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Recuerdos

—La paciente tuvo una lesión perforante en el hígado, tuvo un sangrado moderado a severo debido al desgarre. Le aconsejo como doctor que la lleve a otra clínica que cuente con lo que ella necesita, porque necesitará un trasplante de hígado. Estar en un modo de espera en una lista, es desesperante. La paciente se encuentra en un coma inducido, es lo único que se puede hacer por ahora, señor.

—¿Se va a poner bien, doctor?

—No le puedo asegurar nada. Lo que se debe hacer es encontrar un donante de hígado, y que sea compatible lo más pronto posible. Hay una clínica, pero no es en este estado. Cuentan con los mejores cirujanos. Lo siento mucho, señor. Hice todo lo que estuvo en mis manos.

—Lo siento mucho, Akira. Será mejor hacer lo que el doctor dijo. Hay que sacar a lisa de aquí y llevarla a esa clínica— dijo Kanji.

—Ese maldito me la va a pagar. Otra vez se meten con mi mujer y otra vez no estoy ahí para impedirlo. Todo es mi maldita culpa. ¿Por qué mierda siempre llego tarde?

—Tu no tienes la culpa de nada, Akira. De nada vale que te culpes ahora tampoco. Fue una decisión que tomó lisa por su cuenta.

—Todo lo que le he traído es desgracias en su vida, pero juro que voy a vengarla. Sea quien sea lo voy hacer pagar, nadie se mete con lo más preciado que tengo.

—Yo te ayudaré a buscar al culpable.

—Lo mejor será que den a lisa por muerta. Nos dará algo de tiempo para dar con el culpable. La sacaré del país y la llevaré a esa clínica o a donde tenga que ir con tal de salvarla.

—Es una buena opción. Tienes que sacarla lo más pronto posible de aquí, antes que regresen a rematarla. Este hospital tiene muchas cámaras, será mejor tener cuidado.

—No te preocupes, no sé las pondré fácil.

—Lisa Xiao murió en ese lugar, nadie más puede saber que está viva, Kanji.

—De mi boca no saldrá nada. Tenemos que protegerla. Cuentas conmigo.

—Gracias, es irónico que este hablando de esto contigo.

—Hemos dejado a un lado nuestras diferencias y esa odio estúpido que nos une, por ahora.

Me fui en busca de la clínica que me recomendó el médico, agotando las pocas opciones que tenía. Me sentía destruido al tener fingir la muerte de lisa con su madre, pero era la única opción que encontré para protegerla.

Pasó un mes con 10 días y no han encontrado un donante que sea compatible con ella. Le pedi a Jefferson que sacara de la escuela a los niños y contratara un tutor para la casa. Le advirtí del peligro que corren para que Jefferson tomara cartas en el asunto. Reforcé la seguridad, tanto en la casa de Jefferson, como en la clínica donde traje a lisa. No hay un día en que la madre de lisa deje de llorar por la supuesta muerte de su hija. Los niños piensan que se fueron en un viaje de negocios. La búsqueda de los culpables aún sigue en pie, no ha habido rastro alguno. He estado al lado de lisa en todo momento.

—Antes amaba verte dormir, pero ahora no quiero ver tus ojos cerrados así, tal parece que estuvieras en un sueño eterno. No veo el dia que despiertes, lisa. Me haces mucha falta. Tienes que despertar, corderito. Tienes que regresar para estar conmigo y nuestros hijos. No puedes dejarme solo. Mi vida es tan miserable sin ti, no podría continuar así.

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