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Capítulo 21

GABRIELA

Durante el camino a la fiesta mientras Marcos y Carlota iban hablando de no sé el que, yo iba pensando en que era lo que coño había dicho de Alex. En ese momento en que se los dije estaba segura, pero ahora ya no lo estaba. No sé qué sentía por ese chico, solo sé lo que sentía en cuando estábamos juntos. Ahora siempre que estaba junto a él, sentía muchas cosas, no sé describirlo, me agradaba básicamente. En sus ojos se veía algo distinto, pero a la vez igual a cuando estábamos juntos. No sé en qué momento llegamos a la fiesta ni en qué momento se había parado el coche, solo sé que de repente noto como alguien me toca el hombro para decirme que ya llegamos.

"¿Gabriela estás bien?" preguntó Marcos con preocupación evidente en su rostro "Si, estoy bien." aseguré "Pues no sé qué decirte amiga porque no te enteras de nada de lo que te preguntamos." apoyó Carlota "De verdad que estoy bien Carlota, no es nada."

"Si en algún momento te quieres ir a casa, me lo dices y vamos." afirmó Marcos a lo que sonreí, porque siempre hacía lo mismo "No va a hacer falta Marcos, tenemos que pasarlo bien." declaré, porque era cierto "Así se habla."

Nos echamos a reír y empezamos a caminar hacia la puerta. Ya estaba abierta por lo que solo tuvimos que entrar y para mi asombra ya había bastante gente. "Bueno chicos, ¿qué queréis beber?" preguntó Carlota "Un refresco." pedí "A mi otro." respondió Marcos "Vale, esperadme aquí."

Carlota se fue a no sé dónde y Marcos hace que me gire para que lo vea. "¿Segura que estás bien?" preguntó Marcos para asegurarse supongo "Si, de verdad, no te preocupes." le aseguré con una sonrisa en mi rostro "Me voy a preocupar siempre, eres como mi hermana Gabriela."

"Lo sé igual tú para mí." afirmé y una sonrisa apareció en su rostro "¿Entonces me dirás en lo que estabas pensando?" preguntó y negué, porque al parecer no iba a dejar el tema "En nada importante."

"Para que no te enterases de que te hablábamos sí de que tenía que ser importante. ¿Era en Alex verdad?" preguntó, pero básicamente solo afirmó "Quiero despejar mi cabeza Marcos, lo necesito de verdad." le pedí y asintió "Vale, te dejo de hablar de él, pero déjame decirte que estás hermosa Gabriela."

"Gracias, tú estás guapo. ¿Cuándo fue la última vez que nos arreglamos tanto?" pregunté y este se rió "Hace tiempo ya." En ese momento llega Carlota a junto a nosotros y nos da los refrescos. "¿De qué nos estamos riendo?" preguntó con una sonrisa en el rostro "No es nada importante, solo nos preguntábamos cuando fue la última vez que nos arreglamos tanto."

"Pues deberías hacerlo más a menudo porque estás hermosa Gabriela y tu Marcos estás guapo." dijo y tanto a Marcos como a mí nos aumentaron de tamaño nuestros ojos "Gabriela ¿Tu escuchaste lo que me acaba de decir? Cuando se lo recuerde me dirá que no lo ha dicho, te tengo como testigo."

"Yo no hago eso." protestó Carlota "Si que lo haces, se lo dijiste una vez hace un par de años y aún se lo niegas." respondí sinceramente "Porque yo no recuerdo habérselo dicho." Nos volvimos a echar a reír cuando se acerca a nosotros un chico. Era alto, bien peinado y con un traje de cuadrados, que no son de mi agrado, pero no me iba a meter en eso. Lo primero que hace es darle un abrazo a Carlota y luego noto como fija su mirada en mí, lo que hace que me ponga nerviosa.

"Hola Carlota, pensé que hoy no vendrías." dijo el chico dándole un beso en la mejilla "Te dije que iba a venir, de paso convencí a ellos de que viniesen, los querías conocer." afirmó y el chico pasó a mirar en mi dirección "Supongo que son Gabriela y Marcos. Un gusto conoceros."

Le estrecho la mano a Marcos y a mí me cogió la mano y la besó. No me gustaba que hiciese eso la verdad, me sentía como si estuviese traicionando algo, cuando en realidad no tenía sentido porque ni pareja tengo.

"Si te digo la verdad, creo te quedaste corta al decir que ti amiga era hermosa, es mucho más que eso, es una diosa." dijo y me contuve de rodar los ojos, porque era exagerado "No es para tanto, soy normal en ese sentido."

"Eres de todo menos normal mi bello ángel." Justo en ese momento noté como alguien me miraba desde algún sitio, por lo que empecé a mirar para todos lados y vi a alguien apoyado en una puerta.

No me hizo falta fijarme demasiado para darme cuenta de quien era. Alto, un traje ceñido a él marcando todos sus músculos, la forma en la que tenía el pelo y en de la manera en la que estaba apoyado. Todos esos indicios me decían que era la única persona que me hacía acelerar el corazón como lo hacía, Alex.

En ese momento sentí como que me faltaba un poco el aire y me empezaban a sudar las manos, quería saber qué coño hacía aquí porque se me hacía raro que esto fuese una coincidencia. Tenía que salir a tomar el aire un rato, tenía que despejar mi cabeza que estaba a punto de estallar.

"Vengo ahora, tengo que salir un rato." dije a los chicos, pero sin centrar mi mirada en ellos. Marcos y Carlota se giraron hacia mí para mirarme y luego se pasaron a mirarse ellos. "¿Te encuentras bien?" preguntó Carlota y asentí "Si, solo que aquí tengo calor, solo quiero tomar el aire."

"¿Quieres que te acompañe?" preguntó Marcos y negué "No, no es necesario, de verdad que estoy bien." aseguré una vez más "Como quieras." respondió poco convencido "Puedes ir al jardín, se llega por esa puerta si quieres."

"Gracias Diego." le agradecí y con eso me fui hacia la puerta que me había indicado Diego. Noté como en cuanto empecé a andar hacia la puerta, Alex hace lo mismo y en mí misma dirección. No tarde nada en salir por la puerta y cuando veo el jardín quedo impresionada. Este era bastante amplio con el césped corto, debió ser cortado esta mañana porque aún estaba el olor en el aire.

Me fui hacia los árboles y donde no se podía ver muy bien porque tengo claro que en algún momento vendrían a ver cómo estaba y en caso de que viniese Carlota y me viera con Alex íbamos a tener un problema porque no le caía muy bien que digamos y le tenía unas ganas que lo matase o algo porque tengo claro que no le dejaría hacer nada, por mucho que me impresionase ese sentimiento hacia él.

Cuando ya estuvimos lo suficientemente lejos de la entrada y a donde no llegaba mucha luz, me alcanzó y me cogió del brazo haciendo que lo vea. "¿Se puede saber qué haces aquí?" pregunté irritada "Hola princesa, yo también estoy encantado de verte aquí. Por lo menos podrías saludar."

Esa sonrisa que tenía hacía que alzaran el vuelo miles de mariposas en mi estómago y la verdad no tenía ni idea de lo que quería decir eso que sentía siempre que lo veía sonreír. "Hola, ¿ahora podrías contestar mi pregunta por favor?" inquirí de nuevo "Estoy aquí porque me ha invitado Diego, es un amigo mío del otro colegio."

"Ah." contesté simplemente "Ahora solo dices eso, ¿te preocupaba que te estuviera siguiendo?" preguntó con una sonrisa en el rostro "Es lo que haces la gran mayoría de las veces." dije y esta vez, Alex se puso serio "Pero no me puedo acercar a tu casa por lo que pasó"

"Lo sé." confirmé, porque era algo que sabía "Ahora contéstame una pregunta." pidió y me encogí de hombros "Depende de lo que preguntes." respondí "¿Por qué estabas tan enfadada conmigo a la mañana?" preguntó y tomé una bocanada de aire antes de responder,

"Porque escuché algo que dijeron de ti, me molestó y me lo creí. No debí de haberlo hecho, pero en ese momento me molestó mucho." dije lo más sincera que podía "¿Y puedo saber lo que dijeron o me tengo que quedar con la duda?" preguntó.

¿Qué le iba a decir? ¿Que sentía celos por lo que dijeron aquellas chicas? No, no se lo iba a decir, me daba demasiada vergüenza como para decírselo, además que estoy segura de que en caso de que se lo dijese, seguro que no iba a dejar de insistir en que me amaba y todo lo que me llevaba diciendo todo el semestre.

"No me lo vas a decir." prácticamente afirmó "Tienes razón, no lo voy a hacer." confirmé "Me encanta cuando te sonrojas Gabriela, por cierto, te ves como una diosa." dijo con una gran sonrisa en su rostro a lo que negué, porque la gente tiende a exagerar "Eres el mismo exagerado que eras hace tiempo. No cambiaste nada."

"Si cambié, me di cuenta de que cada palabra que dices, cada segundo que paso contigo te amo más." aseguró y de no ser porque estaba todo escuro, casi podía asegurar que me vería sonrojarme "Yo no lo veo así." dije simplemente "Aún no me crees que te amo ¿a qué no?"

"Te creo hasta cierto punto." declaré "¿Entonces me crees cuando te digo que te amo?" preguntó sorprendido "Si, te creo, tus ojos nunca me engañaron." confirmé, porque era cierto y al menos seguía siendo igual de fácil saber qué es lo que pasaba por ellos "¿Entonces que es lo que no crees?"

"Que soy como una diosa, no lo soy." aseguré y este rodó los ojos "Claro que lo eres, sigues siendo la misma Gabriela de siempre. No has cambiado en eso." afirmó "Es que en realidad no he cambiado tanto como piensa todo el mundo."

"Eso lo puedo ver." No sé muy bien en qué momento nos acercamos tanto, pero ahora mismo tenía sus labios cerca de los míos y quedaban unos milímetros para que nuestros labios se rozasen y una parte de mi estaba deseando que eso pasase, pero era algo que no debía permitir.

"Te amo Gabriela, más de lo que nunca te he querido y siempre lo haré. Haré todo lo que esté en mi mano para recuperar tu amor, que me perdones y si es posible volver a ser tu pareja, esa persona en la que podías confiar, a la que le contabas algunas de tus preocupaciones, quiero volver a ser esa persona para ti Gabriela." Me estaba poniendo roja como un tomate cuando Carlota empieza a llamarme. De no ser porque ella me llamó estoy segura al cien por cien que nos hubiésemos besado.

Me aparté de él y empecé a andar hacia la dirección de Carlota. "Espera, ¿No podemos seguir hablando un rato más?" pidió y negué, porque Carlota acabaría por venir, de eso no me cabe duda "No puedo, no quiero que Carlota te vea conmigo aquí, no quiero que te haga daño."

"No me importará si puedo estar contigo." aseguró y volví a negar "Pero a mi si me importa. No te preocupes que hablaremos en otro momento, pero ahora no puede ser." insistí y asintió "Vale preciosa, como quieras." Me iba a ir cuando me agarra del brazo, me acerca a él y me da un beso en la mejilla, me aparto y me quedo mirando para él un momento.

"Eres hermosa." dijo después de unos segundos en silencio. En cuanto me sonrió noté como yo también lo hacía, siempre conseguía que lo hiciese. "Me tengo que ir de verdad." dije "Lo sé, nos vemos." Me soltó la mano y yo empecé a andar en la dirección de Carlota. No tardo nada en verla y cuando veo que tiene los zapatos en la mano para ir a buscarme.

"Ya iba a buscarte, ¿segura que estás bien?" preguntó Carlota y asentí "Si, si lo estoy." le aseguré, pero en su mirada apareció ese brillo que tiene cuando algo ronda su mente "Uuuuhh, ya lo veo ya, ¿qué es lo que estabas haciendo para que estés más acalorada y tan roja? ¿Estabas con alguien y no me lo dijiste? ¿Puedo conocerlo?" preguntó y negué, agarrándola del brazo para evitar que fuese allí "No estaba con nadie Carlota, te dije que necesitaba tomar el aire."

"No sé si creerte, pero bueno, vamos para dentro antes de que también salga Marcos." Íbamos a entrar a la casa cuando Marcos sale por la puerta que se queda mirando para nosotras un rato, pero pronto empieza a sonreír como nosotras y entramos en la fiesta para pasar bien un rato, eso sí, notando en todo momento la mirada de Alex en mí, lo que me hacía estar más feliz de lo que ya lo era de por mí misma.

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