En una silenciosa grieta de oscuridad, una joven mujer apretó los dientes y gruñó de dolor mientras se apoyaba con la espalda en la pared de la grieta.
Érica se dejó caer para apoyarse y apretó su mano formando un puño, para luego sacar de su anillo espacial varios artefactos para ocultarse.
"Maldición…"
El dolor que venía en su espalda la hizo gritar en furia y locura y en vez de contenerse, ella gritó confiando en los artefactos que acababa de activar.
Como había bebido un brebaje para ver en la oscuridad, podía notar la cueva estrecha en la que se había metido.
Que solo existieran dos caminos la preocupaban, pero en este momento necesitaba un lugar de descanso y este sitio era el único que le agrado luego de haber huido por más de media hora.
¿O quizás fue más? Érica no lo sabía con precisión y en vez de centrarse en el tiempo, ella sacó una poción y la bebió, dándose cuenta de que el efecto curativo era mínimo.
El dolor ardiente en su espalda era extremadamente enloquecedor y ella se mordió los labios, conteniendo las lágrimas que salían sin que ella pudiera evitarlo.
El aliento de esas serpientes draconianas no era una broma y las pociones no podían curar la carne quemada, llevando a que cuando su túnica tocaba su piel quemada, ella quisiera gritar y maldecir.
Sin embargo, no se dejó llevar por el dolor y en vez de eso, lanzó su hechizo de lancero de hielo.
Desde la entrada, el lancero de hielo se formó con su lanza levantada y la observó antes de clavar su lanza y proteger la entrada.
"Bastardo hipo de puta…" Gruñó Érica al mirar al lancero de hielo.
El lancero de hielo la traicionó… El espíritu artificial que era la réplica del Capitán de la Guardia Real de la Reina Margaret, en vez de salvarla a ella, salvó al príncipe Artorius.
Ella estaba enfurecida y al recibir la mirada del lancero, que no entendía lo que sucedía, la hizo enojar aún más.
El lancero tenía conciencia y Érica había pensado que dejarle la conciencia que le permitía tomar decisiones libremente era algo bueno, pero ahora se daba cuenta de que fue un error garrafal.
El Capitán de la Guardia Real protegería a la Reina y a la Realeza y lo haría ya fuera en la vida real o como una réplica y en ese momento en el que salvó al príncipe fue lo mismo.
Sin embargo, saberlo no significaba que le agradara.
"Me encargaré de tu lealtad… Borraré cada signo de tu lealtad hacia la realeza o cualquier otra persona. Me encargaré de convertirte en un títere." Dijo Érica y al ver que el lancero de hielo la miraba, murmuró. "Te haré obedecer todas mis órdenes, incluso si te ordeno que mates a la reina y al bastardo del príncipe… Obedecerás."
Su murmullo llevaba la ira del dolor del momento y se fusionó el enojo de que el príncipe se fuera sin luchar y con la traición del lancero de hielo, dando un sentido de veracidad a su voz que iba más allá del calor del momento y la réplica al escucharla sostuvo la lanza a la defensiva.
Tal acción la enfureció aún más y Érica movió la mano para deshacer el lancero y lo convirtió en un simple soldado de hielo.
Apretando los dientes, ella se apartó de la pared y luego se quitó la túnica, quedando con el torso desnudo y entonces utilizó un artefacto para reflejar su espalda.
La quemadura todavía continuaba y la carne quemada, junto a protuberancias llenas de pus, eran tan asquerosas de ver como malditamente dolorosa.
Érica se lanzó unas pociones y aunque ardió, se dio cuenta de que no había cambio y ella tomó la decisión de inmediato.
Cerrando sus ojos, manejó el hielo en su mente y luego de abrir los ojos, hizo que un cuchillo de hielo cortara la carne quemada de su espalda.
Su magia de hielo le dio filo extremo a su cuchillo similar a una espada de metal y...
"HAAAAAAAAAA!"
El cuchillo de hielo cortó la carne, profundizando en la herida, sacando parte de carne quemada y rompiendo las protuberancias desde la cual salió pus, y a pesar del dolor, Érica no se detuvo.
Ella gritó con ira, locura y siguió quitando toda la quemadura mágica que la afectaba y en un punto ella cayó en contra la pared.
Las lágrimas caían por sus ojos, mientras que de su espalda la sangre salía y el último pedazo de carne quemada cayó al suelo.
Tuvo que mutilarse ella misma porque esta quemadura no era fuego normal y tuvo que quitarse la parte superficial ante de usar otra poción nuevamente.
Esta vez la poción hizo efecto y el sangrado se detuvo, pero la curación fue más lenta de lo que ella había esperado.
"Mierda…"
Érica volvió a maldecir otra vez mientras las lágrimas continuaban cayendo sin que ella lo pudiera parar.
¿Cometió un error en venir aquí? Tal pregunta vino a su mente y ella se mordió los labios para luego limpiar sus ojos y sacó un pergamino para usarlo en ella misma.
Quizás subestimó la dificultad del portal abismal, pero no fue un error el venir aquí y esta fue su decisión.
Lo que si fue un error fue confiar en Artorius… Érica había imaginado que el príncipe haría algo más que huir con la cola entre las patas.
Incluso si se puso nervioso o huyó porque temía por Morgan que estaba herida, para Érica debería haber hecho algo como ella lo hizo.
"Bastardo de mierda… Es decepcionante…" Murmuró Érica esta vez con mayor calma.
Ella estaba decepcionada con el príncipe, ya que fue él quien la invitó y en vez de mostrar una actuación brillante o respetable, fue patético.
Ya le había molestado que tuviera sexo durante la expedición, pero esta vez la enfado aún más, ya que le mostró un lado poco confiable.
Érica no quería que dejara a Morgan o algo de ese estilo, pero si hubieran estado juntos, podrían haber luchado y quizás defendido a tanto Morgan como a Sasha, pero el príncipe no hizo nada de eso.
Mayor que estar enojada con el príncipe, ella estaba enojada y decepcionada consigo misma.
Debería haber imaginado que la réplica del lancero de hielo, sin limitar, podría traicionarla en cualquier momento e incluso atacarla… No le había puesto ninguna restricción o limitación, ya que ella imaginó que la réplica era perfecta.
La réplica sabia como actuar por su cuenta y también había mostrado una destreza y toma de decisiones sin igual, pero ahora se daba cuenta de que, si se enfrentaba a algunas situaciones, la traicionarían.
La amenaza de matar a la reina y al príncipe fue la prueba de que la réplica era leal a la Reina, al igual que lo era el verdadero Capital de la Guardia Real.
Sin embargo, eso ya no importaba.
Había sobrevivido y era momento de avanzar para adelante, buscar a los demás y si era posible reencontrarse con los demás, especialmente Meredith o Cécile.
El enemigo que se encontraron detrás de esas grandes puertas logró herir mortalmente a la criatura en la que Meredith se había transformado, pero durante el desastre que vino después, Érica había escuchado que la batalla continuaba.
Nunca había visto a la Directora Meredith luchar, pero había escuchado rumores y como una maga de curación, la directora de la Academia Merlín no iba a morir fácilmente. Quizás no era inmortal, pero se podía transformar en todo tipo de criaturas que la mantendrían viva.
Ese enemigo mostró una fuerza más allá del rango SS y si bien Érica no sabía si era un rango SSS, todavía era preocupante y más si se agregaba ese gigantesco dragón oriental.
De cualquier forma, el primer paso para ella era volver a reagruparse…
"…"
Érica que estaba dejándose llevar por sus pensamientos, escuchó ruido desde el fondo del túnel y de inmediato se levantó mientras el hielo avanzaba por el túnel saliendo en una esquina.
Ella adelantó y voló por el túnel atravesando el hielo que se deshacía y al avanzar, giró por una esquina del túnel y frunció el ceño al ver otro acantilado.
¿Alguien la estuvo escuchando? Tal duda la puso en alerta y de inmediato avanzó por otro túnel, moviéndose y adentrándose profundamente.
Cuando encontraba escombros, ella usaba una varita de magia de tierra para continuar y luego de haberse retirado, utilizó el reloj holográfico que todavía funcionaba para tratar de captar señales.
Para su buena suerte detectó una señal cercana y ella, al estar a punto de lanzar su lancero de hielo, se detuvo.
"Solo puedo confiar en mí mismo…" Murmuró y respirando hondo, anunció. "Tengo que sobrevivir… Tengo que sobrevivir… Voy a sobrevivir."
Al decir las últimas palabras sacó el artefacto para crear réplica que Agatha le dio y la utilizó en sí misma, sintiendo como el artefacto la analizaba mentalmente y luego cerrando sus ojos organizó el hechizo temporal en su mente.
Era un archimago y el hechizo de lancero de hielo lo había aprendido y rehecho muchas veces para prepararse para sus lanceros autónomos, pero ahora necesitaba cambiar de perspectiva y en vez de usar la réplica del lancero, decidió usar la suya.
Al abrir los ojos, Érica volvió a utilizar el artefacto que grabó los códigos de la 'réplica' en su mente y ella, al ponerlo en un hechizo, lanzó su nueva 'maga de hielo'.
La figura se formó a su lado y Érica se quedó en silencio al notar que la figura era igual que ella, incluyendo la túnica y la varita. La maga la miró y Érica devolvió la mirada centrándose en los ojos cristalizados y asintió.
"Tenemos que sobrevivir…"
El pensamiento de la réplica vino a su mente y llevaba el mismo deseo de supervivencia que ella… Érica apretó su puño y se movió de vuelta.
La réplica de ella misma tenía una conciencia similar a la del lancero de hielo y, por ende, sabía que era 'falso', pero era probable que para la misma réplica se sintiera real… Lo que significaba que actuaría con miedo o por deseos y la podría traicionar.
Sin embargo, Érica confiaba en sí misma, en su voluntad de sobrevivir y en su sentido de identidad, y por tal razón confió en el clon de hielo y voló por la grieta hasta que salió en una grieta principal de diez metros de anchura.
La altura se extendía hasta el cielo y esta vez no había niebla gris, dejando en claro que estaba lejos de la entrada y de donde venía esa niebla. La falta de niebla no la hizo bajar su guardia, pero Érica avanzó hacia donde estaba la señal y luego de un par de minutos, escuchó los ruidos y se acercó con mayor cautela.
Desde la distancia podía ver una barrera de luz rodeada de varios cadáveres y entre los cadáveres, estaba vivo un escorpión que golpeaba la barrera de luz que lentamente se desmoronaba.
Érica al darse cuenta de que no había otros enemigos, voló y su réplica fue quien se adelantó y atravesó al escorpión de hielo con una lanza, dejando que ella se acercara a la barrera de luz que se deshizo.
"…"
La visión del interior dejó a Érica boca abierta.
Dennis estaba tirado en el suelo con los órganos desparramados y cortado a la mitad por una pinza del escorpión y a su lado estaba Sasha con un aguijón atravesándole el estómago.
El bastón de Sasha era lo que liberaba la luz que conformaba la barrera y Érica primero sintió el asco y la conmoción al ver el cadáver de su compañero, pero luego al ver que los parpados de Sasha se movían, se acercó a ella.
Érica sintió el pulso de vida que lentamente se desvanecía en Sasha y de inmediato sacó un pergamino de emergencia y luego un artefacto que liberó un aura verde.
Entonces rompió el pergamino de emergencia y una luz cubrió a Sasha estabilizando a la joven.
"Sobrevivirás…" Dijo Érica al notar que Sasha abría lentamente los ojos.
Los rangos S eran duros y aunque un mago era físicamente débil, mientras se mantuviera con vida podrían salir de esta dificultad… Aunque fueran atravesados por un aguijón y tuviera un agujero en el pecho.
Érica al ver el aguijón sacó otro pergamino y luego tres pociones y calmándose a sí misma extrajo el aguijón y abrió los frascos vaciando el contenido en la herida.
El pergamino evitó que se desangrara y mantuvo el cuerpo por medio de la energía mágica, permitiendo que las heridas se cerraran, pero el agujón no solamente había dañado los órganos internos, sino que algunas partes del cuerpo estaban destrozadas y otras partes cayeron al suelo.
Mantener un ser humano vivo por medio de la energía mágica era posible y para eso estaban los pergaminos, pero no durarían demasiado.
"Dennis…"
Sasha despertó por el dolor y su murmulló hizo que Érica temblara sutilmente mientras trataba de ponerle un anillo de curación a la joven para que no muriera.
Toda la expedición tenía varios artefactos y como Meredith era una maga de curación de rango SS había creado varios artefactos en formas de anillos o muñequeras que mantendrían vivo a una persona, incluso si tenía heridas graves o perdían partes de su cuerpo.
No obstante, sin importar cuan poderosa fuera, Meredith no podía revivir muertos…
"Concéntrate en ti misma. Mantén la conciencia." Ordenó Érica moviendo a Sasha de tal modo que no viera a su compañera.
Sasha tembló y se mordió los labios mientras trataba de levantarse, volvió a caer con los ojos entrecerrados, sutilmente perdida.
"Dennis… Su cuerpo… Lleva su cuerpo…" Murmuró Sasha y en voz baja, agregó. "Tengo su alma… Atrape…. Su alma."
Al escuchar esas palabras notó que Sasha abría su mano revelando un cristal y Érica abrió los ojos sorprendida.
¿Había capturado el alma de Dennis en un cristal mágico? No era extraño que existiera esos artefactos, pero era raro de que alguien lo hiciera, ya que se consideraba por algunos países como un acto ilegal.
Sin embargo, si tenían el alma y el cuerpo, tendrían la posibilidad de revivir a su compañero y aunque iba a ser complicado, ya que se necesitaba expertos nigrománticos o espiritualistas e incluso dioses, la posibilidad de traer su compañero a la vida existía.
Érica actuó de inmediato y guardó el cuerpo de Dennis en el anillo espacial diseñado para mantener los cadáveres de las bestias en el mismo estado en el que fueron asesinadas.
"Listo." Dijo Érica y levantando a la joven, agregó. "Aunque duela, aguanta… Tenemos que salir de aquí y buscar un escondite."
Levantó a la joven con cuidado y observó el agujero en el estómago que estaba cubierto por la barrera del artefacto que le había dado y luego, alejando la vista, voló con ella a su lado, alejándose.
Los artefactos de ocultación seguían activos y Érica voló despacio y cautelosamente, mientras que Sasha finalmente volvía a dormir.
El clon de hielo avanzó adelante mientras que la grieta se inclinaba hacia arriba y luego de cinco minutos, ambas salieron a una grieta principal mucho más grande.
Antes de salir, Érica se detuvo y se ocultó aún más, notando que en lo alto del cielo estaba el sol brillante y más allá volaba el gigantesco dragón oriental deslizándose por el cielo con sus crías.
El dragón tenía algunas heridas en su largo cuerpo, pero no estaba herido fatalmente y Érica aguantó la respiración, esperando que no lo detectaran.
Cuando esa poderosa criatura desapareció, ella se detuvo por varios minutos y suspiró aliviada.
Tenía que buscar refugio y esperar a que su compañera despertara antes de buscar a los demás y en caso de que ellas dos fuera las últimas, era necesario buscar el portal para escapar.
Después de todo tenía que sobrevivir sin importar el costo.