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Destino.

Cécile escudriño a los alrededores y le hizo una señal al miembro de su grupo, señalando una dirección.

Estaban flotando entre los frondosos árboles en medio de la noche mientras la luna estaba en lo alto.

Mucho más adelante estaba el felino que controlaba y más adelante se encontraban esas tortugas humanoides que seguían moviéndose.

Habían decidido seguirlos y tuvieron que moverse mudándose entre todos.

Sin embargo, a pesar de que parte de sus compañeros eran profesionales, Cécile podía sentir bastante cautela de su parte.

No por estar siguiendo tan despreocupado a sus objetivos, sino que debido a que era de noche y la luna iluminaba los alrededores.

Básicamente los guardianes iluminaban sus alrededores y moverse en este momento los hizo sentir como si ellos estuvieran despiertos, lo que resultó ser preocupante.

Preferían actuar cuando el sol estaba en lo alto, ya que se veía normal… Solo que parecía más una bola de energía con efectos como el sol, en vez de ser una estrella.

"Capitán nos estamos acercando al segundo punto." Avisó el explorador de forma seria.

Como un explorador tenía buenos ojos para mirar a la distancia y si bien era ella quien guiaba, ellos eran expertos.

"¿Hay alguien más Cécile?" Preguntó el capitán de forma estricta.

Ella no era la líder de la expedición, tal vez era la persona más poderosa, pero sin duda no era quien lideraba al menos este 'grupo'.

Cerrando sus ojos Cécile sintió todas las conexiones con sus invocaciones, la mayoría de esas invocaciones eran permanentes y se quedarían hasta que murieran por completo.

No mentía cuando le dijo al Emperador Víctor que mejoró, era imposible no mejorar con las notas del temible 'Enemigo de la Humanidad', quien a sus ojos era un invocador excepcionalmente brillante.

Ahora mismo no lideraba porque había invocado a cientos de criaturas, gran parte de ellas eran de bajo rango y las usaba como explorador, pero incluso entre ese grupo había algunos rangos A.

Aparte de ese felino que seguía a esas tortugas que caminaban con lentitud, también estaban aves, gusanos, conejos y toda clase de animales que observan los alrededores.

Manteniendo una seguridad alta y una exploración avanzada en caso de una emboscada.

"No hay más tortugas que la que se mueven, pero no puedo asegurarte si están ocultas." Respondió Cécile de forma solemne.

A través de la conexión con sus invocaciones podía sentir que no había enemigos que podían detectar, pero si alguien estaba oculto, iba a ser otro asunto.

"Ayúdanos con la delantera. Todos los demás prepárense, pasaremos por la primera aldea. Está destruida, pero no sabemos que nos encontraremos." Informó el capitán con seriedad.

Cécile había informado sobre esa aldea destruida, pero tal como decía, no sabían lo que se encontraría.

Sus invocaciones sintieron cierto peligro instintivo a esa aldea y era posible que fuera por algún artefacto o hechizo que ayudaba a evitar que los bestias salvajes atacaran.

El capitán dio las órdenes mientras revisaba las espadas en sus cinturas con una gran solemnidad.

Era un psiónico que controlaba múltiples espadas para combatir y era un rango S, experto en combates múltiples.

Avanzando en formación de combate, Cécile ordenó a sus invocaciones acercarse y tras un momento varios felinos de seis patas llegaron rodeando al grupo en una formación de protección.

No se habían enfrentado a enemigos durante su viaje de seguimiento a pesar de que viajaron bastante y la mayor razón era que Cécile se encargaba de usar sus invocaciones para tomar el control.

Las notas verdaderamente eran un tesoro y en este momento Cécile entendía la razón por la cual los lunáticos se enfrentaban con salvajismo por uno de los grimorios de ese antiguo jugador.

Todas esas invocaciones eran permanentes, lo que significaba que tenía cerca de diez rangos A en este momento como protección y lo mejor era que todos estaban en su control.

Si bien no podía mantener en control a miles de esos altos rangos, la realidad era que Cécile sabía que estaba mejorando en su control y lentamente elevaba el número de invocaciones que podía controlar de forma permanente.

Además, entendía que los números estaban a su favor.

Ahora no tenía necesidad de crear círculos mágicos o realizar un contrato con la invocación antes de invocarla y tampoco traía criaturas que no controlaba como antes.

En este momento estaba dejando ver que su título de 'ejercito de una sola mujer' no era falso.

"Vamos." Ordenó el capitán dando una señal.

El grupo avanzó y Cécile envió las órdenes para que otras invocaciones de rango B y C, que eran mayoría avanzaran con fuerza.

Solo envió aquellas invocaciones centradas en la fuerza y en la resistencia, era por eso que se pudieron ver criaturas extrañas.

Lagartos con escamas plateadas, un gusano con patas, un águila con dos pares de alas, o lo que parecía ser un rinoceronte con dos cabezas con espinas.

El ruido se extendió y entonces todos atravesaron los árboles, encontrándose con la aldea en ruina.

"Esas tortugas no han notado nada y continúan su camino." Comunicó Cécile conectándose con el felino que seguía esas tortugas.

"No hay signos de vida inteligente."

"Tampoco peligro del 'Caos'."

"Sin ninguna fluctuación mágica."

Los informes de los exploradores, magos y sacerdotes llegaron de inmediato y el capitán frunció el ceño.

"¿No dijiste que sentiste algo ominoso?" Preguntó el capitán con curiosidad.

La aldea que estaba al frente de ellos era de tamaño mediano, pero solo estaba iluminado por la luna y no se sentía nada.

"Eso sintió el felino cuando acompañó a esas tortugas." Respondió Cécile frunciendo el ceño.

Ahora mismo sus invocaciones estaban en los alrededores escondidos entre los árboles e incluso en el cielo volando, pero no sentían que sus instintos lo alejaban del lugar.

"Bien. Exploremos. Esas tortugas se mueven lento y podemos alcanzarlas. Recuerden no bajen la guardia." Ordenó el capitán tan estricto como siempre.

Cécile asintió y ordenó a una serpiente que se acercara.

Era una serpiente de rango A y su mayor cualidad era su capacidad de disminuir su tamaño, pero era perfecta para mantenerse oculta.

Haciendo que cubriera a un felino de seis patas, comandó al felino para que la siguiera mientras ella exploraba.

Las notas le abrieron un nuevo camino en el ámbito de la invocación, permitiéndole realizar una invocación numerosa de diferentes criaturas.

Si bien no había llegado al punto del 'Enemigo de la Humanidad' que decía que podía invocar calamidades de forma ilimitada, estaba avanzando.

Aunque según las notas esta forma de invocar no era la tradicional por medio de círculos mágicos, ni tampoco era aquella invocación en donde realizaban un contrato previo, era un estilo más indiferente.

Esa indiferencia venía de que en realidad las notas mencionaban que 'raptaba' esas criaturas de otros planos y las ponía bajo su control.

Tal estilo no era sorprendente para un jugador con tantas fechorías y que se decía que también no solo invocaba calamidades, sino que podía invocar razas inteligentes.

En su caso, todos eran criaturas mágicas, podían tener inteligencia, pero no eran como las bestias mágicas debido al fuerte instinto que tenía y su naturaleza salvaje.

Si no fuera por su control, era muy posible que cada una de sus invocaciones se volvieran locas y entraran en un frenesí.

Claro, el mayor problema no era ese debido a que mientras no liberara su control todo estaría bien, el problema era que tenía que mantenerlas.

No eran invocaciones temporales que desaparecían y tampoco había contratado con alguna criatura para invocarla de vez en cuando, eran bestias traídas y controladas a la fuerza, que se quedarían a su lado hasta que murieran.

"Una vez que salga de este lugar me fundirán." Murmuró Cécile observando ese felino de seis patas.

El gasto de los círculos mágicos para invocar, de las piedras mágicas para mantener esos círculos y todos los materiales para crearlos se fueron por completo, pero ahora tenía que alimentar a todas sus invocaciones.

Concentrándose en su tarea, tratando de alejar sus problemas económicos de su mente, observó los alrededores.

La aldea estaba en ruina, pero no era como si todo estuviera destruido.

Había algunas casas que estaban indemnes y por los rastros de la destrucción, se dejó en claro que todo fue arruinado hacia bastante tiempo.

Ver una nueva raza inteligente la hizo sentir curiosa y ahora que observaba la arquitectura su interés se elevó.

Las casas eran de piedra bastante sólida, con una forma ovalada y compacta.

Esas paredes estaban talladas de una forma curiosa debido a que parecían caparazones de tortugas enterrados, el detalle del exterior tenía diferencia con cada casa, pero seguían patrones de las tortugas.

Cécile exploró los interiores notando lo que a sus ojos eran muebles.

Al ser humanoide sus construcciones eran similares a las humanas, pero diferente en sus asientos, que estaban diseñados para evitar que moleste el caparazón.

No había tantos muebles y decoraciones, Cécile no sabía si era por la modestia de los dueños o que se hubieran llevado todo.

Sabiendo que pronto seria momento de irse para seguir a esas tortugas, ella abandonó ese edificio en ruina.

A mitad de camino para reagruparse notó un objeto brillante y no pudo evitar acercarse curiosa.

"Oh, un casco." Murmuró Cécile al tomar el casco metálico que estaba reluciente.

Estaba diseñado para adaptarse a las cabezas de esas tortugas, y era una obra de herrería que sin duda destacaba.

Lo más impresionante a sus ojos era que tal objeto era mágico y se mantenía limpio, lo que permitió que la luz de la luna se reflejara, como si fuera un espejo.

Cécile a punto de dejarlo se concentró en el reflejo del casco y pudo notar reflejada la luna que brillaba tan reluciente como siempre.

"…"

En un silencio escalofriante, ella pudo ver como la luna detalladamente reflejada cambiaba.

Su mente quedó inmersa al ver que esa maravillosa luna cambiaba y se dejaba ver como en verdad era… Diferentes formas homogéneas que se pegaban entre sí.

Entonces ojos aparecieron, de distintas formas y tamaños, aparecieron en la luna logrando que la mente de Cécile cayera en un trance.

Hizo todo lo que pudo para huir y salirse de ese estado, pero en ese momento se dio cuenta de que estaba plenamente consciente.

Cuando se concentró para que una bestia la empujara, pudo notar que los ojos los estaban observando y entre esos ojos, estaban algunos que temblaban por abrirse.

Ellos sabían que estaban aquí… Tal realización la hizo entrar en un frenesí de miedo y al ver los ojos temblorosos querer abrirse, solo aumentó ese miedo.

Y lo peor, era que sus instintos le gritaban que si esos ojos se abrían iba a ser problemático e incluso aterrador.

Cuando una conexión mental extraña estaba tratando de hacer contacto con ella, algo sucedió.

"¡HAAAAAAAA!"

Un gritó resonó por ese silencioso lugar y el trance de Cécile se rompió, creyendo que era ella quien estaba gritando, pero no.

Tirando el casco y sin deseos de mirar la luna, ella en vez de entrar en pánico, utilizó un artefacto bendecido con magia de luz con la idea de purificarse.

"…"

Entonces, se dio cuenta de que no era la única tratando de purificar algo, los otros miembros de la expedición se estaban moviendo, pero no a su dirección.

Un pilar de luz cayó de lo alto en otra parte y la pureza que se extendía dejo en claro que era un rezo a la Diosa del Orden.

¿Qué era lo que estaba sucediendo?

Ordenando al felino que la moviera si se quedaba congelada, Cécile avanzó hacia el grupo deseando no solo averiguar qué era lo que sucedía, sino que principalmente tener un apoyo en caso de que algo le sucedía a ella misma.

Entonces, vio como un explorador estaba rodando por el suelo con horror y extremo miedo, al frente de él un pequeño tótem negro se derretía.

"Ha sido contaminado por el Caos. Tengan cuidado." Ordenó el sacerdote de la iglesia del orden mientras se ponía a rezar otra vez.

El explorador estaba agitándose mientras que de su estómago algo empezaba a empujar, creciendo.

Daba la sensación de que ese hombre estaba embarazado, pero Cécile sabía que no era eso, sino que el Caos lo estaba mutando.

"Oh, Gran Señora del Orden devuelve todo a su lugar." Rezó el sacerdote y entonces una luz descendió del cielo.

Un aura pura se extendió por los alrededores cubriendo no solo al sacerdote, sino que a ese explorador que se retorcía.

En medio de sus gritos de dolor, el explorador empezó a vomitar gusanos negros que se retorcían y se quemaban con la luz.

"Resiste y vomita todo. Deja que tu mente y alma sean purificadas." Ordenó la sacerdotisa de la Iglesia del Tiempo y el espacio.

Ella era una de las pocas que se había acercado para sostener y ayudar el explorador.

Ese explorador estaba vomitando todo y a pesar de que solo fueron unos segundos desde que escucharon el grito, había sido corrompido bastante.

Física y mentalmente, si no fuera por la rápida reacción del sacerdote era muy posible que ya se hubiera convertido en un monstruo.

¿Ella hubiera sufrido lo mismo?

Tal pregunta llegó a su mente al mismo tiempo que el felino que seguía las tortugas se detenía.

Distraída tratando de no pensar en lo sucedido y dejándose tragar por la luz que la purificaba, ella se conectó a su bestia y se dio cuenta de que las tortugas se habían dirigido por un camino que estaba pegado a una montaña y al otro lado un acantilado hacia un lago.

Cécile estaba segura de que habían llegado a su destino.

******

En medio de un terreno llano coloreado de blanco y negro, se encontraba Vladislav y su equipo rodeado por una esfera de agua que volaba por el aire.

Su destino había estado más lejos de lo que había pensado y peor, las circunstancias eran más difíciles de lo que había creído.

Entre más se acercaba a su destino, se encontraba con más almas que eran atraídas por cualquier color.

Ahora su esfera de agua contenía a todo su equipo y era de un color negruzco para evitar ser detectado.

No obstante, su viaje no fue tranquilo.

Descansar en este lugar normalmente sería fácil cuando un rango SS como él, estaba presente, pero la verdad fue diferente.

Observando a los miembros de su equipo pudo notar que algunos estaban pálidos.

La mayor razón era que no importa cuántas barreras pusieran o cuan protegido estuvieran, todos tenían pesadillas o escuchaban voces.

Dormir no era tan agradable como uno pensaría y pese a que los fantasmas fuertes que de vez en cuando llegaban eran derrotados, las batallas físicas no era lo que les afectaba.

Estar en este lugar era una constante batalla mental y espiritual que debilitaba a cada uno de sus miembros.

Entre algunos de ellos se podían ver ciertas ojeras e incluso palidez.

Lo peor era que esas pesadillas algunas veces no solo se trataban de espíritus o almas desagarrándolos, sino que sacaban recuerdos antiguos o traían personas que ya habían perdido.

Era un combate mental lo que estaba sufriendo y Vladislav sabía la causa.

No era una mente maestra o alguna entidad desconocida, era el ambiente en el que se encontraban.

Este mundo de blanco y negro era un mundo espiritual, apto para entidades espirituales y no simplemente para humanos como ellos.

Si bien este mundo estaba desolado tenía las condiciones básicas para sobrevivir tales como el aire, pero a no era un mundo ideal para ellos.

Al igual que no lo sería un mundo con el elemento fuego extremo o algún otro mundo 'mágico' con condiciones no 'físicas'.

Era posible que este mundo naturalmente estuviera empujando el alma fuera de sus cuerpos físicos y si bien los miembros de la expedición eran rango S, no todos tenían defensas altas en el ámbito 'espiritual'.

La diferencia estaba clara cuando uno miraba a los magos y los psiónicos comparados a los luchadores y espadachines.

Los primeros tenían una mayor resistencia tal vez por su mente o por su entrenamiento en otra área, mientras que los luchadores y espadachines estaban centrados en lo físico.

Las pesadillas solo eran los efectos 'traducidos' de su alma siendo empujada a abandonar su cuerpo a pesar de que estaban vivos.

No iban a sentir dolor, ya que no era un ataque, solo era un efecto natural de este mundo y su alma reaccionaba de tal manera provocando pesadillas.

Si el alma se debilitaba no importa cuán fuerte fuera el cuerpo, al final los efectos se mostrarían física o mentalmente.

Para magos espirituales este lugar podría ser un campo de entrenamiento e incluso de caza de almas, pero para ellos se acercaba a parecerse a un infierno.

"Prepárense, estamos por llegar." Declaró Vladislav dándole una mirada.

Lo único que podía hacer por ellos era encargarse de las batallas 'físicas', en cuanto a las batallas mentales y de sus propios cuerpos, era temas que ellos mismos tenía que tratar.

Además, eran rangos S, sus almas eran fuerte y a pesar de que se debilitaban con el tiempo, podrían resistir.

Dejando abierto una apertura entre medio de los espíritus que ahora eran tangibles por la zona, pudo ver una gran cueva a lo lejos.

Ese era su destino y Vladislav avanzó.

Un mago lo ayudó a mantener su barrera de ocultación y su objetivo era entrar a la cueva sin batallar.

No sabía que era lo que se iba a encontrar y no tenía tanta información, así que, en vez de eliminar a todos sus enemigos en una batalla, prefería entrar primero y explorar.

Después de todo, incluso si había espíritus de rango S, no sería mucho problema luchar contra tales individuos.

Avanzando con precaución tratando de no iniciar una batalla, la cueva se dejó ver con claridad.

Era y no era lo que esperaba.

Resultaba ser una cueva como un montículo, pero su entrada era una puerta metálica que liberaba pequeñas ondas que alejaban los espíritus.

Estaba claro que los nativos en este mundo tenían una gran afinidad a lo espiritual y su avance mágico era notable.

Al menos eso era lo que Vladislav discernió por los grabados en la entrada.

Apuntando su bastón a lo lejos, hizo que una gran esfera de agua celeste fuera disparada y si bien al principio fue a una enorme velocidad que nadie pudo ver, luego a lo lejos el color celeste se extendió.

Miles y miles de espíritus avanzaron con fuerza en persecución a esa esfera celeste, tal vez pensando que el color era vida.

La esfera de agua en la que se encontraban se rompió cuando los miembros se empezaron a mover.

Su estado no era nada agradable, pero seguían siendo profesionales y habían elegido a los mejores individuos para participar en esta expedición.

Ellos levantaron barreras en la entrada en caso de que fueran atacados y también priorizaron su ocultación, todo mientras Vladislav caminaba a la entrada.

La entrada era bastante grande y se notaba que no era una cueva natural.

Bajo la tierra que la rodeaba, había una pared de metal que posiblemente evitaba que los espíritus entraran.

La defensa era ante seres espirituales y no estaba muy centrada a lo físico, quienes lo construyeron claramente se trataban de defender de los fantasmas y no de enemigos físicos.

Al menos no como uno pensaría.

Vladislav agitó su mano usando su energía mágica para crear agua y luego la extendió por toda la entrada, logrando que se adentrara en cada orificio hasta que llegara al otro lado.

Entonces, ante los ojos de su grupo su cuerpo se disolvió en agua cuando lanzó otro hechizo de magia de agua extremadamente avanzado.

Su afinidad al agua era extremadamente alta y era un rango SS con cientos de hechizos de toda clase y este solo era uno entre los tantos de su repertorio.

En forma de agua, Vladislav atravesó por los orificios y la grieta llegando al otro lado.

El aire estaba estancado y todo estaba oscuro, pero en vez de observar el interior, Vladislav abrió la puerta desde adentro.

Sin romper nada, solo forzó la entrada que se abriera y luego de un momento la puerta se abrió completamente.

Sus miembros de equipo no se asustaron o retrocedieron, eso se debía a que había una barrera de agua cubriendo la puerta.

Estaba tratando de hacer que el aire estancado no los golpeara en caso de que estuviera contaminado con algo.

Por supuesto, su prioridad era retener a cualquier espíritu para tratar de interrogarlo en caso de que estuviera adentro, pero lamentablemente no hubo nada y Vladislav solo dejo que el aire circulara con calma.

Este mundo era blanco y negro, que no tenía luz y ningún sol, pero no era como si estuviera todo teñido de negro.

En el cielo no se podía ver nada, aun así, ese blanco y negro daba formas a los objetos que empezaban a aparecer detalladamente.

"¿Es una civilización mágica?" Dudó un Archimago observando los alrededores.

"Lo era." Corrigió Vladislav con seriedad.

En la cueva se encontraba un pasillo con paredes metálicas que estaban grabados con decenas de glifos.

Tales glifos absorbían energía mágica y ayudaban a repeler a los fantasmas de afuera.

Tirados por el lugar estaban toda clase de objetos repartidos y tras cerrar la puerta, el grupo se adentró en el interior.

Algunos pasillos tenían lo que parecían ser habitaciones, las camas que los nativos de este lugar usaban eran una esfera larga como algún tipo de ataúd de cristal.

El lugar era grande y los muebles que se usaban estaban adaptados para individuos altos.

Sillas decoradas y con decenas de grabados en ellas, las habitaciones tenían todo tipo de objetos mágicos y todo estaba sucio, pero abandonado.

Estaba claro que quienes vivieron en este lugar se habían ido.

En cuanto a su destino… Tras caminar y llegar a una gran sala de operaciones, Vladislav pudo ver un portal en el área.

No estaba activado, pero era la base de un portal que podía ser activado si era arreglado de forma superficial.

A sus alrededores se encontraban pergaminos y bastantes objetos mágicos.

La mayoría eran cristales tirados y rotos, con elementos de investigación que Vladislav no podían entender su funcionamiento.

"¿Qué hacemos ahora?" Preguntó un miembro de la expedición.

"Ese portal parece dirigir a otra parte de este mundo, pero no estoy seguro a donde…" Murmuró un Archimago de magia espacial.

Vladislav observó los alrededores y se dirigió a una esfera que estaba puesta en un trípode.

No importa los mundos o la raza, cuando se desarrollaba artefactos mágicos siempre había algunas reglas no importa qué tipo de glifos, círculos mágicos o grabado se usará.

Y en este caso Vladislav sabía que era esa esfera… Una esfera de grabación.

Era necesario entender un poco sobre su funcionamiento para activarla y a pesar de que ninguno era un encantador o herrero, eran Archimagos dedicados.

"Creo que aquí es donde se encuentran las piezas para nuestro rompecabezas." Murmuró Vladislav dándole una mirada a su grupo para que tuviera cuidado con los cristales.

Si esa esfera se dedicaba a grabar entonces posiblemente tuviera parte de la respuesta que buscaba.

******

Aurora terminó de leer los informes de ambos portales y dejo salir un largo suspiro.

El único problema de los informes era que no resultaba tan detallado como a ella le gustaría y tal vez la razón era que ambas expediciones lo enviaban por medio de un ritual a sus dioses.

Si bien aquellos que escribían el informe daban sus detalles, no era como si pusieran cada hipótesis que pensaran o cada detalle que vieran.

Sin embargo, esta era la única forma que tenía para saber lo que sucedía mientras trataba de entender lo que ocurría.

Sabía que la Iglesia del Tiempo y el Espacio seguramente estaba investigando quien creaba los portales y si era el Dios Celestial Zabathza… Solo podrían sentarse y encontrar la razón.

Después de todo, ese 'Dios' estaba conectado a la Diosa Primordial del Orden y no era como si lo pudieran llamar 'culto religioso' y tacharlo de enemigo, debido a que muy posiblemente todos los otros dioses sabían lo que se iniciaría.

Para lo único que podía servir conocer el nombre de esa existencia, era para buscar detalles históricos de Terra nova para ver su actuar y tratar de descifrar su personalidad.

Ahora mismo muy seguramente ella no era la única que se sentía como algún tipo de juguete u hormiga ante los ojos de esa existencia.

Recostándose en el sillón de su oficina, Aurora pudo ver que su reloj holográfico vibraba con una llamada.

"¿Estás desocupada?" Preguntó Nicole y retorciéndose con cierta timidez, murmuró. "¿Quieres charlar? Ya sabes, para ponernos al día."

Por su mirada no solo deseaba 'ponerse al día', era posible que quisiera disculparse por su aparición tan repentina al lado de la mafia.

Sin embargo, Aurora podía ver que también estaba demasiado pensante, tal vez al darse cuenta de que no conocía a ambas suficiente.

"No, no tengo tiempo, pero si quieres puedes ayudarme. Necesito una conexión con ese grupo de mafiosos para moverme, y la segunda al mando, me vendría bien." Dijo Aurora dando una suave sonrisa.

Sus primeras palabras causaron cierto temor a Nicole, pero al seguir escuchando su expresión mejoró y luego dio un suspiro apenado y ligeramente avergonzado.

No estaba mintiendo.

Víctor le había prometido que le entregarían la 'otra parte' y ella sabía que la mafia americana se había dividido en dos.

Si tenía la oportunidad de usarlos para buscar a otros malhechores entonces lo haría, no era como si pudiera hacer algo contra esos mafiosos, y más cuando la Reina del Norte estaba con ellos.

Además, mirando a Nicole, Aurora sabía que esa jovencita necesitaba hablar y ella si bien no tenía tiempo, podía dedicarle tiempo de su trabajo y arreglar su problema al mismo tiempo.

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