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Historia Paralela Nuevo Comienzo Capítulo 45: Lo dudo.

La situación fue peor de lo que Aurora había pensado.

La Ciudad 'El Obeid' era bastante grande y era habitada por al alrededor de cuarenta mil personas.

Era considerado un número bastante grande si uno tenía en cuenta el peligro de África, pero las condiciones era nada más que horribles.

Lo primero que hizo la caravana fue instalar un campamento en una parte de la ciudad y tras instalar las carpas, tuvieron que realizar mucho trabajo.

Especialmente los sacerdotes y curadores de la Iglesia del Tiempo y el Espacio.

Si bien algunos de ellos tenían doctorados y eran especialistas en salud, gran parte estudiaron magia de curación para combinar sus conocimientos con su disciplina.

La eficacia de la magia era espléndida y el conocimiento médico era alto, pero este lugar lo sobrepaso.

Aurora que estaba en el centro del campamento pudo ver a lo lejos como los sacerdotes y curadores movían a las personas a las distintas carpas médicas.

Se había encontrado en lugares malos, pero este estaba a otro nivel.

"Aurora creó que vamos a necesitar más refuerzos en el área médica. También más suministros médicos, comida nutricional, vacunas y especialistas." Dijo Cynda viniendo desde el área médica.

¿Cuánto paso desde que llegaron?

¿Una hora u hora y media?

Las estimaciones fueron peores de lo que pensaron y los gastos para hacer frente a esta situación iba a ser alto, pero Aurora dio un asentimiento simple.

"Pídele a los paladines que activen el portal. Ya he hablado con James y la Cardenal Brousseau, esta última está preparando un equipo extra para venir. También el hospital de Zerzura está preparado para aceptar a individuos en estado de gravedad." Declaró Aurora con seriedad

Era su primera vez que lideraba lejos de la Cardenal Brousseau quien era extremadamente útil y tenía una enorme autoridad para decidir, pero no era como si se quedara dudando en todo lo que hiciera.

En el viaje de llegada vio a ancianos muertos en la calle, niños desnutridos y personas enfermas, ella ya se había comunicado con la Cardenal Brousseau para tratar de encargarse de gran parte de ellos.

"Gracias." Dijo Cynda antes de retirarse rápidamente.

No era una profesional médica, pero como una autoridad, los médicos dependían de ella en gran medida… Y a su vez Cynda dependía de Aurora.

Era una caravana que llevaba refugiados y traía suministros como modalidad de 'caridad', tanto de parte de la Empresa Apicius como de la Iglesia del Tiempo y el Espacio.

No obstante, había un límite en lo que podía hacer.

James al control de la Empresa Apicius daba la sensación de aceptar todo lo que Alice pidiera, y si bien sonaba agradable, Aurora entendía que todo tenía un límite.

Ese límite tal vez no era puesto por ellos, pero sin duda era un límite a la hora de lo que podía o no hacer.

En este caso, la Empresa Apicius no podía realizar demasiados gastos o las consecuencias serían grandes en otra área, como el mantenimiento de Zerzura y a mayor nivel los puestos de trabajo en sus sucursales por todo el mundo.

La Iglesia del Tiempo y el Espacio estaba aquí en Zerzura, pero al mismo tiempo estaba en todo el mundo.

Aurora caminó hacia el área médica y pudo ver las carpas médicas blancas que estaba instaladas y también pudo ver a muchas personas en el área.

La pobreza era tan alta que algunos llevaban trapos viejos que era imposible considerarlo como ropa.

Si bien eso era lo 'mínimo' que sucedía en este lugar, aun así, fue una prueba de la situación económica de esta región.

En el ámbito de la salud, era aún peor.

Hombres y mujeres que estaban literalmente en los huesos, jóvenes y niños cuya desnutrición era terrible.

No había tantos ancianos en este lugar y la razón era simple… Gran parte de ellos habían muerto.

El río Nilo no fue totalmente cubierto y por sus afluentes llegaba agua, pero esa agua estaba contaminada y había posibilidades de contraer enfermedades en caso de beberla.

Si no deseaban deshidratarse debían beber agua contaminada cuyas posibilidades de causar enfermedades eran altas.

Este lugar estaba lejos de otras ciudades y principalmente de áreas portuarias en donde podían comerciar, pero Aurora entendió que el señor de la guerra local estaba siendo oprimido.

Impidiéndole comerciar.

Sin comercio no había ninguna medicina y una gripe podía ser mortal cuando se combinaba con todas las demás condiciones.

Las enfermedades que en otros continentes podían ser detenidas con un hechizo, aquí podía ser mortal y ni hablar de las enfermedades mágicas.

Aquellos afectados por tales enfermedades prácticamente morían al poco tiempo de contraerla.

"Mierda…" Aurora no pudo evitar maldecir.

Una enfermedad que ya había sido curada en este mundo, aquí seguía siendo mortal.

No era tan ingenua como para pensar que esto no sucedía en otra parte, pero estaba segura de que nadie podría soportar esta vista.

Una cosa era verlo por imágenes y fotos, otra muy diferente era verlo en la realidad.

Al no ser 'ingenua' sabía que los problemas no se extendían a ese nivel.

El Señor de la Guerra Jasar no tenía fuerza militar y eso significaba, que muchos individuos que estaban en este lugar realizaban todo tipo de negocios.

Las mazmorras siempre daban beneficio y la necesidad de los materiales nunca disminuía, era todo lo contrario siempre se elevaba.

Eso significaba que las mazmorras eran rentables.

En esta zona había mazmorras y quienes la controlaban eran los grupos mercenarios, milicianos o gremios de aventureros, pero tales negocios no beneficiaban a la ciudad como en Zinder, sino que llevaban los productos a otros lugares.

En cuanto a los pocos comerciantes, ellos monopolizaban el agua y su control en la distribución de la comida era muy rígido, con sobreprecios a sus productos.

Los usuarios de habilidades eran quienes vivían mejor en este lugar y la diferencia en situaciones era extremas.

Como si fuera poco, ellos necesitaban 'entretenimiento' y era fácil pensar que era lo que podía suceder en un lugar sin control ni leyes.

Que las personas se vendan por un plato de comida para ellos o sus familiares, era para el lamento de Aurora, normal.

Un lunático que utilizara a una persona como un objeto podía ser muy peligroso de formas muy diversas.

Controlando su expresión y su deseo de desvainar su espada y cortar a todos los 'malos', Aurora se dirigió a su carpa principal.

En el interior estaba Alice comiendo papitas mientras leía un libro.

"Ya se acerca la reunión con el Señor de la Guerra… ¿Quieres acompañarme?" Preguntó Aurora y al ver que Alice dudaba, declaró. "Necesito que alguien me controle… Me está costando resistirme."

Todavía no le había llegado los informes completos de toda la oscuridad y suciedad que estaba en este lugar, no obstante, estaba claro que no era nada simple.

El Señor de la Guerra que antes controlaba la ciudad Zinder era un militar dedicado y priorizaba su ejército, ante todo, pero comparado a este señor de la guerra, el militar parecía un estadista memorable.

En caso de que Jasar el Pálido la provocara o hiciera algo que ella consideraba como el límite, Aurora no podría contenerse a sí misma.

"Está bien." Dijo Alice levantándose y al acercarse, le dio palmaditas en su espalda y comentó. "Sé que no puedes aguantar algunas situaciones y no te voy a controlar. Yo te voy a ayudar."

Junto a sus palabras Alice sacó pecho de forma arrogante, pero sus ojos se oscurecieron de forma siniestra.

Esta vez fue Aurora quien tuvo que mantener la calma.

Si ambas se potenciaban entre sí, iba a ser un desastre para la persona que viniera a encargarse después y era por eso que alguien debía mantener la razón.

Alice sin duda no era esa clase de persona.

******

Tras caminar por parte de la ciudad y ver las condiciones deplorables de los habitantes, Aurora con su glotona hermana, se acercaron a la mansión principal.

A pesar de que se la llamaba 'mansión' no era un lugar enorme y parecía la casa de algún tipo de rico venido a menos.

Aun así, comparada a las casas de los habitantes, este lugar era considerado lujoso.

Que tuviera electricidad era la prueba de que el lugar, era mejor que gran parte de la ciudad.

"Es una pena que no tengamos tiempo para prepararnos más. Saber las debilidades de nuestro objetivo es importante." Dijo Alice y arrugando su bolsa de papitas vacías, declaró. "Aunque no creo que sea necesario."

Aurora estaba de acuerdo con sus primeras palabras.

Antes de venir, fueron a por Nicholas quienes le dio su informe que se trataba de actualizar lo más rápido posible.

La 'oscuridad' y 'suciedad' de este lugar era extremadamente alto.

Lugares de prostitución era los más comunes, pero también se rumoreaban que había otros centros de entretenimiento aún más perverso.

Los centros de prostitución fueron identificados para posteriormente realizar la limpieza, pero el problema era con los demás centros de entretenimiento.

Aurora había escuchado el informe médico de varios pacientes y el número de lisiados era bastante alto.

Era cierto que algunos seguramente sucedieron tras luchar contra bestias mágicas o cazar a algún animal, pero algunos eran cortes que comúnmente no se realizaban si no tenían las herramientas adecuadas.

Estaba claro que era posible que todo fuera más oscuro de lo que esperaba.

Aurora respiró hondo tratando de calmar sus emociones.

Moverse ahora era lo peor que podía hacer, solo conocían algunos prostíbulos y si bien era importante ayudarlos, necesitaban encontrar otros lugares.

Si antes la reunión había sido negociación, tras el informe cambio a encontrar información del Señor de la Guerra y en caso de que ese individuo estuviera relacionado con tales individuos, era necesario actuar.

"Vamos." Instó Aurora sin querer desperdiciar tiempo.

En este mundo había muchos horrores y gran parte de ellos era ocasionado por los mismos humanos, que ya se habían convertido en monstruos.

Tales monstruos debían ser eliminados.

Caminando a la entrada ocultando su intención asesina y su ira, Aurora puso una expresión seria al comunicarle al guardia de la entrada.

Ese miliciano no era fuerte, era un rango B y su equipo era sin duda viejo.

Al entrar al jardín y ser guiados por el guardia, ambas entraron a la mansión con cierta cautela.

Aurora había extendido sus sentidos y solo había detectado a algunos pocos sirvientes junto a algunos milicianos.

La mansión no estaba encantada, no tenía defensas y comparado a otros lugares estaba indefenso.

La presencia más fuerte que sentía, estaba a la sala en donde ellas fueron guiadas.

"Bienvenidas." Dijo un hombre que estaba sentado en el sofá.

A diferencia de lo que Aurora pensaba de la mansión, este lugar no estaba amueblado de forma lujosa y comparado al tamaño de la mansión, la decoración se sentía muy inferior.

Lo que causó mayor discordancia con el hombre que estaba sentado en el sofá.

Era un hombre pálido y flaco con rastros de desnutrición.

Tales rasgos daban la sensación de debilidad, pero Aurora sentía como su instinto le advertía del peligro de ese individuo.

La forma que estaba sentado con los brazos abiertos y esa expresión sonriente dio la sensación de que era un individuo arrogante que se creía en control del mundo, pero Aurora podía ver tras esa fachada, una mirada indiferente.

"Zerzura ha enviado a dos niñas como las personas que dirigen… He escuchado sobre ustedes, pero no pensé que fuera cierto." Dijo Jasar y con una mirada petulante, declaró. "Hay muchos que creen que es solo su apariencia la de una adolescente. Aunque hay otros que seguramente le encantara la vista."

Ellas tenían la apariencia de dos adolescentes, porque lo eran… Pero el hombre estaba apuntando a que posiblemente ellas fueran mayores de lo que su apariencia revelaba.

Y eso tendría sentido si alguien hablaba de su capacidad y autoridad para dirigir misiones.

Sin embargo, Aurora no pudo evitar sentir disgusto ante sus últimas palabras.

Estaba señalando que posiblemente algunos individuos irían a por ellas por su apariencia tan joven y el tema no iba a ser nada romántico.

"¿Tal como sucede en la ciudad?" Preguntó Aurora dejando salir un poco de su molestia.

Creer que las personas que entraban en la prostitución eran solo mujeres u hombres mayores no solo resultaba ser ingenuo, sino que ignorante a la realidad.

"No lo sé. Tales lugares no son mis negocios." Declaró Jasar dando una risa suave como si ese tema no fuera una preocupación para él.

"¿Y de quién es?" Preguntó Aurora mientras se sentaba en el sofá.

Alice también hizo lo mismo, solo que, a diferencia de su expresión seria, esa glotona llevaba una expresión interesada.

"¿Quién sabe?" Respondió Jasar manteniendo su mirada en Aurora y dando una mirada Alice, declaró. "Pero ella ganará muy bien en esos lugares. Aunque dudo de que termine en una pieza."

La mirada que le daba no era lasciva, pero miró a Alice desde sus pies a su rostro.

Alice era joven, pero ella tenía un encanto femenino que no concordaba con su edad y maduraba de forma más rápido.

No solo tenía curvas encantadoras, sino que sus rasgos bien definidos y suaves eran muy atractivos.

Como si fuera poco, cuando uno ignoraba la glotonería, se encontraría que tras esa glotona había una mujer con cierto encanto y elegancia que fascinaría a cualquiera.

—Trata de cambiar la atención de Alice.

Su sistema dio su comentario y Aurora se calmó antes de que pudiera desenfundar su espada.

Lo pudo hacer debido a que Alice en vez de enfurecerse, dio una encantadora sonrisa que causó cierta mirada de molestia en Jasar.

"¿Puedo encargarme?" Preguntó Alice con una sonrisa esta vez a Aurora.

Su forma de actuar no era esa glotona y no daba la sensación de ser alguien de su misma edad y tampoco reveló su indiferencia normal.

Era una mezcla entre entretenimiento y un toque de diversión, como si hubiera encontrado algo divertido.

Aurora entendió que no iba a llegar a ningún lado y al ver que Alice estaba yendo seriamente, asintió antes de quedarse en silencio.

Jasar dio una sonrisa como si todo estuviera en su control y cambio a una posición más cómoda como si esperara que lo entretuvieran.

Ocultando a la vez que esa posición le permitía actuar en caso de peligro.

Alice miró a ese señor de la guerra por varios segundos y luego dio una sonrisa.

"¿Qué se siente ser consumido lentamente?" Preguntó esa glotona.

Aurora no pudo entender a lo que se refería, pero Jasar fue sorprendido y al momento siguiente movió su brazo.

Antes de que pudiera balancearlo, Alice movió su mano y desde debajo de su manga la oscuridad se desbordó transformándose en una lanza que apunto al cuello a Jasar.

"¿Tan mal te encuentras? Entiendo la desnutrición, la baja vitalidad y la palidez, pero también que los reflejos disminuyan… Eso significa que estás muy mal." Declaró Alice y dando una risa, advirtió. "Es mejor que no hagas nada. Antes de que te puedas mover te cortaré el cuello."

Su voz no era fría, solo era advertencia simple.

Aurora se mantuvo alerta y guardó su espada en su anillo espacial al ver que ese hombre tiraba las dagas que estaba por lanzar.

Si hubiera movido su brazo de forma más directa, entonces era posible que, debido a su cercanía, no pudieran esquivar la daga.

"Estoy enfermo. Es verdaderamente sorprendente que te dieras cuenta." Dijo Jasar sin cambiar de expresión y mirando a Alice, comentó. "Trate de ocultarme y por eso es que la ciudad está en un total descontrol. Los gremios hacen lo que quieren, los milicianos se convierten en bandidos y yo solo puedo ver desde lejos y ni hablar de mi conflicto en contra los tres señores de la guerra. Solo puedo mirar."

Mintió a medias.

Era verdad que tras ocultarse otros empezaran a actuar como desearan y él posiblemente perdió el control del lugar.

También había noticias de que Jasar tenía conflictos con los tres señores de la guerra que gobernaban Jartum y tenían un historial juntos.

Supuestamente Jasar se había opuesto a los señores de la guerra y por eso fue alejado a este lugar y 'El Obeid' se convirtió en sus tierras.

La razón por la cual no había tantos comerciantes era porque deseaban evitar comerciar con ese hombre para no ponerse en contra a los tres señores de la guerra que gobernaban Jartum.

Sin embargo, Aurora estaba segura de que no estaba enfermo, la mirada sonriente de Alice era la evidencia.

"¿Es así? Yo pensé que en realidad eras un 'demonio de las sombras' que estaba siendo devorado por su propia sombra." Dijo Alice y al ver que Aurora estaba sorprendida, explicó. "Los 'Demonios de las Sombras' son una de las razas entre los 'Demonios Puros', al igual que los súcubos, íncubos o archídemonios."

La expresión de Jasar cambio por completo mientras que la intención asesina de la otra parte se elevaba, junto a una expresión sorprendida.

"A diferencia de los demonios que por lo general tienen una afinidad al fuego. Los Demonios de las Sombras tienen una curiosidad única." Dijo Alice y mirando a Jasar, declaró. "Su sombra es independiente. Pueden utilizarla para atacar, para ocultarse e incluso es capaz de cambiar de posición con su sombra. Solo hay un pequeño problema."

Abriendo una bolsa de papitas ante la seriedad de Jasar, Alice se rio suavemente.

"Sus sombras pueden ser su ventaja, pero hay algunas veces que se puede convertir en su perdición. La sombra tratará de tomar el control del cuerpo y en caso de que no logre, lo consumirá desde su interior." Explicó Alice y recibiendo la mirada de Jasar, preguntó. "¿Me olvido de algo?"

Aurora pudo ver que Alice estaba animada.

Era como una niña que acababa de encontrar un juguete divertido y esa glotona no podía ocultar su regocijo.

En cuanto a ella, pudo ver la situación de otra manera.

Se dio cuenta de que era posible que este demonio al frente de ella estuviera suplantando a Jasar y eso significaba que tal vez ese individuo no tuviera la información que ella buscaba.

"Si te olvidas, de que, aunque debilitado. Soy muy fuerte." Respondió Jasar con una expresión fría.

Sin dudarlo reveló su verdadera apariencia.

Negros cuernos se extendieron desde su cabeza y si bien su forma flaca se mantuvo, sus ojos cambiaron a un color rojo y sus rasgos se volvieron más definidos.

Su mayor cambio no fue el cabello negro, sino que su piel que paso de pálido a blanco con tintes negros en ella.

Su presencia no solo era siniestra, sino que peligrosa.

"Lo dudo." Respondió Alice mientras su sombra se extendía por toda la sala ocupándola, encerrándolos a los tres en un instante.

Aurora dio una expresión sería mientras estaba en guardia.

La situación cambió muy rápido y ella no se esperaba encontrar con un demonio mientras realizaba esta misión.

Tenía demasiados problemas con esos rumores crueles que rondaban por el lugar y si fuera sincera no deseaba encargarse de un demonio.

No tenían conflictos entre ellos y lo único que podía hacer era entregarlo a la Iglesia del Tiempo y el Espacio quienes demostraron que podían tener una buena relación con los demonios que seguían sus reglas.

Sin embargo, había alguien que pensaba diferente.

"¿No dijiste que puedo encargarme?" Dudó Alice notando que estaba preocupada y en guardia, entonces cuando ella asintió, declaró. "Entonces, déjame hacerlo."

Ese demonio levantó su guardia, pero Alice en vez de atacar retrajo su sombra hasta que desapareció por completo.

"Me puedo encargar de conseguir lo que necesitas para curarte. A nuestra espalda tenemos a la Empresa Apicius y la Iglesia del Tiempo y el Espacio, que puede conseguir lo que necesitas para mantener a tu sombra en control e incluso retomar el liderazgo. Hasta podemos coincidir en objetivos." Reveló Alice y al ver que el demonio está intrigado y a la vez curioso por sus palabras, cuestionó. "¿Cómo saliste herido? Alguien de tu tipo no caería fácilmente y tú sombra no debería haberse puesto en contra de ti."

Aurora también tuvo curiosidad ante esas palabras.

Sus instintos le advertían de lo peligroso que era ese individuo y si bien no sentía que perdería, tampoco sentía confianza para decir que ganaría.

No era un oponente que fuera fácil de herir.

Tal vez ella no fuera tan conocedora como su glotona amiga, pero Aurora había leído los informes de los demonios que vinieron del otro mundo y los 'Demonios de las Sombras' estaban entre ellos.

Su número no era alto, pero la capacidad de utilizar su propia sombra como una existencia independiente era algo aterrador.

Después de todo, la sombra tenía la misma fuerza que el verdadero cuerpo.

"Pensé que me encontraría a dos heroínas ingenuas que manipularía y guiaría hasta mis oponentes, pero esto es mejor de lo que esperaba." Declaró el demonio riéndose y dando una gran sonrisa, comentó. "Les aseguro que no se arrepentirán si desean aliarse conmigo."

Era cierto que los demonios tenían una imagen de ser traicioneros, pero Alice al haber comentado que tras ellas estaba la iglesia, dejaba en claro que había múltiples formas de formalizar un trato.

La otra parte sabia de ese hecho, pero lo aceptó con calma e ignorando hábilmente la pregunta de Alice, utilizó su reloj holográfico.

Era lento, pero por sus movimientos estaba claro que se había acostumbrado a manejarlo y tras un momento, proyectó varios informes.

A diferencia de lo que Aurora pensaba, este demonio no solo se encerró para encargarse de su propia condición, sino que se ocultó mientras vigilaba los alrededores.

Entre tales informes, estaban parte de información que hizo que Aurora pusiera una expresión gélida.

"¿Qué tal? ¿Les apetece una alianza?" Preguntó el demonio y mirando a Alice, declaró. "Por supuesto, si me ayudas con el problema de mi sombra, les prestaré mi apoyo."

Su tono fue simple y tranquilo, pero Alice dio una mirada a Aurora, quien asintió.

No podía rechazarlo debido a que la información que había revelado era algo que Aurora normalmente no podría encontrar.

Al menos no sin una red de inteligencia capaz o personas que también se metieron en la oscuridad.

"Claro, mientras oficialicemos todo y pases nuestros estándares podemos ser buenos aliados, hasta podemos ser compañero de arma." Respondió Alice con un tono simple.

Oficializar el trato por medio de la iglesia y a la vez comprobar la identidad del demonio junto a sus actos.

Era cierto que la iglesia no conocía la identidad de todos los demonios que llegaron, pero era una iglesia poderosa y era capaz de ver el pasado de otros e incluso tenía magos metales capaces de leer la mente.

De esa forma podían asegurar que este demonio no hubiera realizado un gran crimen atroz desde que llego a este mundo y si pasaba esa prueba, entonces la iglesia no sería tan agresiva.

"Mientras no sean los estándares de la Iglesia del Orden, todo estará bien." Murmuró el demonio de forma seria.

La Iglesia del Tiempo y el Espacio no tenía problemas de cooperar con los demonios y tenía sus estándares de cooperación.

Mientras la otra parte no hubiera realizado una masacre, participado en un ritual demoniaco o en un acto de terrorismo, había margen de negociación.

Muy diferente a la Iglesia del Orden que era agresiva en contra de los demonios y rechazaba las negociaciones.

Aurora dejó que Alice se encargara mientras ella pensaba en otra situación.

Su duda no estaba dirigida sobre como Alice descubrió al demonio, ya que esa glotona era muy capaz y sus sentidos eran extremadamente agudos y precisos.

Ella estaba pensando en cómo sería la mejor forma para moverse ahora.

Al final, dio un suspiro al pensar que la situación iba a ser más complicada de lo que parecía.

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