Una joven mujer de un largo cabello marrón subió por las escaleras y llegó a una sala de bar. Varios hombres y mujeres estaban sentados en las diferentes mesas y cerca de la barra, la mayoría mostraban un aura de rango S y una frialdad profunda.
Cada uno de ellos eran asesinos que trabajaban o pertenecían a la Sociedad de Asesinos en donde la mujer trabajaba.
"¿Me dijiste que tenías noticias?" Preguntó Amaya, antiguamente conocida como la 'Sombra'.
Ella se había hecho un nombre por su cuenta y había trabajado en diferentes partes del mundo completando diversos trabajos y tenía cierta reputación.
A pesar de que se había retirado, en realidad seguía trabajando para la Sociedad de Asesinos, que fueron quienes la cuidaron durante muchos años. Ella se había convertido en una asesina, pero al menos en esta sucursal, los miembros eran unidos y se preocupaban el uno por el otro.
Amaya estaba preocupada por Jake y su insaciable deseo de venganza y ahora su conocido que manejaba la taberna del bar de asesinos le había enviado un mensaje.
Ella miró al anciano esperando la respuesta y pudo notar que la expresión del anciano que la conocía durante unos años era compleja.
"Sí. He recibido noticias de él." Dijo el anciano y usando su reloj holográfico, proyectó un video.
En el video estaba la Glotona, también conocida como Alice Campbell y luego la cámara se giró y Amaya reconoció a Aurora Campbell.
La asesina de muchos de los altos mandos del Gremio The Eternal Guards. Antiguamente conocida como la Primera Heroína y en la actualidad llamada la Protectora de Zerzura.
Jake le había contado muchos detalles de esa mujer que actualmente era el objetivo de venganza de su amigo.
Amaya entendía ese deseo de venganza. Ella misma tuvo padres que eran miembros del gremio y que probamente fueron asesinados por esa mujer o quizás por alguien más, pero a diferencia de Jake, ella no buscó venganza.
Si bien lo quiso ayudar y apoyar, ella misma no quería venganza y no podía buscar venganza cuando tenía que cuidar a su hermana.
"…"
En el video la mujer desenvainó su espada, pero fue impactada por un proyectil desconocido y su hombro quedo destruido al igual que parte del pecho. Al segundo siguiente el tiempo retrocedió y en un instante después, el Sumo Pontífice Abraham apareció, reviviendo a la mujer.
Luego la grabación se movió de manera desordenada y entre aquellos que corrían para todas partes, se grabó como la Glotona levantaba la mano y liberaba su poder. El brazo destruyó la calle y las personas desaparecieron antes de ser impactadas y luego un edificio fue destruido por la mitad.
El video terminó de esa manera.
"Jake…" Murmuró Amaya bajando la cabeza y levantando para mirar al anciano, preguntó. "¿Él escapó?"
Cada sucursal tenía un líder que dirigía y este anciano era uno de ellos. Alguien que tomó a muchos jóvenes y adultos durante la guerra europea-demoniaca y les dio un hogar. Al igual como la oportunidad de hacerse un camino en el mundo de asesinos y ella era uno de esos prometedores jóvenes.
Al igual que lo fue Jake.
El anciano frunció el ceño al verla y sus arrugas se volvieron más evidentes, pero él dio un suspiro.
"La Iglesia del Tiempo y el Espacio y otras influencias están acallando todo. Nadie sabe nada. Aunque que la Glotona causó tanta destrucción en la ciudad de Jerusalén ha provocado que varios líderes locales se quejen y exijan la respuesta… Esos líderes se han callado cuando la Empresa Apicius pagó para reparar los daños y probablemente guardar silencio." Respondió el anciano y mirándola con pena, murmuró. "Creo que debes estar preparada para la peor situación."
Jake falló… Ella había escuchado mucho de Jake y entendía que Aurora Campbell era favorecida por el Dios del Tiempo y el Espacio.
Tal favoritismo no detuvo a Jake y él continuó queriendo cumplir su venganza, incluso aunque tuviera que hacer tratos o meterse con gente peligrosa y logró acertar con su disparo, hasta probablemente asesinando a esa mujer.
A pesar de su esfuerzo, su trabajo fue corregido en un instante y el tiempo curó a esa mujer y Jake probablemente fue capturado.
Peor aún, no solamente falló, sino que fue capturado y como el video estaba siendo censurado, solamente había rumores de lo sucedido y nadie sabía del tirador… Y quizás nadie supiera más de él.
Las personas que lo capturaron podrían tratarlo por fuera de la ley y esas dos hermanas tenían influencia para hacer lo que desearan.
Ya fuera encerrar un criminal, torturarlo o asesinarlo.
Ella necesitaba…
"No lo pienses." Dijo el anciano de repente. "Tienes a tu hermana, Amaya. No hagas algo de lo que te arrepientas. A quien se enfrentan es un rango SS. Uno que destruyó un edificio blindado con un solo movimiento."
Amaya volvió a mirar la proyección en donde el edificio fue destruido por un gigantesco brazo de oscuridad y a pesar de que entendía que los edificios de la nueva ciudad de Jerusalén estaban altamente blindados y reforzados, la idea aparecía.
¿Podía rescatar a Jake? Antes de que lo asesinaran o le hicieran algo peor, ella podría tratar de rescatarlo.
"Vuelve con tu hermana, Amaya. Deja todo detrás todo, incluso a él." Aconsejó el anciano.
Ella y Jake luego de que sus padres murieran, se criaron juntos.
Jake fue guiado por su deseo de venganza y trató de aprender y mejorar y ella lo siguió, ya que necesitaba fuerza para proteger a su hermanita y ambos se convirtieron en asesinos. Aceptaron trabajos difíciles y lograron una reputación a una corta edad.
Amaya eventualmente se retiró sabiendo que en este trabajo no se vivía demasiado, pero Jake quiso venganza y continuo hasta que logró encontrar la verdadera identidad de su objetivo. Hizo todo lo posible por su venganza y ahora fracasó.
¿Ella podría rescatarlo? No… Amaya se mordió los labios y contuvo las lágrimas que amenazaban con salir.
El anciano tenía razón. No importa cuánto ella quisiera ayudarlo, no podía. No en este momento que tenía que proteger a su hermana y él antes había rechazado su ayuda con la venganza.
Jake se dio cuenta de lo que iba a hacer era una misión suicida y se preparó para sufrir las consecuencias de fracasar.
"Chatarra de mierda."
La voz de una mujer vino de repente y Amaya salió de sus pensamientos dirigiendo la mirada a la mujer que gruñía mientras miraba su reloj holográfico.
"¿A ti también se te actualiza el reloj holográfico? He tenido dos actualizaciones en una hora."
"¿Dos? Yo voy por la tercera."
"Quinta aquí."
Los hombres y mujeres que estaban bebiendo se miraron luego de darse cuenta de todos estaban teniendo actualizaciones con sus relojes holográficos y Amaya revisó su reloj holográfico y vio que se estaba actualizando.
Ni siquiera usaba el sistema creado por la Empresa Cosmos, así que no tenía sentido que se actualizara cuando ella tenía una seguridad privada y ella no era la única.
"Vuelve con los demás." Ordenó el anciano de inmediato al fruncir el ceño.
La seriedad de los otros asesinos fue evidente y Amaya tragó todas sus emociones y pensamientos y bajó por las escaleras moviéndose por el pasillo.
Esta sucursal de la Sociedad de Asesinos era secreta y estaba en un lugar oculto en Iraq. Arriba era un bar en donde los asesinos de mayor confianza se reunían, mientras que abajo existían distintos pasillos y habitaciones en donde vivían las familias de los asesinos.
En algunas habitaciones existían aulas para la educación, lugares de entretenimiento e incluso un jardín para descansar y ella se dirigió a la habitación de su hermana, que estaba al lado de la suya.
Pudo escuchar que los demás que vivían aquí también estaban molestándose por las actualizaciones y si antes fue raro, ahora mismo la rareza era extrema… ¿Tantas actualizaciones en el mismo momento?
¿Qué era lo que estaba sucediendo?
"Sara prepárate. Saldremos de inmediato." Ordenó Amaya al entrar en la habitación de su hermana.
Su hermana, que estaba haciendo la tarea, la miró y asintió dándose cuenta de su seriedad. Ella también fue a prepararse y fue a buscar su anillo espacial para usar sus armas.
Lamentablemente, este sitio impedía los viajes espaciales, así que ellos no podían usar artefactos de movimiento espacial, pero podían salir por círculos mágicos y moverse de inmediato.
Esta sucursal era secreta y las únicas entradas eran los círculos mágicos y aunque ella estaba siendo paranoica, no le gustaba que hubiera tantas actualizaciones al mismo tiempo.
Algo estaba sucediendo… ¿Se trataba de Jake? Él trató de asesinar a alguien favorecida por el Dios del Tiempo y el Espacio, no sería raro que hubiera una clase de respuesta.
Esta sucursal era en donde Jake trabajaba y Amaya prefería estar lejos.
Su hermana fue a buscar su propio anillo espacial y en menos de un minuto estuvo lista. Sara era una niña de diez años, pequeña y tenía el mismo cabello que ella e igual de largo.
A pesar de que su hermana era joven, era inteligente y no preguntó lo que estaba sucediendo ni su preocupación.
Amaya salió de su habitación y fue con su hermana a la sala central en donde estaban los círculos mágicos de movimiento y ella se movió entre la gente para entrar.
Esta sala principal estaba llena de personas y era como un pequeño mercado subterráneo en donde la gente que vivía aquí vendía y compraba lo que deseaban y cuando Amaya se estaba dirigiendo a los círculos mágicos el suelo tembló.
Las paredes se movieron y también lo hizo el techo mientras que el polvo caía.
Ella abrazó a su hermana para protegerla en caso de que los escombro cayeran, pero el temblor se detuvo y se escucharon explosiones desde las entradas principales.
Amaya en este punto supo que los estaban atacando y ella mirando a su hermana buscó entre la gente y se acercó a una señora que conocía, quien le dio un asentimiento al tomar a Sara en sus brazos.
"Hermana…"
"Quédate aquí, Sara." Pidió Amaya mirando a su hermana decididamente.
Su hermana era inteligente y supo que algo malo estaba sucediendo y asintió a pesar de que tenía miedo. Siempre fue una niña valiente.
Amaya se alejó de la multitud que estaban reuniendo a los niños y se acercó con los otros al pasillo principal. Al igual que otros asesinos y usuarios de habilidades, ella se puso su equipamiento, preparada para la batalla.
Los magos a su espalda estaban creando barreras para proteger a aquellos que no podían luchar, pero personas como ella estaban en la primera fila.
Las luces del pasillo en dirección del bar estaban apagadas a causa del temblor, pero desde esa oscuridad se escuchaban pasos lentos y tranquilos.
"Qué agradable bienvenida."
La voz de un hombre vino desde la oscuridad y la figura se reveló llevando a que todos se quedaran en silencio. Era imposible no quedarse en silencio cuando estaban viendo a alguien que nadie desearía ver.
Mascará negra con dos perlas negras como ojos. La sonrisa grabada en la máscara parecía juguetona, pero toda su presencia ocultaba una profundidad siniestra.
"¿Por qué está aquí, señor?" Preguntó uno de los jefes de seguridad que estaban cubriendo el área.
A pesar de que su pregunta era honesta, él tenía su espada en la mano sin querer retroceder y era similar a aquellos que lo rodeaban. Necesitaban evitar la batalla o defender a sus familias a toda costa.
No tenía sentido que el Líder del Gremio, los Caídos, Mercurio, viniera a causar problemas.
"¿Le hemos hecho algo al Rey Demonio Pacífico?" Preguntó de vuelta el hombre al darse cuenta de que el hombre no le respondía.
Mercurio dio un paso adelante llevando a que todos levantaran sus armas… Cerca de veinte usuarios de habilidades de rango S estaban rodeándolo y el hombre caminó hacia ellos.
Amaya se sintió nerviosa y notó que los demás también, pero cuando ella intentó moverse no pudo. Su cuerpo quedó inmóvil y sus ojos seguían al hombre mientras caminaba hacia ellos.
"No se resistan." Ordenó el hombre y su pedido fue cumplido.
Amaya bajó la guardia física y mentalmente sin querer resistirse. Su mente consciente le decía que era peligroso, pero su cuerpo no podía reaccionar como ella quería y obedeció.
"Jake Holland. ¿Alguien lo conoce?" Preguntó Mercurio en voz alta y mirando a la gente que lo rodeaba, reveló. "Él ha causado problemas y ha despertado a alguien que no debía ser tocada. Ese alguien quiere que todos los que Holland ha conocido muertos y a los conocidos de ese conocido también."
El hombre caminó al frente de los diferentes usuarios de habilidades que se apartaban a su paso y luego paso al fondo en donde vio algunos ancianos protegiendo a las mujeres y niños con sus cuerpos.
"Protegiéndose como una familia…" Murmuró Mercurio al ver que todos trataban proteger a los niños.
Esta sucursal era un hogar para muchos de sus miembros que perdieron todo y no todos se convirtieron en asesinos, pero eran parte de la 'familia'… Un hogar en el que se cuidaban entre ellos.
Amaya vio que el hombre se quedaba mirando y notó como el hombre se limpiaba la sangre de las manos, ocultándola de los niños que lo miraban con miedo.
El hombre se quedó en silencio como si estuviera reflexionando sobre su decisión y Amaya no tuvo que pensar demasiado sobre que estaba reflexionando cuando él miraba a los niños.
"Yo… Yo. Lo conozco." Dijo Amaya en voz alta y sin esperar que el hombre se girara, pidió. "Llévame. No hay nadie más aquí que esté relacionado con Jake."
Su voz al principio temblorosa, cambió totalmente y mostró seriedad y determinación. Los otros que la escucharon quisieron moverse o hablar, pero no pudieron y solamente la miraron con sus ojos mostrando preocupación, pena e ira hacia Mercurio.
Ella les devolvió la mirada para que bajaran sus armas y se rindieran sin luchar.
A quien se enfrentaban no era un 'Rey Demonio', pero estaba en la misma altura. Había rumores de que era un hedonista que le gustaban las fiestas y las mujeres, pero incluso si eso era real, nadie negaba que era un hombre moldeado en el campo de batalla.
Mercurio 'nació' durante la guerra europea-demoniaca y fundó un gremio que ahora controlaba una nación. Su fuerza era reconocida y había rumores de que él fue la causa de muerte de muchos demonios de rango SS.
Amaya no sabía cómo él estaba relacionado con Jake y probablemente las hermanas, pero ya no importaba.
Ella necesitaba evitar la masacre que el hombre estaba considerando hacer… Una masacre que no miraba edades.
"Lo sé." Respondió Mercurio sin dirigirle la mirada y mirando entre los niños, murmuró. "Te lo dije. Ella quiere a los conocidos o familiares de las personas más cercanas a Jake."
Amaya sintió la frialdad de la voz y sus pelos se pusieron de punta cuando él levantó la mano haciendo una señal para que se acercara.
La multitud que estaba protegiendo a los niños se apartaron y dejaron a la vista a todos los niños que temblaban de miedo y ellos también se movieron hasta que Sara quedo a la vista.
"Por favor… Por favor… Solo llévame a mí." Pidió Amaya con una voz temblorosa.
Vio al hombre poniendo la mano en la cabeza de su hermana como un adulto calmando a una niña, pero ella se dio cuenta de que su hermana actuaba como un títere al estar controlada.
Ella rogó por piedad mientras las lágrimas caían de sus ojos, sabiendo lo que ocurriría si su hermana lo seguía. El hombre en su voz mostraba una frialdad inhumana.
"Yo…"
"Suficiente." Ordenó Mercurio y su voz paralizó a todos.
Amaya se congeló y hasta dejó de llorar a pesar de que estaba aterrorizada y sin importar cuanto esfuerzo pusiera para luchar, ella no podía moverse.
Su mente estaba activa, pero su cuerpo no reaccionaba… Ni siquiera podía llorar, solamente ver.
"Eres la más cercana a él. Al igual que ella." Dijo Mercurio y mirándola directamente, preguntó. "¿Creíste que con su muerte todo acabaría? La última vez que la hermana más amable quiso venganza mató a muchas personas. Hijos delante de sus padres. Padres delante de sus hijos. Debieron pensar las consecuencias."
Su voz sonaba molesta y parecía que estaba criticando una decisión errónea, no tratando de ser petulante, sino que molesto de que sus decisiones lo pusieran a él en una posición incómoda.
"Todos esperarán hasta que de mi orden. Tuve que matar a los de arriba, no me hagan tener que ensuciarme de vuelta con los que están aquí abajo." Dijo el hombre con frialdad al mirar a las personas y al ver que nadie respondía, preguntó. "¿Entendido?"
Junto a su pregunta, todos levantaron sus armas y se la pusieron cerca del cuello o se apuntaron con sus varitas a la cabeza.
Él no necesitaba ensuciarse las manos, no cuando podía controlar las mentes de las personas y obligarlos a hacer lo que él quisiera.
Amaya nunca había escuchado historias de batallas de Mercurio y la razón era porque todas terminaban antes de que comenzaran… Él era así de peligroso y a pesar de que ella quiso seguir rogando por la vida de su hermana, no pudo.
Su cuerpo lo siguió al igual que su hermana y ella ni siquiera pudo llorar, gritar o lamentarse… Simplemente obedeció.