Al abrir los ojos, lo primero que Aurora vio fue el techo de su habitación. A diferencia de las veces anteriores que despertó en las cuales se sentía cansada como si no hubiera dormido durante días, esta vez estaba más cómoda.
Cansada, pero no en exceso, lo suficiente como para evitar que el sueño la volviera a llevar.
Por supuesto, ella no se movió y no era que sintiera dolor en su cuerpo, la razón era la persona que la abrazaba y la usaba como almohada.
Alice había descansado a su lado y se acurrucó como una niña a su lado, abrazándola suavemente sin querer dejarla ir.
¿Hace cuánto tiempo Alice había dejado de dormir con ella? Su hermana había crecido y desde un momento, decidió no dormir a su lado como cuando era niña y la razón no era vergüenza, era que Alice quería parecer la hermana mayor.
Y la hermana mayor no abrazaba a la hermana menor como si fuera un juguete.
¿Fueron sus pensamientos o la risa que apenas pudo controlar? Fuera lo que fuera, Alice tembló y abrió los ojos.
Aurora vio como la oscuridad había cubierto los ojos de su hermana por completo y luego de que la oscuridad se agitara, los ojos negros tan característicos de su hermana fueron creados… No dejados ver, sino que 'creados', tal era la manera correcta de definirlo.
"Estás despierta." Murmuró Alice en voz baja.
Su hermana trataba de controlarse, pero el temblor en su mano y en su cuerpo, el deseo de abrazarla y de llorar seguía oculto y Aurora pudo verlo… Su hermana a sus ojos era fácil de leer.
"Lo estoy." Respondió Aurora en calma y al ver que Alice tomaba distancia queriendo mantener no mostrar su preocupación, preguntó. "¿No me vas a dar un abrazo? Antes me abrazaste como una niña."
Su pregunta provocó que Alice frunciera el ceño, pero Aurora percibió el rubor en las mejillas de su hermana y ella sonrió.
"Eres molesta." Murmuró Alice, pero se acercó y la abrazó suavemente, pareciendo que temía lastimarla.
Aurora devolvió el abrazo con una mayor fuerza y apretó a su hermana, sabiendo que su fuerza no le haría daño.
"Creo que hay una palabra para describir a una persona que actúa frío, pero en el fondo es cálido." Murmuró Aurora y al sentir que su hermana se estremecía se rio en voz alta.
Su risa y sus bromas lograron que Alice relajara su cuerpo y la abrazara con mayor calma, dándose cuenta de que ella no había cambiado.
Ella murió. No, fue asesinada y… Aurora cortó el hilo de sus pensamientos.
No era momento para reflexionar sobre la muerte, su salvación o el sistema. En este preciso instante necesitaba ser fuerte, no solamente por su hermana, sino que por aquellos que la esperaban en el piso de abajo.
"¿Bajamos?" Preguntó Aurora al ver que su hermana se apartaba y ella, al salir de su cama, se estiró sintiendo su cuerpo ligeramente adolorido y cansado. "Necesitaré ponerme en forma."
Aurora no mostró demasiada incomodidad, ya que Alice la miraba demasiado preocupada y al sentir la mirada le sonrió.
Ninguna de las dos mencionó que el cansancio era debido a que ella había sido revivida. El cansancio también iba más allá del físico y era un cansancio del alma.
Aquel reconocido Primordial al revivir no volvía al pasado, sino que retrocedía el tiempo y el alma pasaba por cada etapa de salir del cuerpo a volver a entrar.
"Vamos." Instó Aurora al cambiarse de ropa y al ver que Alice abría la boca como si tuviera algo que decir, ella le sonrió. "Tenemos tiempo, Alice… Luego hablaremos."
Aurora todavía recordaba como su hermana lloraba y la sed de sangre que emanaba. También se dio cuenta de que su hermana había cambiado físicamente y para ella todo eso podía esperar y más cuando su hermana parecía nerviosa.
Hablar de quien la asesinó y de su muerte podía esperar.
"Siempre eres así." Murmuró Alice en voz baja, pero se levantó y le dio una suave sonrisa.
Era una sonrisa que ocultaba la preocupación y el miedo, también la oscuridad que amenazaba con salir… Era una sonrisa similar a la que Aurora le había dado, una que le decía que se dejara de preocupar.
"No sé de lo que hablas." Respondió Aurora guiñándole el ojo y ambas fueron tragadas por el portal.
Desde su habitación llegaron a la sala y los presentes se levantaron de inmediato al verla llegar.
Akira, Leslie, Nicole, Andrés y también estaba Shao Ya sirviendo bebidas. Fueron los primeros quienes abrieron los ojos con sorpresa y…
"…"
Aurora fue abrazada por Nicole y no importa si su compañera parecía delgada, ella era una luchadora y sus brazos llevaban una fuerza única.
Sin embargo, esta vez Aurora escuchó el suave sollozo y ella devolvió el abrazo suavemente.
Nicole no era la niña desde hace ya tiempo y era toda una mujer adulta, pero incluso adultos necesitaban llorar, ya fuera de tristeza o felicidad.
Aurora, al ver que Leslie estaba parada luchando entre su lado más estricto y formal, con ese lado que quería dar un paso adelante, ella le dio una sonrisa brillante para que diera el paso.
También la sonrisa fue dirigida a Akira que trataba de mantener su papel de una poderosa y prestigiosa líder de gremio que no se inmutaba por nada.
Al final Akira no pudo contenerse cuando Leslie dio un paso adelante y se acercó para abrazarla con cierta timidez y esa poderosa líder del gremio también se acercó.
"Yo conozco esa sonrisa." Murmuró Akira al abrazarla.
Su voz temblorosa y quebradiza mostraba que ella estaba más cerca de las lágrimas que Leslie y Aurora simplemente sonrió.
"Por supuesto, que la conoces." Respondió Aurora en una voz suave.
Le había dado su sonrisa de 'todo está bien', aquella sonrisa que aprendió hace ya mucho tiempo y que era dada para relajar y calmar la ansiedad mostrando confianza.
Aurora vio que Andrés se negaba al no querer acercarse, pero al final con su insistencia se acercó al abrazo grupal.
A diferencia de Andrés, que estaba ligeramente avergonzado por el abrazo grupal, ella miró a sus compañeros.
A Nicole en el medio sollozando en silencio y como ella era más baja, estaba siendo abrazada por la izquierda por Akira que trataba de no llorar y luego en la derecha estaba siendo abrazada por Leslie que también estaba abrazando por el lado derecho a Andrés.
Aurora vio a sus compañeros… Aquellos que sufrirían en caso de que ella muriera y aquellos que ella perdería.
Cuando sus pensamientos se dirigieron en esa dirección, ella volvió a controlarlos al darse cuenta de que Shao Ya la miraba y Alice le prestaba atención.
"¿Hay espacio para uno más?" Preguntó Liam que vino desde el comedor.
"¿No estás muy viejo para un abrazo?" Cuestionó Aurora al ver al hombre.
Los demás se alejaron del abrazo como si no quisieran ser vistos en una situación vergonzosa y solamente quedó Nicole que trataba de recuperar la calma.
"Qué cruel, jefa. ¿Cómo puede decirme que soy viejo?" Exclamó Liam poniéndose la mano en el corazón como si estuviera herido.
Liam se notaba relajado y le dio una sonrisa de calma, como si ya no tuviera que cargar con algunas responsabilidades que no deseaba, pero Aurora también notó la mirada del hombre que daba a entender que había trabajo.
"Es la verdad y la verdad no tiene que doler." Respondió Aurora con una sonrisa y con su mirada dio a entender de que hablaran luego. "Aunque aceptaría una cerveza."
Liam al escucharlo se fue a la cocina para buscar una cerveza y Aurora vio como Nicole se apartaba, limpiándose los ojos.
"Lo siento." Murmuró Nicole ligeramente avergonzada.
"Es bueno que te disculpes, siento que mis huesos casi fueron aplastados." Respondió Aurora y simplemente se rio al ver que Nicole se sonrojaba.
No importa cuánto los estudiantes crecieran para Aurora, ellos seguían siendo sus compañeros y amigos, con lo cual había pasado un año juntos.
Ellos maduraron y Nicole era un buen ejemplo, pero madurar no significaba cambiar totalmente y para Aurora, fue bueno ver a su compañera avergonzarse.
Aurora recibió la cerveza de Liam y se sentó en el sofá, notando que la atmosfera era más relajada, ella abrió la cerveza y bebió un trago.
"¿Por qué me miran tan intensamente?" Preguntó Aurora y viendo que sus compañeros no apartaban la mirada, pidió. "¿Qué tal si me ponen al día?"
La conversación inició primero con Leslie hablando un poco de lo que estaba sucediendo en las tierras de Egipto luego de la limpieza.
Se hablaba de que algunos egipcios querían volver y las autoridades estaban dando entierro a todos los no-muertos que quedaban mientras limpiaban los remanentes.
Luego la conversación pasó a Clémentine y la falta de noticias de ella. Tan solo para hablar de Érica y el portal abismal del cual recibieron noticias recientemente.
Entonces el grupo conversó sobre lo que sucedía, algunas noticias de las tierras sin ley y de la Empresa Cosmos, que se decía que ocultaba algo grande y luego de la iglesia, pero antes de profundizar se cambió de tema.
Leslie contó un poco sobre su habilidad y habló con confianza sobre que estaba cerca de ascender, llevando a que Andrés también contara que a pesar de que trabajó duro no pudo ascender, pero mostró confianza para continuar y más cuando se comparó con la tiradora.
Nicole no hablaba de su trabajo, pero si hablaba de su entrenamiento y como entrenaba luchando con todo tipo de enemigos.
Akira contó sobre sus compañeros que seguían trabajando y Shao Ya habló de su familia y como China se estaba recuperando. Mencionó a la Empresa Apicius que se había adentrado en esa nación y estaba apoyando a varios individuos, siendo los hermanos Tao los más favorecidos.
Ninguno de ellos hablaba de su situación, ni preguntaron que planeaba hacer o que se estaba haciendo, y Aurora tampoco preguntó y simplemente disfrutó la calma.
Si antes sus compañeros estaban tensos y nervioso, ahora lentamente se iban relajando y parecían tranquilos.
Aurora los dejó hablar y de vez en cuando comentaba o preguntaba sobre temas de su interés. Pareciendo relajada, como si lo que había sucedido fue un pequeño evento insignificante.
Los estudiantes no eran tontos, pero Aurora siempre se le dio bien mostrar una sonrisa tranquilizadora que incluso alguien como Akira era engañada… O se dejaba engañar.
Ella estaba viva… Eso era lo único que importaba y ellos se relajaron al verla bien, al escuchar sus bromas o verla sonreír y curiosear sobre ellos.
El tiempo pasó y sus compañeros siguieron hablando hasta que llegó la hora del almuerzo en el cual Shao Ya fue a preparar y los demás que ya estaban más animados fueron ayudar o a comprar bebidas para disfrutar juntos.
Aurora, por su parte, se excusó con ir al baño y volvió al segundo piso y fue al baño cerca de su habitación.
Al mirarse en el espejo en el interior y afirmarse en el lavamanos, ella vio su sonrisa desaparecer lentamente.
Sus compañeros estaban animados por verla bien y ella al verlos a ellos se dio cuenta de lo que estaría perdiendo en caso de que muriera… Perdería a su hermana, a sus amigos y compañeros y también los haría sufrir.
Ella no quería eso… Pero fue asesinada y murió.
No importa cuán preparada para luchar a muerte estuviera o preparada para morir por sus ideales, ahora se daba cuenta de que nada podía prepararla para morir.
"Alice… ¿Puedes dejarme sola?" Pidió Aurora en voz baja.
El baño estaba cerrado, pero ella sabía que su hermana la estaba mirando y vigilando desde la oscuridad y por eso le pidió que por favor la dejara en solitario. Quería tiempo para ella sola y Alice obedeció y la oscuridad oculta en una esquina desapareció.
Aurora activó su artefacto de ocultación y luego se acercó al lavamanos para mojarse la cara y al levantar la cabeza se vio a sí misma y notó que estaba temblando.
Ellos no pararían… Tal era la idea que su cuñada le dijo.
Los asesinos que la mataron una vez no se detendrían y lo intentarían otra vez, no importa si un Primordial la protegía y ella tuvo miedo.
Ahora que se daba cuenta de lo que perdería y de la tristeza que causaría y tuvo miedo de morir.
Ella se afirmó en el lavamanos y a causa de su fuerza lo quebró dejando caer los trozos al suelo.
Temía porque si aquellos que la quisieron matar no se detenían, ella tampoco lo haría y ella arriesgaría su vida por sus ideales y por primera vez en mucho tiempo, tenía mucho que perder.