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Capítulo 46 - Los niños son el futuro (Final)

Nota del autor: Me cuesta mucho concentrarme últimamente... Aun así, continuare sacando los capítulos tratando de no retrasarme mucho....

Recuerden comentar, votar y compartir....

Enjoy!!!

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"Ngh..." - Un gemido escapo de los labios de Samantha cuando el sol golpeo directamente su cara, ella ignorando el calor simplemente giro su cuerpo sobre la cama para evitar el golpe directo del sol, al mismo tiempo cubrió su cabeza con la manta para protegerse de los rayos del sol.

"Oh mi..." - se escuchó la suave voz de una mujer en la habitación, no obstante Samantha estaba demasiado cansada para prestarle atención, por lo que siguió tratando de hundir su conciencia en el mundo de los sueños.

Fue entonces que un extraño, pero muy familiar sentimiento envió escalofríos por todo su cuerpo, no obstante, debido a su somnolencia, su cerebro lo interpreto como un sueño, causando que no se diera cuenta de las acciones que cierta mujer estaba tomando con su cuerpo.

Esta mujer era Karen, quien, al entrar en la habitación para despertar a Samantha, termino encontrándose con una muy inesperada situación, después de todo encontró a Samantha girando su cuerpo debido al sol, y debido a esa acción termino mostrando fugazmente una feroz tienda de campaña en sus pantalones.

Karen era una mujer mayor, por lo menos en los estándares humanos, su edad ya superaba los 200 años, aunque entre los elfos aún se consideraba joven, fue por ello que estaba consciente de las relaciones entre hombres y mujeres, más aún después de haber salido del nido de los Goblins, aunque si bien tuvo suerte de no haber sido usada por los Goblins, al final fue la Spriggan líder quien termino impregnándola.

La cuestión aquí es que la líder Spriggan era un espíritu y más importante aún es una mujer, por lo tanto, su método de impregnación era un poco especial, dando como resultado que los hijos que tuvieron se volvieran andróginos...

Su actual embarazo terminaría dando exactamente ese mismo resultado, fue por ello que Karen estuvo preocupada durante un tiempo, era tarde para abortar él bebe, pero tampoco quería que su primer hijo se volviera un medio espíritu... Ella como un elfo era bastante versada en cuanto a términos de procreación, principalmente porque era bien conocido que los elfos tenían una taza de fertilidad baja.

Fue por todas estas razones y su conocimiento mismo de la magia espiritual (rasgo racial de los elfos) que se le ocurrió una loca idea que podría resolver su problema, esto fue usar magia en su propio cuerpo para inyectar la esencia de otra persona, esto cambiaria la esencia de su feto...

En otras palabras, si tiene relaciones sexuales con otra persona y realiza un ritual correctamente, es posible alterar la genética de su bebe.

Todo esto era un tema complicado y experimental, porque ningún elfo arriesgaría su embarazo para probar una teoría experimental, esto solo pondría en peligro al bebe o la madre, lo cual no era algo que los elfos simplemente aceptaran, más aún considerando que solo tenía cerca de 50% de éxito en teoría.

"Increíble..." - Murmuro Karen mientras lentamente descubría las piernas de Samantha, dejando al descubierto su nuevo amiguito, el cual se erguía con orgullo a través del pequeño short que la joven usaba para dormir.

Originalmente Karen planeaba arriesgarse seduciendo a Samantha, sin embargo, el hecho de que ambas fueran mujeres complicaba un poco la situación, porque para poder extraer la esencia de la joven e inyectarla en su cuerpo, sería todo un desafío, no obstante Karen no tenía otra opción, el tiempo se le acababa y ella estaba segura de que no encontraría una mejor pareja que la joven Samantha.

"Los dioses me están sonriendo sin duda..." - Comento Karen mientras retiraba lentamente el Short de Samantha dejando que su nuevo compañero saltara al aire con fuerza, este dejo sin palabras a Karen cuando sintió el calor en sus mejillas al mismo tiempo que su garganta se sentía reseca.

El orgulloso nuevo amigo estaba conectado justo en la parte superior de la vagina de Samantha, donde una vez estuvo su clítoris, la forma del miembro era exactamente la misma que la de cualquier hombre, con la excepción de que presentaba totalmente un color rojizo y que en la base le faltaba algo.

Mientras Karen lo revisaba no se percató de que su propia mano en algún punto lo había sostenido, cuando se dio cuenta del hecho se sobresaltó un poco, no obstante, se negó a soltarlo, entonces siguiendo sus instintos, así como recordando algunos consejos que le dieron en el pasado sus amigas, Karen comenzó a frotarlo por eje...

"Ngh..." - Samantha comenzó a dejar salir pequeños gemidos, lo que a su vez emociono más a Karen y la envalentono para seguir con sus acciones, antes de que se diera cuenta, tenía ambas manos sujetando el miembro de Samantha mientras las movía velozmente de arriba-abajo.

Unos segundos después el caliente miembro comenzó a temblar, esto provoco que la emoción de Karen aumentara a su límite e incluso se acercara más, entonces todo termino.

"Ahhhhh..." - Un grito ahogado salió de Samantha cuando libero una carga de un líquido transparente y espeso con un fuerte olor sobre las manos de Karen, aunque también en la cama se formó una mancha de humedad la cual escurrió desde la entrepierna de Samantha

Karen miró fijamente sus manos manchadas antes de llevar una de ellas a su boca para probar la carga de Samantha, cuando sus suaves labios se abrieron y su pequeña lengua salió para probar el líquido, sus ojos terminaron encontrándose con los de Samantha, quien la miraba fijamente con la boca abierta...

Sin duda fue una forma espléndida de despertar...

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El sol ya brillaba en lo alto del cielo, y actualmente Samantha se encontraba caminando por las calles de la ciudad cubriéndose con un abrigo oscuro como siempre, algunos transeúntes le dedicaban algunas miradas extrañas por reflejo, pero en general toda la ciudad estaba ocupada discutiendo las últimas noticias.

Resulto que un mercenario compro y entrego al gremio una gran cantidad de Orbes, los cuales fueron reproducidos al medio día en varias partes de la ciudad, esto normalmente no hubiera importado mucho, el problema es que las imágenes contenían las actividades de uno de los nobles de la ciudad, en estas se veían extrañas máquinas, rituales, esclavos, y niños que habían sido secuestrados en la ciudad, naturalmente muchas de estas suposiciones fueron rumores inventados que se esparcieron al momento.

Esto causo indignación e ira entre la población, aunque una de las últimas escenas fue más impactante para los grandes poderes, esta fue la imagen de los dos cuerpos flotando en aquel líquido verdoso, esta imagen causo olas entre los 3 principales poderes quienes intentaron usar su autoridad para bloquear estas imágenes, no obstante, ya era muy tarde.

No pasaron más que unas pocas horas para que turbas enfurecidas aparecieran en las afueras de la mansión del Noble, estas personas exigían al hombre que se entregara y los guardias con apoyo del cuartel militar cerca apenas tenían suficiente fuerza para frenar el avance de la enfurecida población.

Mientras todo esto estaba sucediendo, Samantha se fundió en las sombras antes de ingresar a la propiedad del Noble, y se dirigió de forma rápida al sótano por el ya conocido camino, una vez llego a este lugar se topó con el hombre recogiendo velozmente sus documentos, como si estuviera tratando de escapar, o así lo creyó hasta que vio como los arrojo todos al piso antes de prenderles fuego.

"Parece que deseas destruir tu investigación." - Comento Samantha al salir de las sombras, el Noble por su parte se sobresaltó, pero al notar que era la joven, simplemente decidió continuar con sus acciones.

"Realmente creí que alguna de esas hipócritas fuerzas te había enviado aquí, pero al ver que revelaste esto al público, solo puedo concluir que no es así." - El hombre termino de eliminar todos sus documentos mientras hablaba, luego de ello se dirigió hacia los cilindros ahora vacíos y comenzó a manipularlos.

"Si alguno de ellos obtiene mi equipo o investigación... No puedo imaginar lo que podrían terminar haciendo... Por eso debo destruir todo." - Cuando el hombre termino de hablar, le señalo con la barbilla a Samantha las jaulas, donde la joven pudo percatarse de que no había nadie, aparte de los cadáveres.

"Hice que mis guardias sacaran a las niñas en la mañana, nadie debería intentar ir tras ellas... pero no creo que se recuperen fácilmente de lo que vieron." - Ahora sé que no trabajas para ellos, así que supongo que la razón por la que entraste aquí fue para salvar a alguna de las niñas... o quizás para robarme.

"Eso no importa ya, lo cierto es que quiero pedirte un último favor..." - El Noble menciono mientras estiraba la mano de la cual colgaba una pequeña cadena de plata, al final de la misma hubo un pequeño colgante de amatista con forma de corazón, y a un lado estaba una pequeña llave de color negro.

"Yo me he equivocado, he causado mucho dolor y sufrimiento... pero ella no tiene la culpa de nada..." - Cuando Samantha escucho las palabras del hombre, fue suficiente para entender su punto, por lo que con un poco de duda tomo el colgante.

"Ella está arriba en mi estudio... ahí hay un pasaje que te permitirá sacarla a salvo de aquí, deberías apresurarte, porque en cualquier momento van a llegar los peces gordos." - Cuando el hombre vio a Samantha asentir mostró una pequeña sonrisa de alivio, y rápidamente regreso a manipular sus máquinas.

Samantha por su parte vio la espalda del hombre por unos minutos, pero al final solo negó con la cabeza cuando decidió salir de aquella habitación, luego de ello se apresuró a buscar el estudio el cual encontró en poco tiempo en la planta baja, ahí dentro sentada en una silla, se encontraba una mujer joven de alrededor de 25, su cabello era negro como la noche y estaba atado en una cola de caballo que le llegaba hasta la espalda baja.

Su rostro con facciones finas le recordó a Samantha a las mujeres de oriente, además de eso la mujer llevaba unas gafas de medio armazón y color oscuro adornando sus ojos marrones, si combinábamos eso con su atuendo de sirvienta y rostro casi inexpresivo...

En realidad, creaban una muy atractiva sinergia, aunque por algún motivo Samantha sintió una especie de Dejavu al observarla.

"Buenos días, Maestra... Mi.… padre... me dijo que usted vendría por mí." - La mujer hablaba de forma pausada con una voz ligeramente monótona, solo al mencionar al noble dejo escapar el más leve rastro de emoción, incluso su rostro se mantuvo totalmente estoico.

"Sigh... puedes llamarme Samantha, ahora será mejor que salgamos de aquí..." - Cuando Samantha escucho a la mujer hablar, sintió un leve rastro de dolor de cabeza, no obstante, no era el momento para quedarse inactiva, por lo que rápidamente insto a la mujer a salir de la habitación con ella.

En ese momento un fuerte estruendo llego desde la dirección de la puerta principal de la mansión, así que, sin pensarlo, Samantha corrió a la joven y la cargo como una princesa, luego siguiendo las indicaciones del Noble abrió el pasaje oculto y, ambas ingresaron sin demora, una vez adentro el túnel se cerró automáticamente.

Samantha sintió algunos temblores más provenientes de la mansión por lo que no aflojo el paso, cuando los temblores se detuvieron Samantha volvió la mirada en dirección a la mansión y se quedó pensando durante unos segundos.

Luego de considerar sus opciones hizo que la energía se dirigiera hacia una de sus manos, la cual comenzó a mostrar un brillo azulado mientras destellaba con pequeños rayos azules de vez en cuando, luego sin contenerse dio un golpe con toda su fuerza contra el techo del túnel, acto seguido el techo se fracturo y comenzó a derrumbarse bajo su propio peso.

Samantha por su parte volvió a tomar a la mujer y corrió con todas sus fuerzas para escapar del lugar.

Mientras tanto en la mansión, en el sótano se podían ver tres grupos separados manteniendo su guardia contra los otros, todos ellos rodeando al Noble caído que sangraba profusamente por todos sus orificios como si estuviera a punto de morir...

Cerca de él estaban los signos de quemaduras de documentos y a sus espaldas estaban los restos deformados de las maquinas que usaba.

"¡Bastardo!, ¿crees que podrás escapar con esto?... simplemente sacaremos la información de una forma u otra..." - El que estaba vociferando era el capitán de la quinta división, también conocido como Sir Masters, el mismo hombre con el que se reunió Samantha poco después de llegar a la ciudad, un servidor de la guardia y el ejército de Arcadia.

No obstante, su rostro estaba torcido por la ira, después de todo al llegar solo pudo mirar con impotencia como todos los documentos, así como la maquinaria que le ordenaron recuperar, ya habían sido destruidas, peor aún fue que esta mansión estaba ubicada a una corta distancia de su propio cuartel y sin embargo fue el último poder en llegar.

"Quiero que capturen a los sirvientes, y traigan un sanador, él nos dará esa información de una forma u otra... también quiero que busquen los cuerpos de los cilindros, no creo que hayan podido huir muy lejos." - Masters dio una serie de órdenes a sus subordinados, quienes rápidamente salieron de la habitación para cumplir con sus objetivos, al mismo tiempo se pudo ver a miembros de la Academia y el Templo saliendo con indicaciones similares.

Fue en ese momento que hubo un pequeño temblor, tan pequeño como para no ser capaces de determinar su origen, pero lo suficientemente perceptible para que los tres líderes se percataran de ello, la habitación quedo totalmente en silencio.

"Jajaja... Sin duda es una verdadera demente, y pensar que usaría este método para avisarme..." - El Barón comenzó a reír alegremente después de percatarse de algo sobre el temblor, esto también hizo que su expresión se relajara totalmente y solo un momento después uso toda su fuerza para sentarse y enfrentar cara a cara a sus enemigos.

"Vaya, no me habia percatado que enviaron un Sacerdote principal..." - El Noble mostro desdén hacia el sacerdote masculino que no debería haber estado en la ciudad, no obstante, pronto cambio la dirección de su mirada hacia el enviado de la Academia. - "Realmente me hubiera gustado trabajar con ustedes, lástima que desde su última directora se hayan degenerado tanto..."

Al final el Barón giro su mirada hacia el capitán Masters, pero la única expresión que mostro en su rostro fue un claro y profundo desdén. - "Un perro intentando ponerse la piel de un León... Sin duda esta ciudad ya no tiene salvación..."

Las palabras del hombre provocaron que la ira estallara en David Masters, sin embargo, antes de que pudiera abrir la boca, vio como varias esferas metálicas rodaron desde la ropa del hombre, esto causo que el capitán palideciera cuando trato de escapar, en ese momento las esferas liberaron un fuerte brillo...

¡¡¡¡Bang!!!!

Una enorme explosión se tragó toda la habitación e incluso provoco que parte de la mansión se derrumbara, provocando que los espectadores afuera miraran con sorpresa antes de empezar a huir en pánico, unos segundos después de los escombros en llamas, aparecieron tres figuras en estados lamentables, estos eran los líderes de las tres fuerzas quienes apenas consiguieron salir con vida...

No obstante, el Barón y todo su laboratorio junto a parte de su mansión, habían sido completamente enterrados y consumidos por las llamas.

Aquel día ninguna de las potencias de Arcadia consiguió lo que deseaba.

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En casa, Samantha se encontraba frente a Ria y Bella, quienes tenían extrañas expresiones en sus rostros al observar a la joven.

"Sigh... Lo lamento..." - Se disculpo la joven mientras colocaba una bolsa de cuero sobre la mesa, esto causo que las expresiones de sus compañeras cambiaran al asombro cuando abrieron sus bocas ampliamente.

"Estamos en bancarrota…" - Comento Samantha mientras bajaba su cabeza para disculparse con las dos chicas, al mismo tiempo a lado de Samantha, una mujer de cabello oscuro con atuendo de sirvienta, imito las acciones de Samantha agachando la cabeza para disculparse.

Esto solo provoco que las expresiones de ambas mujeres se complicaran más, mientras intentaban darle sentido a la existencia de esta estoica sirvienta que se disculpaba a lado de su maestra.

Por un lado, su Maestra les conto que se quedaron sin dinero, por el otro una nueva mujer se unió a su casa y omitiendo lo asombrosamente hermosa que era, en realidad lo que las hacia dudar era la razón por la cual esta mujer estaba vestida como una sirvienta.

"Creo que tenemos mucho que hablar, Maestra..." - Dijo Bella mientras giraba su mirada en dirección a la puerta de la habitación, lugar en el cual se pudieron ver las cabezas de algunas de las chicas espiando la conversación, a esto Bella solo pudo sonreír irónicamente.

Samantha por su parte enrojeció al ver a Karen quien la miraba con una especie de intensidad muy diferente al pasado, lo que inevitablemente le trajo recuerdos sobre los eventos que acontecieron aquella mañana.

"S-si... Creo que tenemos que tener una buena conversación..." - Una sonrisa forzada apareció en el rostro de Samantha...

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