En una sala silenciosa, varios miembros que para Aurora eran extraños, estaban presentes.
Los que menos resaltaban era el equipo imperial, liderado por Siba, quienes estaban actuando más como subordinados que como individuos de importancia.
Dejando el espacio abierto para los presentes.
"Gracias a la información que Alice ha conseguido de sus invitados. He logrado identificar al grupo y la base enemiga, recopilando información." Informó Liam y desplegando la pantalla, añadió. "El grupo que tiene capturado a un vampiro es un gremio de jugadores locales. Utilizan artefactos psiónicos y al parecer están en contacto con la secta de Ketzula."
La información fue detallada al frente de todos.
Alice trajo información y a la vez vino acompañada de dos personas y si bien Aurora conocía al Director Hermes, no conocía a la mujer que se llamaba Arwa.
Sabía que era la Princesa del Reino de Arabia y a la vez que fue una Señora de la Guerra, que hace años estuvo en el Cuerno de África, aun así, no tuvo demasiado contacto con ella.
No esperaba que Alice la conociera, aunque…
"Es detallado." Murmuró Aurora de manera honesta al leer la información.
Los detalles que trajo Arwa y Hermes le permitieron descubrir quiénes eran los perpetradores y una vez que identificaron a sus oponentes, tanto Liam como Minerva se encargaron de conseguir todos los pequeños detalles.
El gremio de jugadores era un grupo de criminales, que permanecían a esta zona, llevando a cabo trabajos ilegales en el área y a veces en las tierras de los Restos de Turquía.
Los detalles criminales de los miembros iban desde asesinato, tráfico de personas, armas, drogas y conexiones con sectas.
Estos individuos utilizaban drogas, objetos mentales y psiónicos para encargarse en silencio de secuestrar a sus objetivos.
Su conexión con las sectas era evidente y eso llevo al segundo grupo, quienes eran sectarios de Ketzula.
Esta ciudad estaba controlada por el Rey Demonio Pacífico y se priorizó la defensa del único portal demoniaco y aunque se dejaba que los negocios ilegales siguieran, los sectarios eran un gran 'no'.
"Gracias. Escuche que este gremio de jugadores atrapó a una vampiresa y la estaba vendiendo. Al parecer la secta de Ketzula, quiere comprarlo para ellos." Respondió Arwa y con calma, añadió. "Según los rumores, quieren venderla rápido."
Calmada y tranquila, esa mujer actuaba perfectamente para meterse en el papel de alguien diplomática y amistosa.
"Según lo que he encontrado. Cithrel vino sola a este lugar. Supongo que esta vampiresa en cuestión es Venali." Añadió Hermes y dando una mirada pensante, agregó. "Apuesto a que los artefactos y objetos que la contienen se están agotando. Utilizar artefactos externos es la única manera de detener a un vampiro de este tipo."
Cithrel vino siguiendo a una vampiresa capturada.
Ese hombre estaba suponiendo que esa vampiresa era Venali, quien fue atrapada y para capturar a un individuo como ese espadachín, era probable que se necesitara artefactos importantes.
Y más si estaba convertido en su forma vampírica y si era como la información de los vampiros decía, entonces con la transformación probablemente alcanzó el rango SS.
"Es probable que no le hayan hecho nada. Un asunto es retener a alguien de un rango elevado y otro asunto es dañarlo directamente." Comentó Hermes casualmente.
Lo hizo de forma indiferente como si fuera un añadido, pero fue un comentario para ella, diciéndole que a Venali no le había sucedido nada.
"He podido infiltrarme y leer los mensajes cifrados. Tal como mencionan, desean venderla lo más rápido posible y el principal comprador son los sectarios de Ketzula." Intervino Minerva y con su típica voz robótica, agregó. "Lamentablemente, los sectarios no utilizan tecnología a la cual pueda acceder."
Capturaron a alguien más problemático de lo que esperaban y ahora buscaban deshacerse de ella.
No sonaba tan descabellado y el problema para Aurora, era que no sabía que estaba haciendo Cithrel.
¿También estaba esperando para atacar? ¿Buscando localizar a Venali? Cithrel podía ser bastante indiferente a su manera y a la vez liberal en sus relaciones, aun así, probablemente no perdonaría a aquellos que se metieron con sus amadas.
Venali era una de ellas.
Al final tales preguntas no tenían importancia.
"Asaltaremos el gremio en donde tienen encerrado a esta vampiresa. Si es Venali, la rescataremos si es otro vampiro monstruoso, trataremos de retenerlo para ver que se puede hacer. No sabemos si la persona transformada es un criminal o un inocente." Dijo Aurora y golpeando el mango de su espada, anunció. "Sin embargo, deben asegurarse de sobrevivir."
Comprendía que se estaba metiendo en un asunto del cual no tenía ni la menor idea.
Vampiros monstruos en la tierra, transformados por supuestos humanos y a la vez en medio de ese asunto estaba involucrada Cithrel y Venali.
Hasta era posible que se estuviera involucrado en un asunto 'gordo' de sectarios, señores demonios o incluso dioses demoniacos.
Quienes podrían estar utilizando a inocentes.
Fue por eso que prefirió no asesinar a los vampiros monstruos, al menos que sea completamente necesario.
¿En cuánto a todos los demás criminales? Cualquiera que se interpusiera en su camino y la deseara detener de rescatar a su objetivo, era considerado un enemigo que podía ser eliminado.
"¿Qué tal si nos encargamos de la secta?" Cuestionó Alice y con calma, añadió. "Una secta actuando justo en este momento, queriendo comprar un vampiro es raro."
Alice estaba apuntando a la Secta de Ketzula, creyendo que su actuación podría llevar a los principales culpables detrás los vampiros monstruosos.
El gremio de jugadores no podía haber creado los vampiros monstruosos y era normal, cuando su seguridad era baja y ni siquiera se ocultaron bien.
La Secta de Ketzula que no utilizaba objetos de comunicación tecnológica era más sospechosa.
"¿Quieres encargarte de ellos?" Preguntó Aurora a Alice y viéndola asentir, añadió. "Puedes hacerlo. Tengan cuidado."
Alice no deseaba encargarse de la secta porque deseaba eliminarlos o que no causaran problemas y tampoco deseaba descubrir a los perpetradores originales.
Quería una misión aparte para su grupo que literalmente estaba compuesto por dos individuos que, si ella era sincera, eran cuestionables.
Aunque su hermana era un rango SS, Aurora de su lado tenía a Siba que podía convertirse en un rango SS, llegado el momento.
"Vamos a ponernos manos en la obra. Esta noche quiero liberar a ese vampiro, ya sea o no Venali." Ordenó Aurora con determinación
Le aviso a Taqiyya que Cithrel estaba bien y necesitaba asegurarse que tanto la princesa como su guardaespaldas, estuvieran a salvo.
Incluso si luego la alejaban de este asunto.
******
En medio de la noche caminando en dirección de una casa a las afueras de Ankara, un grupo de tres quedo a la vista.
"Tu hermana es… Estricta." Murmuró Arwa y con curiosidad, agregó. "Ni siquiera ha dudado de nosotros o preguntado sobre mí. Debe confiar mucho en ti."
Alice recibió la mirada de esa mujer, cuyos ojos no se apartaban de ella, como si se deleitara con su figura.
Estaría muy molesta si las intenciones fueran impuras o mostrara lujuria, pero ese deleite era una mezcla de admiración con lo que Alice identifica que era fascinación.
Para ella no era lo suficiente molesto como para alejarla y la mayor razón, fue que Arwa supo sus propios límites.
En ese sentido, era mejor que el idiota que estaba a su lado y que Alice de inmediato miró.
"¿Qué hice?" Preguntó el idiota identificando las emociones que expresaba, sin comprenderlas.
"Sigamos." Dijo Alice y acercándose a la casa solitaria en la montaña, recibió la mirada de Arwa y anunció. "Si, mi hermana confía demasiado en mí, así que no hagan nada estúpido."
Aurora estaba siguiendo a Cithrel y Venali, queriendo averiguar cómo estaban y si necesitaban ayuda.
En caso de que alguien le hiciera daño, muy probablemente no dudaría en causar un desastre y más en estas tierras, en donde las leyes no importaban.
Sin embargo, eso no significara que deseara meterse en problemas, aunque que se estuviera involucrando en este asunto de los vampiros monstruos, ya era un problema.
"Entiendo." Respondió Arwa y sacando su lanza de su anillo espacial, murmuró. "Puedo… ¿Puedo matarlos a todos?"
Los ojos brillantes y lleno de emoción eran tan evidentes y claros, que resultaban ser siniestros.
Le estaba pidiendo permiso expectante por la idea de asesinar y disfrutarlo.
"Deja a los importantes para que él le saque información." Dijo Alice señalando al idiota, que levantó su mano en saludo.
Arwa asintió como una niña emocionada y el idiota a su lado fue igual, dejando que Alice se sintiera extraña.
Por una parte, deseaba suspirar y quejarse por el equipo que le había tocado y, por otra parte, se preguntaba, qué pensaría su hermana si conociera de verdad al dúo que la seguía.
Dándose vuelta para observar la casa, Alice dejó que la oscuridad se extendiera de sus pies y sin que nadie se diera cuenta, se infiltraran en el interior de la casa, encontrando el lugar vacío.
Sin embargo, tras una rigurosa exploración, identificó que bajó la casa estaba construido un edificio en donde actualmente descansaban varios sectarios.
Su oscuridad se filtró por la tierra, descendiendo hacia abajo, hasta que la oscuridad alcanzó el lugar, permitiéndole a ella ver lo que sucedía.
"…"
Luego la oscuridad los tragó a los tres y en menos de un segundo, salieron en el almacén del edificio subterráneo.
"Eso fue… Interesante." Murmuró Arwa y sin ocultar su sonrisa llena de atracción, dudó. "¿Cuánto ocultas de mí?"
Alice como siempre ignoró ese comentario y dejando que su oscuridad sellara todo el edificio para que nadie se escapara, utilizó artefactos para evitar cualquier viaje espacial.
"¿Qué sucede?"
El grito vino desde la sala del lugar y Alice al abrir la puerta, observó a los demonios corruptos que conformaban esta secta.
"Quien… Uhh…"
Sin darle la oportunidad de que uno diera sus preguntas, Alice lo atravesó con un brazo negro en el estómago, devorando los órganos y luego lo tiró al lado de Hermes, salpicando de sangre sus zapatos.
"Eso es cruel. ¿Qué pasa si tenía hijos?" Dudó el idiota y agitando con pena su cabeza, añadió. "Aunque sus hijos deben ser feos."
El asqueroso demonio corrupto que se estaba muriendo, tenía grietas negras por su rostro, distorsionando su cara de un modo grotesco.
Los demonios corruptos eran asquerosos humanos, cuyo cuerpo se había corrompido al máximo y estaban dementes, para Alice no había necesidad de retenerse.
"¡Enemigos!" Gritaron los tres demonios que estaban presente.
En total había diez de ellos contando al que acababa de morir y tres de ellos estaban en la sala.
Arwa que cambió a una lanza más corta, se movió atravesando el corazón de uno de los demonios corruptos y deteniendo la espada de otro, le cortó el rostro, dividendo la cabeza a la mitad.
La lanza estaba ardiendo en rojo por el aura de esa lancera y tal efecto, le permitió cortar la carne con facilidad.
"Oh, dios…"
"¡Nadie en este lugar cree en dioses!" Anunció Hermes con una sonrisa, ante los nuevos demonios que estaban llegando.
No hubo efectos visibles o rastros de magia, sino que pareció un pedido normal a la nada misma y el problema fue que todo el edificio fue atrapado por la voz.
Lo suficiente aterrador como para que todos los que escucharon la voz se quedaran en silencio ante el efecto admirable que provocó ese idiota.
Alice también pudo captar como esas palabras se filtraban en su mente a pesar de que no era el principal objetivo y su expresión cambio.
"Lo siento. Me emocioné un poco." Murmuró el idiota dando una risa divertida mientras levantaba la mano.
Arwa que se quedó aturdida por un segundo, se movió a los demonios corruptos que acababan de perder su creencia en su dios.
Le cortó el cuello a uno, atravesó con su lanza a otro y a los últimos los quemó mientras trataban de defenderse.
Luego cuando todo quedó en silencio, ella se limpió su mano en su mejilla manchándola de sangre y sonrió emocionada.
"Eso no se sintió como magia… Por un momento, ni siquiera creí en la existencia de los Dioses." Dijo Arwa, provocando una sonrisa orgullosa en el idiota y esa mujer dio una sonrisa y exclamó. "¡Alice trajiste a alguien impresionante!"
La expresión del idiota decayó al instante, dándose cuenta de que a pesar de que demostró una capacidad única, quien recibió los elogios fue ella.
"Ni siquiera puedes ganarte la admiración de una desconocida, que novato." Murmuró Alice pasando al lado del idiota y al darse cuenta de que la expresión de ese hombre temblaba de manera lamentable, ordenó. "Al menos muestra tu utilidad."
Le estaba señalando a uno de los demonios corruptos de rango A, que estaba gimiendo ante el dolor de ser atravesado por la lanza.
Arwa con su lanza hizo que se diera vuelta y al ver que ese demonio corrupto, tenía una boca en todo su rostro, sin ojos o demás rasgos humanos, frunció el ceño.
"¿Cuándo son corrompidos por la energía demoniaca, sus huesos cambian?" Dudó Arwa y con una mirada pensante, preguntó. "¿Puedo llevarme su cabeza?"
¿Para qué necesitaba su cabeza? ¿Las coleccionaba? ¿O era algo peor?
"Puedes llevártelo. Sus cuerpos cambian por completo cuando son corrompidos incluyendo su fisiología." Explicó Alice en calma.
La sonrisa de Arwa creció y la miró durante unos segundos sin ocultar sus delirantes emociones.
"Me siento como la tercera rueda." Murmuró el idiota al acercarse al demonio corrupto y tras unos segundos, añadió. "Este demonio no parece ser de este grupo… Oh, mierda, si, no lo es."
¿Qué demonios estaba diciendo?
La respuesta a esa duda se mostró cuando los ojos del demonio se volvieron blancos y un aura empezó a extenderse.
Alice atrapó a Arwa de la cintura con su brazo negro y la atrajo, sentándola en un sofá mientras que hizo lo mismo con el idiota, la única diferencia fue que lo tiró sin mirar a donde.
El cuerpo del demonio empezó a corromperse cuando la presencia de la Diosa de los Hedonistas, el Libertinaje y la Libertad se reveló.
Corrompiendo el cuerpo, el alma y la mente de ese demonio, la herida se regeneró y el hombre comenzó a convertirse en una criatura grotesca.
Un olor nauseabundo cubrió la sala y aquellos que quedaron vivos, comenzaron a ser arrastrados al demonio.
¿Un sectario de la Diosa de Larzura? Alice que había supuesto que este lugar pertenecía a la Secta de Ketzula, frunció el ceño por un segundo.
Aunque tenía sus dudas su oscuridad se movió atrapando los cuerpos y al monstruo, que estaba surgiendo devorándolos en su totalidad con su oscuridad.
"¡Oh!" Exclamó Alice con sorpresa.
El aura de la Diosa de Larzura aumentó por un segundo y luego lo único que quedó fue un sentimiento de hambre, proveniente de la oscuridad, que empezó a moverse.
"Alice, no creo que sea momento de estar emocionada." Señaló el idiota y…
"Ahora recuerdo porque me gustas tanto." Murmuró Arwa.
Alice ignorando esos comentarios observó cómo su oscuridad empezaba a agitarse, descontrolada, devorando los cadáveres de los alrededores y creciendo aún más.
Una gelatina de color negro temblaría de la misma forma y lo sorprendente era que no estaba bajo su control.
La 'Libertad' de la Diosa Larzura afectó su control de su propia oscuridad y para ella fue sorprendente que sucediera y más cuando creía, que tenía un control perfecto de su propio cuerpo.
"No creo que sea seguro." Murmuró Arwa con un tono algo serio al ver que ella se acercaba a su oscuridad.
Los cadáveres eran devorados parte por parte y la oscuridad estaba creciendo cada vez más aumentando de tamaño, mientras que emanaba un aura siniestra de hambre, similar a la que ella daba.
Alice estaba sorprendida y fue por eso que ignoró el comentario y se acercó a la oscuridad que empezó a moverse a ella de vuelta.
"…"
Arrodillándose antes de que tocara sus pies, Alice extendió su mano y observó cómo su dedo empezó a ser devorado por la oscuridad.
Pasando de su dedo, a su mano, la oscuridad devoró hasta su muñeca y no hubo sangre, solo oscuridad.
Y toda la oscuridad se filtró a su interior por su mano, hasta que su antigua mano quedo rodeada de oscuridad que a momentos después, volvió a tomar la forma de lo que había sido su mano.
Alice cerró sus ojos al sentir como los remanentes del concepto 'Libertad' la afectaba, despertando un hambre primitiva, salvaje y siniestra, que amenazaba con salir.
Y…
"Tengo hambre." Murmuró Alice sacando una bolsa de papitas.
Un estado bastante normal para ella.
******
Un fuerte golpe provino de una habitación y Meden trajo tirando a una mujer en sus treinta, cuyo estómago sangraba.
Aurora que estaba en la sala esperando, dirigió su mirada a los miembros de este grupo de jugadores locales.
Dos rangos S y todos los demás rangos A, a pesar de su fuerza no se comparaban al equipo imperial que la acompañó.
"¿Cómo va todo?" Preguntó Aurora en voz alta.
La pregunta no estaba dirigida a Siba, Meden o Alros quienes estaban vigilando al grupo que capturaron con facilidad, sino que a Minerva que la acompañaba.
"El sótano está protegido por altas defensas. Aunque he logrado vulnerar las defensas virtuales, necesitamos a uno de ellos para abrir la puerta al sótano." Respondió Minerva y con calma, anunció. "El problema es que desconozco si hay métodos de emergencia cuando ellos la abran."
Aurora había visto la entrada al sótano y elogió la seguridad del área.
Podía intentar destruir todo y cortarlo, pero se demoraría más de quince minutos en romper las defensas y hasta era probable que activaran alarmas.
La razón por la cual derrotaron a este grupo fue porque atacaron por sorpresa sin que nadie se diera cuenta y sin darle tiempo a ellos para que pidieran refuerzos o huyeran e incluso preparan algunas trampas o artefactos.
Haciéndole una señal a Alros que puso una barrera en el grupo, Aurora se acercó a los jefes criminales.
"Suéltanos o sufrirás las consecuencias." Dijo el líder y escupiendo sangre al piso, amenazó. "Tenemos aliados en todas partes."
Una clásica amenaza, que fue dada porque ellos fueron atrapados y no asesinados.
Era difícil provocar miedo en jugadores y más cuando ella era joven y si bien su hermana, sería perfecta para asustar a bastardos como estos, en este momento tampoco estaba sola.
"¿Es un rango SS? ¿O SSS?" Preguntó Aurora y viendo que el líder se quedaba sin respuesta, sonrió y comentó. "Entonces no me interesa."
Tenía que demostrar confianza y la verdad era que no le importaba quienes fueran sus enemigos y los únicos que podrían ocasionar un problema era un rango SS y por supuesto, un rango SSS.
Por lo demás, ella misma podía encargarse de los rangos S, si es que aparecían.
"Te lo haré fácil. Si hablas y me entregas al vampiro que está en el interior, te entregaré a las autoridades." Dijo Aurora y viendo que no había miedo, dio una sonrisa y añadió. "Si no me ayudas, te dejaré con mi compañero. Miembro del Imperio Falion que está de vacaciones y que es un creyente de un conocido 'Dios Demonio'."
Los cambios de expresiones esta vez fueron más evidentes y lo gracioso fue que Siba, puso una expresión diabólica, sonriendo como un lunático.
La actuación de un verdadero demonio… Por supuesto, ella no iba a dar ese comentario, cuando a los humanos de las tierras del fuego odiaban a los demonios.
Aurora no deseaba torturarlos para obtener lo que buscaba y si no respondían, rezaría a la Diosa del Conocimiento para ver si esa existencia era capaz de ayudarla a obtener la información.
Aun así, prefería solucionar por su cuenta antes de pedir ayuda.
"Hablaremos." Respondió el otro rango S.
Eran humanos normales y ahora la mirada que Aurora recibía fue indiferente, ocultando a la perfección la malicia.
Los jugadores eran un tipo único de lunáticos, que probablemente no se rendirían con amenazas vacías o que no temían a la muerte.
"Mueve." Ordenó Aurora, señalando para que caminara a la distancia y entre todos Siba la siguió.
Sabiendo que era una trampa o que ese hombre estaba planeando algo sucio.
Observando que los grilletes para contener a un rango S y los diferentes pergaminos para debilitarlo funcionaban, Aurora siguió a ese individuo hasta la puerta.
La puerta metálica que dirigía al sótano era sorprendentemente resistente y ese hombre puso la clave en el panel de control.
—La clave la ingreso correctamente. —Advirtió Minerva con calma.
Estaba usando la red de telepatía para advertirle.
El hombre luego utilizó un artefacto y usó su energía mágica como clave, antes de que la puerta se abriera.
"Liam encárgate de sus cuentas bancarias y cualquier ahorro que tengan escondidos. No dejes nada." Pidió Aurora en voz alta, permitiendo que el hombre escuchara y sonriendo al ver su sorpresa, cuestionó. "¿Qué? Ni siquiera has encendido las luces. Además, el dinero no servirá en la cárcel."
La expresión del hombre se distorsionó y reveló su sed de sangre, que fue inútil cuando Meden se lo llevo de vuelta, dejándolo a ambos.
Aurora no era ingenua y supo que esos jugadores harían lo que fuera para vengarse y en este momento, si bien abrieron la entrada, no significa que no activaran mecanismo de seguridad.
"Parece tenebroso." Murmuró Siba en una voz baja que evidenciaba su cautela.
Las luces del sótano no se encendieron y todo estaba tan oscuro, que era tenebroso.
Aurora supo que ese hombre le jugó en contra por su instinto, que le advertía un sutil peligro en el interior y fue por eso, que permitió que Liam se soltara.
Su compañero era alguien que se infiltró en la Iglesia del Tiempo y el Espacio, acceder a las cuentas bancarias de unos maleantes no era tanto problema, cuando lo había hecho varias veces antes.
"Así parece." Murmuró Aurora tomando un brebaje para ver en la oscuridad y al darse cuenta de que la penumbra no disminuía, suspiró y le hizo una señal a Siba para adentrarse.
No desenfundo su espada, sino que cambió su armadura a un diseño de combate cercano mientras bajaba la escalera.
Pudo observar a unos metros de ella y eso fue todo.
Un sitio silencioso y con una oscuridad aterradora que amenazaba por cubrirla, la única ventaja era que la oscuridad no era tan densa como para ver de cerca o para separarla de Siba.
Activando un artefacto mental que estaba usando para esta ocasión y que era precaución en contra del gremio, la penumbra no disminuyó, sin embargo, sus sentidos mejoraron.
El pasillo daba a diferente lado de prisiones que apenas eran visibles y sus sentidos no percibieron ninguna presencia desde ese lugar
Entonces, cuando alcanzó el final del pasillo y abrió la puerta que apenas era visible y Aurora la cerró al instante.
"¡GRAAA!"
Lo que estaba del otro lado cortó la puerta a la mitad con garras largas y afiladas, entonces Aurora le dio un puñetazo que destrozó la puerta y empujó a la criatura al otro lado.
Siba exhaló utilizando su fuego para cubrir los alrededores y dar un poco de iluminación, permitiendo que ambos vieran al enemigo que acababa de atacarla.
Era bajo tal vez de un metro, ojos rojos, orejas largas una boca grotesca llena de colmillos afilados y era musculoso para ser tan pequeño.
Tenía un par de alas, similares a la de un murciélago a su espalda y garras afiladas que se extendían.
¿Era un vampiro? ¿Por qué Aurora sintió que los rasgos eran similares a un goblin?
—Porque lo es.
Su sistema dio una respuesta que la sorprendió y el diablillo saltó hacia Aurora, queriendo usar sus garras para cortarla.
Aurora lo atrapo del cuello al darse cuenta de que era un rango A y a pesar de que ella puso fuerza en su agarre para evitar que se moviera, la criatura agitó sus garras descontroladas, queriendo cortar su rostro y cuerpo, dejando unas ligeras heridas en su rostro.
"¡GHHHH!"
Cuando ella liberó una carga de relámpagos de sus guanteletes, la criatura chilló y aunque los relámpagos quemaron el rostro, este se regeneró en segundos.
Una regeneración que superaba a la de un rango A, con una resistencia elevada al dolor y capaz de volverse loco al oler un poco de su sangre.
El hambre, la locura, el salvajismo y la lujuria se mezclaron en una misma criatura cuando la naturaleza de los goblins se fusionó con la reconocida naturaleza de los vampiros.
"Quédate quieto." Ordenó Aurora apretando su agarre, lo suficiente como para quebrarle el cuello.
Deseaba restringirlo, ya que tenía demasiadas preguntas en este momento.
Sabía que hubo múltiples influencias en el primer portal abismal tratando de capturar goblins y el problema era que, la criatura que estaba retorciéndose, parecía ser un goblin joven.
"Aurora…" La voz de Siba vino de repente y cuando Aurora le dirigió la mirada, vio al humano de las tierras del fuego, aturdido y ese hombre, señaló. "Creo que ese pequeño no es nuestro único enemigo."
Aurora que trataba de asfixiar al vampiro que parecía ser un goblin, frunció el ceño y luego sus labios temblaron, al darse cuenta de otra presencia que se había ocultado.
Una figura femenina de dos metros de altura, estaba llevando una armadura de batalla elfica y tenía una katana que Aurora reconoció en su cintura.
Sus orejas largas se alargaron aún más y su piel blanca, se volvió gris mientras que su boca que pareció aumentar de tamaño estaba llena de colmillos afilados.
Cuerpo ligeramente musculoso y ojos enrojecidos con hambre, que para el lamento de Aurora apuntaban a ella.
"Venali. Soy yo… Aurora." Murmuró Aurora tirando al goblin al costado, para que Siba lo retuviera.
Trato de hacer su voz más calmada al reconocer la katana de Venali y lo peor fue que las garras de esa criatura se extendieron y esa vampiresa, empezó a babear.
La apariencia de ese guapo y andrógino elfo había cambiado y ahora si bien sus encantos femeninos aumentaron, Venali había perdido toda forma humana.
Para colmo, en esta forma vampírica, hubo un mayor problema que la apariencia y ese fue el aura de rango SS, que lentamente emanó.
Una vampiresa hambrienta y de rango SS, la estaba mirando y Aurora supo que estaba en dificultades.
Feliz año nuevo para todos. Espero que tengan un excelente año y les deseo lo mejor.