Aurora mientras estaba en su oficina firmó los últimos documentos y luego lentamente levantó su cabeza observando a la persona que estaba sentada al otro lado del escritorio.
"Gracias por esperar, Gruvreas." Dijo Aurora sin que su expresión cambiara.
Hace tiempo ella jamás hubiera hecho esperar a un Dios del Infierno, pero… Los tiempos cambiaban y si ella era sincera, no podía ocultar que estaba un poco molesta.
Gruvreas le dio la moneda por la cual ella descubrió los planes de Alice y todo fue ordenado por el clon de Jezabel.
Se podría decir que Gruvreas como un adorador y conocido súbdito de la Emperatriz del Infierno no podía negarse y era cierto, no obstante, no quitaba su molestia.
Después de todo, ellos habían creado una alianza.
"Por supuesto, es lo mínimo que puedo hacer." Respondió el Dios, acariciando su larga barba blanca, suspiró. "Deseo disculparme por lo sucedido la última vez, pero como entiendo que en una relación de negocios una disculpa debe ser acompañada de cierto valor. Le ofrezco lo que usted desee."
El Dios de la Avaricia le estaba ofreciendo lo que 'deseara'. Aurora lo miró y…
"No. Es mejor que mantengamos nuestra relación de negocios sin tanta influencia externa." Aurora se inclinó en su silla sin quitarle la mirada al Dios que estaba frente a ella. "Estoy entendiendo la influencia que mi hermano y su pareja me otorgan y si bien apreció la utilidad, me disgusta la falta de control que tengo sobre la 'ayuda' que me ofrecen."
El Dios de la Ira le otorgó una legión con un Dios y si bien Salysia ha sido extremadamente útil junto a sus subordinados, era imposible negar la falta de control que ella tuvo. Ese dios literalmente hizo que un ejército compuesto de Ángeles descendiese a este mundo sin consultarle o preguntarle.
Ira probablemente estaba encantado de ayudarla, pero ese Dios no se fijaba en lo que ella deseaba o lo que ella esperaba, a diferencia del Dios que estaba al frente de ella.
"Entre los Dioses Infernales usted es el que ha mostrado más control. Por supuesto, si bien conozco a Orgullo y Lujuria. Digamos que mi interacción con ellos ha sido diferente." Aurora pensó en los Dioses del Infierno restante y… "En cuanto a Pereza, Envidia y Gula no se han presentado directamente y si lo han hecho entonces no han revelado su verdadera identidad."
Los ojos dorados del Dios de la Avaricia, también conocido como Dios del Comercio y la Usura permanecieron imperturbables. Ella no podía leer las emociones ni las expresiones.
"Agradezco su aprecio y sus buenas palabras sobre mi persona." Agradeció Gruvreas y dando una media sonrisa, añadió. "Espero mantener nuestra relación comercial y espero recuperar la confianza con la cual ambos empezamos a trabajar."
Aurora sonrió. Ella dejo en claro que lo que buscaba era una relación equilibrada de comercio donde la influencia de su hermano y de Jezabel fuera mínima o inexistente.
Esto último resultaba imposible debido al estatus de Gruvreas y la relación de subordinación con Jezabel, pero al menos ella esperaba que cualquier apoyo que él ofreciera siempre fuera por una ganancia… Básicamente que toda la relación fuera un trato y no él ayudándola por la influencia externa.
Si ella quería usar la influencia de estos seres tan poderoso necesitaba tener control en las consecuencias. Ira le mostró lo que la ayuda de un Dios podía causar.
"Eso espero." Dijo Aurora dando la mano y al ver que Gruvreas la tomaba, agregó. "Ahora me gustaría pedirle un favor."
"Por supuesto, he venido preparado para apoyar la causa de este planeta." Respondió Gruvreas volviendo a su modo de negocio.
"No. Este mundo no necesita más ayuda. Ira y Salysia son suficiente y si bien podemos negociar sobre la influencia de más Dioses, mi favor es otro." Dijo Aurora, esta vez sonriendo y disminuyendo la formalidad. "Necesito que encuentres a mi maestro y maestra, Gruvreas. ¿No debe ser difícil encontrar a dos Dioses, cierto?"
Sus dos maestros eran Dioses… Aurora que estuvo en la biblioteca de la Diosa del Conocimiento tenía una idea general, pero ella no solamente quería saber quiénes ellos eran, sino que también contactarlos.
"Es un deber filiar presentar mis respetos a mis maestros." Dijo Aurora en calma.
Ella quería verlos y saludarlos. No ya ocultando identidades y jugando a ciegas, sino que de frente. Conversar con ellos, entrenar y más importante, preguntar si deseaban hacer turismo.
Si ella tenía que elegir un Dios en el cual confiaba, ella sin duda elegiría a su maestro. Su sistema, Aión, él ocultaba demasiado secretos y era algo más complejo, pero su maestro siempre le enseñó cuidadosamente y su maestra fue similar en apoyarla directamente.
"También necesitaré tu ayuda en la tierra. He tenido mucho tiempo para pensar luego de que… Bueno, me declarara la dueña de este mundo." Dijo Aurora con cierto tono burlón a si misma y pensando en su situación y en la tierra, añadió "Y las únicas ideas que se me vienen a la mente enojaran a muchas personas."
Aurora ya tenía pensado en volver a la tierra y si bien faltaba terminar su entrenamiento, ella ya tenía planes para enfrentarse a los invasores de este mundo.
No obstante, los planes de la tierra necesitaban hacerse con tiempo y más cuando la carrera sobre convertirse en el Dios de la tierra seguía en marcha.
Pensando en ello, ella continuo.
"Dicen que la tierra está en una carrera donde muchas personas buscan convertirse en Dioses. Algunos de ellos me han visto como su oponente y como tal me han querido eliminar, pero… Yo no quiero competir."
Aurora pensó en la carrera. En aquella organización secreta que trató de eliminarla y luego en la tierra. La tierra necesitaba un Dios, no había duda y el problema era que muchos probablemente pensaban que alcanzar ese estado era suficiente y no lo era.
"Muchos no entienden que convertirse en Dios no es el fin. Es simplemente el inicio."
¿Que importaba si alguien se convertía en el Dios de la Tierra y obtenía la 'llave' para entrar a ese universo? No significaba nada, no cuando Primordiales vigilaban.
Muchos creían que Jezabel no estaba activa en la Tierra, la Diosa del Orden siempre ofreció apoyo mínimo y Aión, él se mostraba como un dios que no intervenía en la tierra y era más, hasta se podía decir que era un dios que ni siquiera controlaba su autoridad, ya que hasta había aparecido un Profeta, que daba profecías a medias.
Todas esas personas no sabían que al ascender serian juzgados ya fuera por Jezabel o Aión… Un nuevo dios no lograría demasiado frente a esos titanes y tal hecho no era conocido.
Uno necesitaba estar muy cerca de su hermano o su familia para conocer tales secretos y esas personas no eran tan estúpidas como para tratar de asesinarla.
No, aquellos que la asesinaban y querían eliminar la competencia eran individuos que no conocían tales verdades.
Ella no quería ser un Diosa y si bien tenía la capacidad de conseguirlo, Aurora en estos últimos días estaba considerando otro enfoque.
"La carrera necesita un juez." Reveló Aurora.
"¿Y tú estás dispuesta a tomar esa posición?" Preguntó Gruvreas sin contener la sonrisa.
"Claro. ¿Quien más tiene el respaldo de varios dioses para imponer su autoridad como juez?" Replicó Aurora con una sonrisa y luego con una pequeña risa, añadió. "Es sumamente arrogante, pero no dejare mi mundo en manos de personas que no considero adecuadas."
Aurora no pudo contener la risa. Tal idea era alocada y le parecía extrema a niveles que ella jamás hubiera pensado.
Antes de venir a este mundo ella pensó convertirse en la Diosa de la Tierra para proteger a la tierra y sus seres queridos, pero ahora… Ella pensaba encargarse de juzgar a los participantes, decidir quién participaba, eliminar a los inadecuados o elegir el ganador todo por su propia voluntad.
Para lograrlo iba a tener que imponer su voluntad sobre las personas más poderosas, influyentes y con mayor autoridad de la tierra. Imponer su voluntad frente a naciones y el mundo entero.
"Tampoco quiero que Jezabel se encargue de la Tierra, ella probablemente trate de controlar la mente de todos para crear una utopía y ni hablar de alguien como Ira. No quiero ser declarada emperatriz de la tierra por un demonio que aparece destruyendo el cielo." Añadió Aurora logrando que Gruvreas se riera. "Así que debo tomar la tarea en mis manos y por supuesto, necesitaré un buen aliado que me ofrezca herramientas que por mi cuenta no podría conseguir."
Su objetivo era una locura, no lo suficiente extrema como para pedirle al Dios de la Locura y la Ira que participara, pero si lo suficiente como para que alguien del mismo estatus estuviera presente.
Aurora mantuvo sus ojos en Gruvreas. Antes ella había aceptado cooperar con él, pero fue superficial y general, sin un objetivo claro.
"Era hora de alguien tomara las riendas de la Tierra. Su madre, Agatha nunca quiso tomar tal rol y me alegro saber que ahora existe alguien que tome tan importantes decisiones. Estoy dispuesto a ayudarla." Dijo Gruvreas con una sonrisa.
Aurora también sonrió y ella empezó a hablar, que era lo que necesitaba y también lo que deseaba hacer mientras que su plan de regreso lentamente tomaba forma en su mente.
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Aurora bebió una copa de té luego de la larga y fructifica conversación que ella tuvo con Gruvreas. Él era el primero con el cual compartió sus planes tan abiertamente relacionado a la tierra, pero era el principio.
"Mi hermano y mis maestros podrían ser de gran ayuda… Mis padres? Sacarlo de su retiro se siente mal…"
Su murmullo se extendió por la oficina mientras su mente desvariaba pensando en las personas que podía confiar. Su hermano, específicamente el clon que la estaba acompañando en este mundo estaba dentro de las personas que confiaba sin dudar y que podía ser de gran ayuda.
La idea de pedirle ayuda a sus padres para que salieran de su retiro y la ayudaran sonaba mal, pero…
"Creo que debería pensarlo. Mi madre suena como una muy mala idea."
Todos aquellos que conocían a la Luz de Plata sabían que esa mujer le gustaba controlar todo… Al igual que ella y si bien Aurora de algún modo trabajo bajo la iglesia que su madre controlaba, nunca fue directamente debajo de ella. Y ahora, la idea de que ella fuera la superior de su madre sonaba un mayor desafío que tratar de controlar dioses.
"Suena problemático, pero… Si mi hermano se encarga de ella y le pido a mi padre que intervenga…"
Su mente volvió a trabajar y la idea le sonaba más descabellado y complicada que controlar este mundo y cualquier plan alocado que se le ocurriera relacionado a la tierra.
Incluso si ella estaba dispuesta a pedir ayuda a sus padres luego de tanto tiempo, la sola idea le parecía compleja.
Un golpe de puerta la volvió a traer a la realidad.
"Pasa Cithrel." Aurora dio la orden y su amiga abrió la puerta.
Cabello azul y ojos azules, Cithrel llevaba un vestido blanco que daba un aura gentil y suave, disminuyendo la elegancia que ella siempre revelaba.
También se notaba ligeramente cansada, especialmente en sus ojos y Aurora cuando se concentró en su concepto de luchadora tratando de sentir las emociones, pudo captar la incomodidad y cierta pena dentro de ella.
"Lo sient…"
"Te ves linda con ese vestido. Hasta inocente diría." Aurora interrumpió levantándose y mirando a su amiga de pie a cabeza, le sonrió malvadamente. "No ganaras mi disculpa actuando tan linda e inocente."
Cithrel primero frunció el ceño sin comprender, sus ojos se abrieron lentamente en sorpresa y luego su expresión se volvió seria, tratando de controlar su expresión.
A pesar de ello, Aurora pudo captar cierta alegría y vergüenza mezclada con la pena que se elevó aún más al entender que ella trataba de aligerar el ambiente. Antes de seguir leyendo, Aurora detuvo su poder al no querer leer las emociones de su amiga de esta manera.
"Creo que es mejor disculparme. La pelea que tuvimos es algo que no me hubiera gustado que pasara. De verdad lo siento. Sin importar mis intenciones no debí ocultarte los planes con Alice."
Aurora no tenía que activar su concepto para entender que las emociones de Cithrel eran sinceras.
Cithrel se alió con Alice para alejarla a ella de la tierra e ir en contra del plan inicial. Aurora al pensar en tal hecho, no se molestó o enojo.
¿Cómo podía? Dejando de lado que había pasado demasiado tiempo, ella también lo estuvo pensando y reflexionando sobre el tema.
Resultaba imposible no entender la razón por la cual su hermana hizo lo que hizo y porque Cithrel la apoyo. Ambas no se llevaban bien e igualmente creyeron que estaban haciendo lo correcto.
"Está bien." Dijo Aurora en calma y con una sonrisa, se acercó a su amiga. "También me gustaría disculparme. Debe ser frustrante ser amiga de alguien que no se deja ayudar."
Cithrel trató de hablar y Aurora la detuvo dándole un abrazo.
¿Cuán frustrada debía estar Cithrel quien le ofreció todo para ayudarla? Aurora se sentiría bastante frustrada si una de sus amigas no aceptaba ayuda.
Un asunto era lograr todo por cuenta propia y otro era ser tan testarudo que no aceptaba ayuda por alguna estúpida razón… Y ella era buena dándose razones estúpidas.
"Desde ahora trataré de no ser tan testaruda y no rechazar tu ayuda." Dijo Aurora al separarse con una sonrisa. "Así que espero que la sigas ofreciendo."
"Por supuesto. Sabes que puedes contar conmigo." Respondió Cithrel de inmediato y con una pequeña sonrisa, añadió. "También evitare ocultarte los planes que tenga."
"Oh, solamente revela los relacionados a mi persona. No quiero saber los planes del Caballero Galante sobre expandir su harem." Bromeó Aurora y…
"Oh, creo que eso puede ser difícil." Exclamó Cithrel cubriendo su boca con la mano y sin ocultar su mirada coqueta, reveló. "Después de todo, mis planes se mezclan."
Ambas se miraron y… Se rieron a carcajadas.
Había pasado tiempo desde que ambas bromeaban sobre este tipo de cosas y Aurora sonrió exhalando el cansancio de estos últimos tiempos.
"Ah, tu coronación. Lo siento por no asistir." Dijo Aurora al recordarlo.
¿Cuánto era la diferencia de tiempo de este mundo con la Terra nova? Aurora se sintió un poco culpable al darse cuenta de que recién se daba cuenta y Cithrel agitó la mano.
"No te preocupes, la retrase. No me sentía bien para tener mi coronación cuando mi mente estaba en otro asunto." Reveló Cithrel y viendo su expresión preocupada, declaró. "Igualmente no es un problema. Lo que más lamento fueron mis planes de conflicto con nobles que tenía planeado resolver contigo a mi lado. Para curar mi corazón herido tuve que tener largas y curativas sesiones con Venali y Taqiyya."
"Totalmente comprensible." Aurora al responder volvió a reírse. "Avísame cuando será tu coronación. Esta vez estaré presente sí o sí."
"Todavía sigo herida, así que me gustaría curarme durante unas semanas a tu lado." Cithrel actuando débilmente, pero su mirada y la sonrisa no ocultaba que se estaba divirtiendo.
Aurora puso una expresión un poco complicada, no por el claro coqueteo tan casual de su amiga, sino que sus planes…
"Es broma. Entiendo que las responsabilidades de la Realeza, no te molestaré." Señaló Cithrel rápidamente, con una sonrisa ligera.
¿Estaba pensando en las responsabilidades que ahora ella tenía? Aurora al ver su amiga, suspiró.
"No, no es por eso. El tema es que en una semana en entraré en un entrenamiento a puertas cerradas."
Aurora viendo que su amiga la miraba sin comprender, dudó unos segundos y al final decidió contarle la verdad.
"Voy a pedirle a Aión que desconecte este mundo y universo de los demás. De ese modo el tiempo pasara diferente comparado a la Tierra o Terra nova." Reveló Aurora llevando a que Cithrel abriera sus ojos.
Aurora estuvo pensando en su entrenamiento y ciertamente lo necesitaba, pero ahora que ya estaba usando todas las herramientas disponibles decidió ir al extremo… Básicamente terminar su entrenamiento sin que pasara unas horas en la Tierra.
"Quizás sean meses o años. Desconozco cuál sería la dificultad de desencadenar una guerra solitaria contra toda una civilización invasora desconocida."
Esta no era la primera vez que entrenaba por horas que se convertían en meses. Ella estaba acostumbrada y Aión era más que capaz de hacer tal acción y en cierta forma, pedirle ayuda también era una buena forma de tratar de acercarse a él de vuelta.
Volver a acercarse a Aión, entender a ese individuo más allá de lo que había hablado era importante al igual que terminar su entrenamiento… Todo eso sin retrasar su tiempo de regreso a la tierra.
Aurora vio la expresión sorprendida de Cithrel y los ojos abiertos y sonrió.
Si ya estaba pidiendo ayuda a todos sus conocidos era mejor que lo hiciera bien.
¡Bienvenidos! Espero que hayan disfrutado el capítulo. Como pueden ver, la historia ya está encaminándose, pronto las cosas se aceleraran o al menos eso quiero. Para contarle un poco, planee la historia y luego de ir escribiendo, mi objetivo era hacer seis volúmenes para contar la historia -cerca de mil o mil doscientos capítulos- y luego de pensarlo, decidí optar por un enfoque más corto, terminara en este volumen y en unos 120 capítulos tal vez menos. Honestamente, cualquier escritor en mi punto ya hubiera abandonado la historia y más si escribe para convertirse en un escritor a tiempo completo. Sin embargo, de mi parte continuo escribiendo y lo hago porque lo disfruto y por qué quiero terminar la historia, incluso si es para mí mismo. Antes de abandonarla debido a que está siendo muy larga, preferí optar por terminarla, obvio no quiero que sea un final apresurado y trataré de terminar la historia acorde a lo que buscaba cuando empecé a escribirla, aun así abran cosas que se me escapen. Como tal, si quieren comentar un tema o trama que le gustaría que tenga un cierre, comentarlo o pueden unirse al Discord y hablarme ahí: discord.gg/WG8FX75