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Historia Paralela La Caída Capitulo 16: Siguiendo su propia voluntad.

En un edificio cerca de un famoso hospital, se escuchaba una alarma.

"¡Resguárdense en sus casas! ¡Todos vuelvan a sus hogares! ¡En este momento!"

Esa voz estaba extendiéndose por las calles de Nueva York, proviniendo de un helicóptero que estaba volando por el cielo dando aviso con cierta alarma.

La respuesta fue un cohete que voló desde la terraza de otro edificio y el helicóptero tuvo que esquivar, pero el misil golpeó la cola del helicóptero, llevando a que empezara a arder y a perder estabilidad.

"¡Precaución! ¡Precaución! ¡Ataque enemigo!"

La voz se extendió y el helicóptero, se dirigió un edificio residencial causando risas en aquel que había disparado el cohete.

"…"

A diferencia de lo que cualquiera esperaba cuando el helicóptero se acercaba al edificio, no hubo explosiones, sino que una esfera de agua tragó el helicóptero, impidiendo que aquellos del interior salieran heridos o el helicóptero explotara.

Y luego desaparecieron con magia espacial.

"Al parecer hay alguien poderoso protegiendo a la familia de Crawford!" Dijo el hombre que disparó el cohete y con una expresión seria, ordenó. "¡Muévanse ahora!"

Desde otros edificios cercanos varios hombres se lanzaron flotando volando en dirección al edificio, adentrándose por las ventanas y por el suelo.

Sus fuerzas incluían varios rangos A, y aunque cada vez esos usuarios de habilidades aumentaban aún más en número, este grupo era especial.

Compuesto por la elite de la elite, ellos fueron contratados para secuestrar la familia de Crawford, en busca de que ese hombre se rindiera.

La debilidad del 'Escudo de Hierro' de Estados Unidos, era su familia.

Observando con un binocular mientras las batallas estallaban en el interior, ese hombre no se dio cuenta de que detrás de él, estaba una figura.

"Son nuestros objetivos. ¡Quemémoslo!"

"No, no, debemos degollarlo."

Dos voces con diferentes emociones y con el mismo tono salieron de la figura, llevando a que el hombre se diera vuelta tratando de sacar su arma.

Fue demasiado tarde, ya que la figura movió su dedo señalándolo mientras lanzaba un hechizo de magia mental.

"Es mejor ser amables. Necesita conocer la Voluntad de nuestro magnífico Señor." Dijo la figura mientras el viento revelaba su rostro.

Un hombre delgado y demacrado, con un cabello blanquecino canoso y una mirada perdida, que en este momento estaba llena de fanatismo.

La magia mental invasiva como un cuchillo se adentró en la mente del hombre que lideraba el grupo de ataque, extrayendo la información y haciendo aparecer nombres de existencias que causarían terror.

El Diablo Primordial y mayor que todo, el gran y poderoso ídolo de adoración… ¡Karzhal!

Melador se rio divertido y esta vez fue su turno de mirar al edificio, observando como aquellos que estaban en el interior eran emboscados por su gente.

"¡Alabado Sea!"

*BOOM*

Un mago lunático se inmoló a sí mismo y lo más increíble fue que el fuego, no lo quemó, sino que encendió su locura y explotó parte del edificio, causando que varios de los atacantes murieran.

Desde la calle otros lunáticos salieron riéndose atrapando a los atacantes y aunque algunos ni siquiera eran rangos A, el número era un asunto aterrador.

Melador observó el edificio viendo la batalla que ocurría en los diversos pisos mientras sus ojos cambiaban.

"¡Deberíamos torturarlos a todos! ¿Cómo se atreven a atacar a nuestra fundadora? Merecen ser degollados. Déjame degollarlos a todos."

"No. Debemos aumentar nuestros números. ¡Ella volverá con nosotros junto a él! ¡Y una vez que nuestro Señor vuelva el mundo será suyo!"

La voz vino del mismo hombre, pareciendo que estaba hablando solo y la rareza de la expresión cuando hablaba, dio la impresión de que eran diferentes personas.

"No, nosotros solo tenemos un deber y ese es asegurar la familia de la Fundadora." Dijo Melador y observando que los atacantes se estaban por retirar, ordenó. "¡Háganlo!"

Su gente se retiró de repente a rápida velocidad y entonces…

*Boom*

*Boom*

*BOOOM*

Las explosiones sucedieron de manera sucesiva en la base del edificio, llevando a que causara un derrumbe con los atacantes en el interior y un par de su gente, que no quisieron huir.

Una nube de polvo y tierra se extendió por el aire, cubriendo los alrededores ante la caída sistemática de todo el edificio.

Mañana se encontrarían varios cuerpos y entre ellos la familia de la Fundadora.

Mientras que la verdad era que la iglesia que había venido antes se encargaría de resguardarlos ocultando sus identidades.

Viendo como los atacantes se retiraban, Melador dio una sonrisa al haber ayudado a la familia de la Fundadora.

En donde fuera que estuviera Alexa Crawford, probablemente estaría un poco contenta de que su familia no muriera.

Si es que no los había olvidado cuando se encontrara con su Señor.

******

En una sala, un gorila la salió de una habitación y volvió a su forma humana, utilizando un artefacto de limpieza para quitarse el sudor de su cuerpo desnudo.

Cabello totalmente verde y ojos del mismo color, esa mujer caminó desnuda sin ocultar su figura y cierta sonrisa feliz en su rostro.

"Deberías descansar y no estar cambiando de forma tantas veces."

Desde la misma habitación un gorila de pelaje blanco salió del lugar mientras hablaba utilizando un artefacto.

Una bestia mágica… Específicamente una de las primeras bestias mágicas que 'despertaron' en este mundo.

En el mundo múltiples bestias despertaban obteniendo inteligencia y aunque eran acontecimientos sorprendentes, no lo era para los jugadores que viajaron a otro mundo.

Algunos hablaban del peligro de las bestias que buscarían tomar un lugar propio en este mundo y otros lo utilizaban como algún tipo de fenómeno de zoológicos o no le importaban y seguían cazándolas.

Los humanos eran muy diferentes entre ellos y algunos podían ser tan crueles, como peculiares y este era uno del último caso.

"No te preocupes. Mi hechizo ayuda a mantener mi cuerpo. Aunque crece rápido." Dijo Corina, conocida como la Rebelde.

Aquella que llevó a que los jugadores enloquecieran y trayendo desastres a esta nación.

En este momento, se tocaba la panza sonriendo con cierto cariño al observar al gorila.

"Aun así… No deberías esforzarte." Dijo el gorila acercándose y poniendo la mano en la cabeza de esa mujer, mientras él caminaba en dos patas.

"Hay que hacer lo necesario. Últimamente, las bestias mágicas están despertando con mayor número. Utilizar a los jugadores para que las libere es excelente." Respondió la mujer y dando una sonrisa desenfrenada, añadió. "Y es emocionante."

Los Estados Unidos de América estaban en una situación precaria en donde los jugadores pululaban por todas partes causando estragos.

Robos, asaltos, asesinatos, violaciones, destrucción y miles de fechorías más eran llevadas a cabo en esta nación.

Los héroes que estaban apareciendo y otros que estaban viniendo de otras naciones para apoyar, estaban actuando, defendiendo y protegiendo a los inocentes.

Sin embargo, esos inocentes eran humanos y nadie le daba importancia a las bestias mágicas que despertaban y que seguían siendo tratadas como animales.

Corina creía que como un druida era su deber proteger a las bestias mágicas, cooperar y relacionarse con ellas.

"Necesitan alguien que ayude. Como yo te ayude a ti y cooperar con esos tipos, es un medio para lograr nuestros objetivos." Dijo Corina en calma.

Ella era el rostro de la rebeldía y del levantamiento de los usuarios de habilidades y jugadores, pero detrás de ella se encontraban un grupo de ambiciosos que deseaban tomar el poder de Estados Unidos para ellos mismos.

Familias ricas y prestigiosas, que tenían un extenso historial de actuar en las sombras y que por mucho tiempo dirigieron la política en la oscuridad y la única diferencia, era que ahora querían todo para ellos mismos.

Y para lograrlo necesitaban causar cierta destrucción que debilitara a esta nación.

Después de todo, ellos ya tenían individuos leales bajo su mando, extendidos por múltiples ramas del gobierno y que algunos militares no se movieran era la prueba de su capacidad.

"¡Entonces déjame luchar a mí!" Pidió el gorila solemnemente.

La mujer sonrió y lo abrazó totalmente desnuda, llevando a que el gorila sonriera revelando sus dientes puntiagudos.

"Señora. Nos ha llegado un uniforme. La Familia de Crawford ha muerto, el edificio explotó y se derrumbó."

Antes de que ambos se acercaran más, una voz provino desde el exterior y Corina puso una expresión seria ante esa falla.

La mejor manera para detener a Frederick Crawford que opusiera su última resistencia era con su familia y ahora no la tenía.

"Prepara a la gente. Tendremos utilizar la fuerza." Dijo Corina sin ocultar la frialdad.

Según esas familias que la estaban apoyando, ellos con sus espías consiguieron la información que debajo del pentágono se encontraba un arma secreta.

La última arma que podría cambiar el mundo y detener esta guerra civil y Frederick deseaba activarla.

Al menos tal era la información que obtuvieron los espías y aunque desconocían la certeza de esa información, Corina necesitaba atacar.

No pudieron obtener medios para negociar y ahora era necesario utilizar la fuerza.

******

Víctor se ocultó en la esquina de un pasillo, observando como los soldados disparaban sus rifles de asalto en el pasillo.

Los atacantes se movieron con todo y ahora ellos estaban retrocediendo pasillo tras pasillo, en dirección del ascensor a la base secreta bajo tierra.

"Nece…"

Un soldado estaba por liderar, cuando una bala atravesó su cabeza, esparciendo los pedazos por los alrededores.

Entonces Víctor vio como una granada llegaba al medio del pasillo y…

"Mier…"

*BOOOM*

A diferencia de otras granadas, está en particular estaba encantada con magia, llevando a que la explosión fuera intensa.

Lo suficiente como para que Víctor saliera volando, rompiendo la pared y cayendo en una oficina.

El Pentágono estaba cayendo bajo el ataque de las fuerzas enemigo y estaban perdiendo, lo suficiente como para decir que la derrota era inminente.

Y él estaba aquí.

"¡Necesitamos refuerzos en el lado oeste!"

"¡Por nuestra patria!"

"¡Mueran hijos de puta!"

La primera voz pedía refuerzos por el sistema de comunicación, el segundo daba su último mensaje antes de que se escuchara una explosión a la lejanía y el tercero era un hombre alto de piel oscura, que pasó por el pasillo con una metralleta.

Acribillando a todos sus enemigos con balas encantadas con magia y cubierto de barreras de magos.

Víctor que estaba aturdido, se arrancó los pedazos de metal que se clavaron en su pecho y miró sus brazos heridos.

Ya había obtenido lo que deseaba… Ese pensamiento lo hizo levantarse y medio aturdido por la explosión se dirigió a la parte secreta, en donde había preparado su escapatoria.

Pasando por los edificios, vio heridos en el suelo, algunos cadáveres, llantos, gritos de dolor y lealtad sin precedente, en aquellos que quedaban.

Los pocos magos estaban cansados, los luchadores y espadachines estaban pálido con graves heridas en sus cuerpos y los soldados comunes apenas resistían recurrir a los últimos recursos para protegerse.

"Hahahaha…"

Las risas de los jugadores llegaban desde lejos en el pasillo y Víctor creía que ellos estaban muy felices, por estar atacando un lugar tan emblemático como este.

Tal vez entre ellos algunos estaban haciendo lo que creía correcto para su nación, pero la mayoría de los que estaban en este lugar eran jugadores, que ya habían perdido la cabeza.

Al alejarse y adentrarse en un baño, Víctor se detuvo antes de utilizar un artefacto de movimiento espacial, que rompería cualquier sellado simple.

"¿Qué estoy haciendo?" Murmuró Víctor ligeramente perdido por el aturdimiento.

¿Qué estaba haciendo en este sitio? Ni siquiera era su nación.

Tampoco tenía conocidos que trabajaban en este lugar y excepto por Frederick, no había nadie más que le interesaba.

Como si fuera poco, Frederick ya le había dado lo que él buscaba y ahora tenía algunas identidades falsas que podía usar para ocultarse por completo.

Necesitaba una identidad distinta a la de Vladímir para quitarse de encima aquellos que sabía que era alguien conocido del Enemigo de la Humanidad.

"Soy débil…" Murmuró en voz baja.

Era débil y por tal razón necesitaba ocultarse de los posibles enemigos o ambiciosos que su amigo tenía y que irían a por 'Vladímir'.

También era lo suficiente débil como para no utilizar su verdadera identidad y ni hablar para comenzar futuros planes.

No tenía nadie conocido en estas tierras y, aun así, Víctor no activó el artefacto para retirarse y peor que todo, estaba aquí dudando y cuestionándose.

¿Fue la tortura que sufrió con la mafia lo que lo convirtió en alguien temeroso? ¿Fue el miedo a morir que tenía? Su voluntad flanqueaba y él respiró hondo.

"Si Ersin algún día lo descubre me va a querer castigar." Murmuró Víctor en una sonrisa y riéndose a carcajadas sintiendo como su cuerpo reaccionaba al combate, añadió. "Ella me conoció de esta manera."

Su amada que no estaba presente en este mundo, no le gustaría que tomara riesgos y más cuando ella no estaba presente.

Era una mujer amorosa y se conocieron con él siendo imprudente.

La única diferencia era que en Terra nova como jugador era inmortal y era capaz de revivir incluso si recibía el aliento de un dragón.

Aquí si se descuidaba podía morir.

"Viviré mucho tiempo." Murmuró Víctor saliendo del baño guardando el artefacto en su anillo espacial y tensando su cuerpo mientras escuchaba el ruido de batalla, anunció. "Viviré sin miedo."

Dando un paso hacia adelante, luego otro y otro, él avanzó mientras una sonrisa aparecía en su rostro.

¿Cómo en este mundo las personas se volvían fuerte? Si fuera Terra nova, tendrían que subir de nivel asesinando seres vivos.

Sin embargo, la tierra era diferente y Víctor, aunque desconocía muchos asuntos, al correr con toda velocidad, sonrió como nunca.

Viviría como siempre había vivido… Siguiendo su propia voluntad.

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