Agatha suspiró.
A pesar de que ella estaba en el jardín del Palacio de la Reina Margaret en Inglaterra y estaba sentada en un banco rodeado de un hermoso jardín verde bien cuidado, apenas podía dejar de pensar en todo lo que estaba sucediendo.
Era 1 de marzo del año 2042 y la guerra en contra de Malik estaba escalando de tal manera que la Unión Europea apenas podía contenerla.
El mayor conflicto sucedía en Turquía y en la nueva zona satélite, al igual que en las fronteras del Reino de Arabia, y mientras el enfrentamiento crecía, la Unión Europea no estaba apoyando con todas sus fuerzas.
"…"
Agatha, al ver que su reloj holográfico vibraba, abrió los mensajes y los respondió con un fruncir de ceño.
Los mensajes eran las mismas preguntas de siempre, sobre cuándo la Unión Europea dejaría de estar en la defensiva y pasaría a la ofensiva.
La razón por la cual la Unión Europea no podía contener la guerra contra Malik no era por ese rango SSS que no aparecía, sino por el conflicto global.
La guerra civil estadounidense fue caótica y los jugadores mostraron que ellos podían ser violentos y peligrosos y en este momento, Malik y todos sus aliados lo volvieron a mostrar.
¿Cuántos pueblos, aldeas y áreas remotas fueron atacadas por los jugadores, sectarios y las fuerzas de Malik?
La guerra de Malik era tanto abierta como de guerrillas. Si una nación dentro de la Unión Europea decidía apoyar abiertamente enviando tropas, las consecuencias iban directamente a sus tierras y se enviaban jugadores o terroristas.
El territorio de la Unión Europea era grande, por tal razón, se optó por un enfoque defensivo a pesar de que habían pasado meses desde que Jerusalén fue borrada del mapa.
Malik decidió conquistar el mundo entero, pero tal acto de locura no era completamente descabellado. Ese hombre tenía planes y entendió que el mayor temor de una nación como la Unión Europea no era el conflicto, sino la muerte de su gente.
Si iban en contra de él, sufrirían consecuencias… Tal era la idea que ese hombre expresó y países como Grecia que apoyaron a Turquía eran uno de los más afectados.
"Tch…"
Agatha chasqueó la lengua y apoyándose en el asiento miró el cielo nublado y respiró hondo mientras el sol caía sobre ella.
"¿Por qué tan enojada? ¿No es mejor que no intervenga?"
La voz de una niña sonó en sus oídos y el tono era ligeramente burlón y juguetón.
Agatha no se sorprendió por el tono burlón ni por escuchar la voz de su nuera, y tampoco le importó demasiado su humor. Ella estaba preocupada por sus hijas. Aurora y Alice tenían un objetivo y no iban a detenerse, y si bien Agatha quería adelantarse para quitarles una preocupación a sus hijas, en este momento era incapaz.
No era que alguien la obligara a detenerse, simplemente era que Malik se había ocultado por completo y no había aparecido desde lo de Jerusalén.
Ella estaba molesta por esta guerra que llevaba a que sus hijas se involucraran a pesar de que eran solamente unas niñas, y también enfadada de que Jezabel y Aión no estaban haciendo nada para detener el conflicto.
A su nuera le encantaría ver un mundo caótico y a esa pequeña no le importaría cuántos murieran, y a pesar de que hablaba de la familia, a ella no le importaría verlos a todos en un 'espectáculo'.
"Qué cruel", un murmullo sonó en su oído y luego de una risa divertida, la voz añadió: "Fuiste tú la que me pidió que no me acercara a ellas".
Agatha frunció el ceño y la voz continuó.
"No intervendré ahora. No le quitaré a Aurora su objetivo. Ella está deseando venganza y el fuego de la venganza la consume o quema a otros, y prefiero que termine quemando a otros a que ella se inmole", dijo Jezabel en su oído y Agatha se detuvo.
¿Cómo no podría entender a su hija?
Aurora quería venganza y en este momento estaba trabajando duro para conseguirla. Se dice que el fuego de la venganza no se apaga con facilidad y no desaparecia por sí solo.
Si su hija no completaba su venganza, eventualmente las llamas la devorarían… Y aunque se usara de analogía, la verdad era que Aurora simplemente tenía un objetivo en mente y ese era vengarse.
Por tal razón, Agatha no se atrevió a detenerla. Aurora era una niña en edad, pero tenía la fuerza de un rango S y era tan tenaz como capaz. Como si fuera poco, ella era testaruda a tal grado que no aceptaría que nadie la detuviera.
Agatha pensó en usar la fuerza para obligarla a detenerse y, si era necesario, magia para ayudarla a olvidar todo lo que sufrió, pero no se atrevió. Desde que Aurora tomó una espada y quiso salir para convertirse en una heroína, Agatha supo que le estaba dando herramientas a su hija para que sea libre e independiente.
Aurora obtuvo la fuerza para lograr todo lo que quisiera y para luchar por su objetivo, y en este momento estaba aprendiendo lo cruel que podía ser este mundo. ¿En el futuro, qué más aprendería?
"Es una niña testaruda", murmuró Agatha suspirando y acariciando su cabello, bajó la cabeza con un suspiro de frustración.
En el futuro, su hija seguiría por este camino, se enfrentaría a múltiples peligros y consecuencias, y si bien Agatha quería resolver todas las dificultades de sus dos hijas, ella prefería esperar a que ambas le pidieran ayuda.
Ella siempre mostró que estaría ahí para cuando sus hijas la necesitaran y, a pesar de ofrecer su ayuda sin cuestionamiento, la verdad era que sus dos hijas eran muy testarudas. Ninguna de las dos pediría ayuda al menos que la situación fuera extrema… O quizás incluso en ese momento no pedirían ayuda.
"Señora."
Agatha, que estaba suspirando, escuchó una voz a su lado y se giró para mirar a la persona que se había acercado a su lado.
Cualquiera notaría su humor y, por tal razón, ningún estúpido aristócrata se había acercado, pero la persona era diferente. Una niña adorable de cabello rojizo, que era raro entre la familia real que eran mayormente rubios.
Los ojos de la pequeña brillaban en azul y, a pesar de que se mostraba adorable y agradable, los ojos azules revelaban un brillo curioso.
"¿Se encuentra bien?" Preguntó la Princesa Isabel y, al darse cuenta de que su pregunta parecía excesiva, se excusó. "La vi preocupada y no sabía lo que sucedía, así que… Perdón."
La princesa se inclinó en disculpa como si hubiera cometido un crimen.
Agatha, al darse cuenta de que estaba poniendo nerviosa a una joven chica con un par de años mayor que sus hijas, suspiró.
"No te preocupes. Son solamente preocupaciones de trabajo", respondió Agatha y poniéndole la mano en la cabeza a la jovencita, añadió: "Es mejor que vuelvas a tus estudios. Escuché de tu madre que eres una excelente estudiante y tienes las mejores notas."
La joven levantó la cabeza y no se incomodó al sentir su mano, sino que sonrió mostrando timidez y vergüenza por su halago y…
"Así que madre le ha avisado? Eso es bueno. Tengo que continuar mostrando mis destrezas y si tengo la oportunidad tengo que mostrar de lo que soy capaz… Si logro convertirme en aprendiz de la Luz de Plata todo se resolverá con mayor facilidad."
"No es para tanto, trato de esforzarme duramente."
Agatha primero escuchó una voz en su mente y luego escuchó la misma voz viniendo de la jovencita que estaba al frente de ella.
El tono calculador y astuto no concordaba con la sonrisa tímida y la mirada de la Princesa Isabel y Agatha se congeló durante menos de un segundo mientras seguía escuchando los pensamientos de la princesa en su mente.
"Tu madre ya ha terminado la reunión. Debo comunicarme con ella", dijo Agatha controlando su expresión y su tono, pero sonando más distante.
Estaba un poco sorprendida de que una joven pudiera ocultar muy bien sus intenciones y objetivos de tal manera y en cierta forma le desagradó.
¿La princesa creía que los adultos eran tan fáciles de engañar? La verdad era que si no fuera por Jezabel, que le transmitió lo que la joven pensaba, ella no se hubiera dado cuenta.
"Esp…"
El espacio se distorsionó justo cuando la princesa estuvo por hablar y Agatha suspiró y se volvió a concentrar de vuelta.
No era la primera persona que quería convertirse en su aprendiz y tampoco sería la última, así que en vez de pensar en aquellos que mostraban una imagen diferente, prefirió concentrarse en la tarea.
El espacio volvió a estabilizarse y ella apareció en una majestuosa sala en donde estaba sentada una mujer cuyas arrugas eran vistosas.
"Qué falta de respeto", dijo la Reina Margaret y, tomando una copa de vino, sonrió. "Lo pasaré por alto, estoy de buen humor."
Los ojos azules de la Reina Margaret brillaban con la misma astucia que su hija y Agatha le dio una mirada y se sentó en el sofá al frente de la reina.
"¿Así que cuándo empezamos?" Preguntó Agatha en calma.
La Reina Margaret estaba sonriendo y para Agatha fue claro que la reunión de la reina con sus seguidores había salido bien.
La Unión Europea se había unido luego de la guerra civil europea, pero algunas naciones y especialmente algunas personas tenían una alta influencia dentro de toda la gran nación.
A veces esos individuos no eran los presidentes, sino personas como la mujer que estaba frente a ella: una Reina que controlaba cada pequeño detalle de su nación.
Si bien la Unión Europea estuvo a la defensiva durante un tiempo, para Agatha era cuestión de tiempo que las tornas cambiaran y ella se encargó de contactar a las personas necesarias para hacer que todo fuera como ella quería.
Y la Reina Margaret era una de esas personas.
"Pronto", respondió Margaret con calma.
La Unión Europea estaba preocupada por la seguridad en sus tierras y Agatha le iba a garantizar esa seguridad para que todas las naciones se movilizaran y apoyaran la guerra en contra de Malik.
Y una vez que el conflicto escalara aún más, Malik tendría que aparecer y cuando lo hiciera, ella estaría esperándolo para eliminarlo.