillosa. Ella se paró de puntillas y Kain se agacho para que sus labios coincidieran. Yoruichi lo beso, no tenía suficiente de este sentimiento. Era una sensación tan fuerte en su pecho que sentía que podía lograr lo que quisiera en este momento.

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