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Esta es la única libertad.

Alice dio un paso adelante al frente de todos y extendió su sombra al suelo.

La sombra se convirtió en algo líquido creando un agujero en el cual una pequeña roca cayó y desapareció.

"Hay que entrar en su sombra. Luego ella avanzara al otro lado." Informó Aurora con un tono simple.

Theodore dio una mirada extraña, pero como el momento no requería explicación ni palabras sin sentido, miro a su espalda y ordenó. "Primer equipo de paladines, síganme."

Un equipo de cinco paladines de rango A, equipados con armaduras pesadas, se adelantó a su lado.

"Yo también iré. No quiero que arruinen mi negocio con sus estupideces." Dijo el luchador mirando al grupo como si fuera basura.

"También iré con ustedes, seré de ayuda." Comunicó Adala sacándose su audífono de su oído.

Su mirada era seria y parecía haber dejado a su grupo de comunicadores, ya que también el dron que la grababa fue desactivado.

"Bien, pero sigan mis órdenes. No necesito estorbos en mi camino." Ordenó Theodore y le dio una mirada a Aurora y Alice.

"Salten, no se muevan, no se asusten y no se fuercen por escapar." Informó Aurora dándole una señal para que avanzaran.

Theodore saltó primero y fue tragado por esa profunda oscuridad, y al instante siguiente los paladines lo siguieron.

El luchador fue el siguiente y la heroína fue después, tan solo para que ella le diera una mirada a Alice y saltara último.

Pasar por esa sombra se sintió extraño, como tantas veces antes.

Era como entrar en una piscina, pero en vez de agua era algo esponjoso que la hundía lentamente.

Sus ojos solo observaron oscuridad desde que entró e incluso agitar su mano era como tocar algo sólido y suave, como si golpeara una gelatina que le impedía moverse.

Ese estado duro un segundo hasta que sus sentidos empezaron a tener más libertad y aquello que tocaba se alejaba.

En la oscuridad pudo tener cierta visión, pudiendo notar a Theodore y sus paladines totalmente inmóviles, siendo su líder quien fruncía el ceño.

Pudo ver que la masa de oscuridad que los rodeaba, como si pudiera aplastarlos o devorarlos en cualquier momento, se alejaba, pero eso fue todo lo que pudo observar.

Todo lo demás era oscuridad, una oscuridad tangible que parecía agitarse y temblar como si algo deseara salir.

Esta era el espacio atado a la sombra de su hermana y tan solo un segundo después, Alice salió del suelo apareciendo a su lado.

Los otros sentidos de Aurora empezaron a extenderse por fuera de la sombra, como si Alice le diera 'permiso' para actuar libremente.

Pudo sentir como el líquido negro que era la entrada a este lugar se convertía en una oscuridad intangible, como una sombra y se adentró a los escombros del túnel.

La razón por la cual Alice podía ir a dos posiciones diferentes en un instante, era porque su sombra estaba conectada a este espacio… Y este espacio podía conectar dos o más puntos de su sombra y en mayor rango la sombra indefensa de otra persona o lugares en donde sea oscuro.

Había hechizos de magia de oscuridad similares a lo que Alice era capaz de hacer, aunque todos eran a nivel de un archimago.

La sombra se movió por el túnel pasando los escombros y Aurora pudo sentir los alrededores… Notando aquellos inmóviles que fueron enterrados.

Apretó su puño con fuerza y tomó el mango de su espada.

Su mano no tembló, se mantuvo inmóvil, pero sus emociones estaban entrando en un frenesí.

Era un frenesí de calma y frialdad, de tranquilidad y paciencia… Era la calma antes de la tormenta.

No explotaría con ira ahora, por el contrario, sus emociones la empujaban a ser más fría.

La sombra se movía rápido, pero ella sintió que cada segundo pasaba lento y cuanto estaban por llegar se encontraron con una barrera.

Cubriendo toda la zona comercial, esa barrera desconectó las señales tecnológicas e impidió que los sentidos pudieran percibir lo que sucedía con claridad.

A la vez que seguramente impidió que las personas del interior pudieran irse o aquellos con magia espacial pudieran entrar.

La sombra llegó al límite, y Alice, en vez de preguntar qué tenía que hacer, actuó.

Su sombra volvió a una forma líquida y luego algo físico, logrando que más masa negra empezara a extenderse de este espacio hacia afuera.

Como tentáculos que crecían apuntaron a un punto de la barrera y penetraron profundamente, abriendo un punto por el cual pasaron.

Esa masa de tentáculos se extendió por el suelo rápidamente.

"Vamos a salir." Avisó Aurora.

Los sentidos de los demás estaban limitados para que no observaran los alrededores, aunque podían escuchar su voz.

En el interior oscuro no se abrió ninguna puerta o conexión con el otro lado, sino que Aurora fue tragada por el suelo sintiendo esa sensación gelatinosa y luego fue elevada con rapidez, logrando que su visión cambiara al instante.

De oscuridad pasaron a la luz… Una luz que reveló casi cientos de criaturas en la calle.

Eran bestias de cuatro patas, pero era difícil decir que era un animal y sería mejor llamarlo 'monstruo'.

Perros deformes con grotescas protuberancias, felinos cuya cabeza era una boca aberrante y otro tipo de criaturas repulsivas.

Ya pasaron el primer límite de estar 'afectado por el caos', también habían superado el estar 'mutado', estas criaturas estaban en la última etapa en donde fueron 'corrompidos' completamente.

Ahora eran monstruos.

Algunas de esos monstruos atacaban los edificios tratando de subir por las paredes rompiéndolas, mientras que desde adentro se escuchaban gritos o ruidos de batalla.

El número de aventureros, mercenarios y héroes eran alto en esta zona a causa de que muchos habían venido a esta ciudad para ver si podían sacar provecho del portal abismal.

Era por eso que a pesar de que algunos monstruos eran rango B o A, lograron escapar a los edificios para protegerse.

Aun así, había muertos que estaban entre los monstruos siendo devorados por ellos.

"Paladines traigan orden." Ordenó Theodore avanzando al instante.

No solo se quedaron aturdidos por la escena, sino que estaba revisando el área y analizando los enemigos.

Aurora marchó hacia adelante sacando su espada de su funda, lanzando un corte que parecía dividir la realidad.

Fue un momento, pero su visión se sintió como si todo fuera una clase de pintura y ella era la artista, solo que esta vez no usaba un pincel, utilizaba un arma para cortarla.

Al instante esa visión se rompió cuando ella aceleró cortando la cabeza a otras criaturas mientras los cuerpos de los monstruos que antes había cortado empezaron a caer al suelo, divididos a la mitad.

Su espada se llenó de la sangre de esos monstruos, pero no se detuvo y avanzó a alta velocidad, cortando, una y otra vez.

Su velocidad fue aumentando como si sus emociones descontroladas desearan plasmarse en la realidad.

Y eso hizo al agitar su espada, logrando que las criaturas al frente de ella cayeran con un corte que las dividió a la mitad.

Por su lado, Theodore quemaba todo lo que encontraba en una combustión instantánea sin dejar ni cenizas.

A diferencia de un mago de fuego, no fue destructivo, fue metódico.

Sin equipamiento y armaduras, estas criaturas solo fueron corrompidos totalmente, obteniendo un aumento de fuerza.

Era posible que antes fueran perros, gatos u otros animales normales.

Sin embargo, había una pregunta…

"Busquen quien lo hizo." Ordenó Theodore a los paladines que estaban llegando.

Alice se quedó a proteger a los paladines, quienes rompieron la barrera y abrieron un portal para traer a sus compañeros desde afuera.

Esa era la forma que se movían esos expertos.

"Levanten sus barreras, no toquen nada y cuando sientan algo peligroso aléjense. Hay un aura demoniaca… No, un aura malvada. No se dejen influenciar." Avisó Theodore con solemnidad.

Aurora concentró sus sentidos y lo sintió, era sutil, pero era un aura que buscaba pegarse a su cuerpo, sin lograrlo.

Era un aura de…

—Un Dios Malvado.

Su sistema terminó sus palabras y la cautela de Aurora se elevó de inmediato.

"¿Ya estamos a salvo?"

"Por fin estamos a salvo… Casi muero."

"¿Por qué se demoraron tanto las autoridades? ¿Querían abandonarnos?"

Las personas que estaban escondidas empezaron a salir, algunos con teces pálidas y otros ligeramente heridos, pero entre ellas se encontraban algunos que estaban enfadados.

"Guarden la calma y manténganse en su lugar, los paladines se encargarán de ustedes." Informó Theodore con seriedad.

Ellos estaban adelantados de los paladines, quienes se encontraban en la entrada avanzando mientras limpiaban todo, extendiendo la luz con sus espadas.

Contrarrestando el 'Caos' de los monstruos, ellos estaban haciendo desaparecer todo lo impuro… Esa luz era la representación del poder de 'Orden' de la Diosa Primordial del Orden.

Volviendo todo a su estado natural.

"¿Qué? ¿Por qué? ¿Creen que nosotros lo hicimos?"

"¿Creen que somos los culpables? ¿Nos quieren echar la culpa para liberarse de que llegaron tarde?"

"Yo no quiero morir."

Las cosas se agitaron rápido y Aurora quedo aturdida al ver como esos aventureros aumentaban la cautela hasta el punto de que sintió animosidad.

Theodore frunció el ceño, pero no era porque estaba molesto, sino que porque sintió que era antinatural.

—El aura del Dios Malvado los ha afectado. Corrompiendo sus emociones y distorsionando sus sentimientos.

Su sistema dio ese pequeño informe y Aurora dio un paso adelante sabiendo que Theodore no era bueno con las palabras.

"Nadie morirá. Simplemente, necesitamos organizar todo rápido y no queremos que los heridos se muevan. También todavía hay muchos monstruos y necesitamos mantenernos en guardia." Dijo Aurora tratando de redirigir sus emociones hacia los monstruos.

Fue bien, algunos miraron a las criaturas y a los cuerpos de aquellos que no pudieron escapar.

El dolor de aquellos heridos hizo que sus palabras tuvieran un efecto, pero no todos estaban heridos.

Al verla detenidamente, uno de ellos la miró de pie a cabeza y una sonrisa vulgar apareció en su rostro mientras sus ojos eran tragados por sus deseos más oscuros.

"Ya nos van a culpar… Tal vez… Tal vez deberíamos soltarnos. Entre un crimen falso y uno verdadero, prefiero el verdadero, pero haber disfrutado al hacerlo." Dijo con su sonrisa vulgar.

Aurora se mantuvo imperturbable, y dándose cuenta de que las expresiones empezaron a cambiar como si un interruptor se hubiera encendido.

Era libertad para soltar sus oscuros deseos… Aquellos que todo ser humano mantenía en lo profundo de ellos.

Liberarse de las leyes, de la moral y ser libre.

Era Larzura, la Diosa de los Hedonistas, el Libertinaje y la Libertad, la Diosa Malvada quien buscaba liberar estos oscuros deseos.

Sin embargo, Aurora no se sintió perturbada, ya que hizo lo suficiente.

"Oh, Gran Señora del Orden devuelve todo a su lugar."

Pilares de luz blanca cayeron en cada uno de esas personas… Devolviendo todo a su lugar, trayendo 'Orden'.

"Ugagg…"

Aquellos que estaban más afectados empezaron a vomitar líquido negro.

La corrupción de un Dios Malvado podía ser mental, física o espiritual… Las dos primeras eran las más fáciles de tratar y las más frecuentes.

Distorsionar los pensamientos para que se entreguen a sus deseos y entre más profundos caían al abismo, más contaminados eran por este… Hasta que se volvían aberraciones grotescas.

Ahora estaban sacando toda esa corrupción completamente, restaurando todo al estado en el que debían estar, trayendo 'Orden'.

"Solo respiren hondo. Déjenlo salir." Dijo Theodore con un tono serio y dando una señal a los paladines, se acercó a Aurora y comentó. "Buen trabajo."

Su comentario fue sincero.

Esa clase de persona era Theodore, alguien que decía lo que no le agradaba directamente y daba cumplidos cuando debía.

"Deja que los paladines se encarguen de ayudar a los heridos y a buscar a las otras personas. Necesito que me ayudes a buscar la fuente del ritual. Llegamos temprano, pero el aura se sigue extendiendo y si el ritual no es encontrado tal vez nos enfrentamos a algo peor." Informó Theodore en voz baja.

Lo hizo en voz baja debido a que no deseaban que la escucharan los demás.

La heroína Adala estaba ayudando a las personas como un apoyo moral y si bien los paladines estaban trabajando, el luchador no había ayudado ninguna vez y solo estaba caminando por la zona.

"Me encargaré." Respondió Aurora asintiendo y le dio una señal a Alice para que revisara todo.

En cuestión de sentidos, Alice era más precisa y en su caso ella era alguien instintiva, pero tenía su sistema.

"Debe haber personas escondidas, siendo afectadas, así que si es necesario solo déjalos inconsciente." Dijo Theodore antes de volar revisando hacia adelante.

Este lugar era una larga calle en ambos lados con edificios, pero como no era necesarios autos había otras decoraciones en el medio.

Los paladines se movieron buscando a los afectados, tratando de ayudarlos purificándolos a la vez que se adelantaban con una alta precaución.

Aurora continuo hacia adelante, limpiando su espada y mirando con seriedad los alrededores, mientras prestaba atención al luchador.

Como una luchadora podía sentir que los músculos del luchador se tensaban a cada momento, preparado para ejercer un gran poder.

Era alguien instintiva y sus instintos le decían que el luchador era su objetivo aquí.

Su espada seguía en su mano mientras ambos caminaban y al igual que el luchador cuyo cuerpo dejaba ver venas, su espada lentamente revelaba el aura.

Cubriendo su espada, el aura incolora y traslúcida que ella estaba usando, estaba adquiriendo color.

Verde, celeste y rojo estaban manifestándose a su alrededor sin que ninguna fuera dominante.

Su aura estaba cubriendo la espada con el 'Concepto' que ella había captado al ascender al Rango S, dándole forma a su siguiente movimiento.

El luchador se movió tensando su cuerpo apuntando a un edificio con toda su fuerza y ella también actuó.

Su espada fue rodeado por un aura celeste que la cubrió completamente y cuando él agitó su brazo para soltar el golpe, ella agitó su espada.

El color celeste en su mente era el color de las barreras, ese color celeste traslúcido de la mayoría de las barreras mágicas que servía para proteger.

Y eso se plasmó en la realidad.

Como un pintor, una artista que plasmaba sus emociones en la realidad, su corte tiño todo a su paso de celeste adelantándose al poderoso golpe del luchador.

Dejando una estela celeste a su paso que se extendió para cubrir lo que deseaba proteger y lo hizo.

*BOOM*

El poderoso golpe de un luchador de Rango S que destruiría completamente un edificio y crearía un enorme agujero en la pared, golpeó la barrera celeste.

Tal vez porque hace tiempo no usaba su aura, esta vez fue débil, sin embargo, fue lo suficiente como para absorber gran parte de ese ataque.

Logrando que solo lo restante rompiera la pared del edificio y no todo el edificio como se esperaba.

El luchador la miró con ira y odio a que se metiera en sus asuntos, pero ella caminó hacia adelante con su espada en la mano.

Su aura celeste desapareció y un aura roja tomó fuerza siendo la dominante.

¿Qué representaba el color rojo para ella?

Que el aura de rango S se volviera más fría y peligrosa como si estuviera preparado para mancharse de sangre, dejaba ver un atisbo de lo que deparaba.

El luchador le dio una última mirada y luego desvió su atención hacia el grupo de paladines que se acercaba.

"Encontré el lugar que buscaban, se siente peligroso." Dijo el hombre.

Su 'se siente peligro' a los oídos de Aurora sonaba como una excusa por la cual atacó… Aunque su ataque seguramente destruiría todo y perturbaría el ritual.

El interior del edificio, que había intentado destruir y ahora que no tenía pared, revelaba un complejo ritual que usaba la sangre de varias personas que ya no tenían vida.

—Destruirlo eliminaría el ritual que no ha logrado formarse completamente, pero también crearía una perturbación que impediría que se usara magia o se rezara a un dios para analizar y buscar el culpable.

Aurora lo entendía y era seguro que el luchador también, pero él solo miró la hora y soltando una risa se alejó.

"Espero que el seguro cubra todo este daño y espero que encuentren a los bastardos que lo ocasionaron." Dijo el luchador dando una sonrisa a Aurora antes de alejarse.

Su caminata, su mirada y la expresión mostraba confianza… No, ya había pasado la marca de la confianza y era arrogancia.

La arrogancia de alguien poderoso que creía que podía hacer todo lo que deseara y nadie lo detendría.

Ella lo dejo ir, tenía cosas sospechosas, pero no podía hacer nada para detenerlo.

Después de todo, lo mejor era aprovecharse de esa arrogancia para descubrir todo lo que sabían.

"Liam te lo dejo." Murmuró Aurora en voz baja.

Su traje de combate estaba equipado con un sistema de comunicaciones, así que Liam seguía conectado.

"Entiendo." Respondió Liam con calma.

Aurora miró la destrucción del lugar y luego el ritual.

Habían llegado temprano y este ritual estaba en la etapa previa.

La etapa en la cual afectaba a las personas con el aura de un dios malvado, para luego dar paso a la locura de la libertad, el hedonismo y el libertinaje, dando fuerza al ritual para que finalizara… ¿Qué era lo que podía suceder cuando el ritual finalizara?

Era mejor no saberlo.

Al ver tanta muerte y destrucción hoy, Aurora sabía que era mejor no pensar en lo que podría haber sucedido.

******

El Señor Demonio Pezak miró su reloj holográfico que proyectaba la vista de la calle y el túnel al centro del área entretenimiento de la ciudad Mamaia-Sat.

Tan calmado, tan tranquilo, el demonio sonrió y activó la señal.

*BOOM*

Las explosiones empezaron a suceder, logrando herir varias personas y asesinar a otras, mientras que las cámaras se desactivaban completamente.

Soltando una risa por la destrucción, él salió de donde estaba y observó el túnel.

Era lo que los humanos llamaron subte y si bien tenía una alta seguridad, él había logrado pasar sin que nadie se diera cuenta.

Como un Demonio era bueno para ocultarse incluso entre los rangos SS que vigilaban.

Él avanzó rápidamente por el túnel y se adentró profundamente a la parte interna de la ciudad Constanza.

Al otro lado, notó que varias figuras se acercaban, trayendo una esfera que extendía una barrera e impedía la vigilancia.

Pezak se reveló delante de esos goblins.

"Criatura del mal. ¿Tienes lo que has prometido?" Preguntó el chamán hablando por el quién parecía ser el líder.

Al ser cuatro goblins, ellos revelaban bastante confianza al negociar, pero a Pezak no le molestó y sacó tres anillos espaciales, lanzándolo con suavidad.

"Creo que esto sería igual que sus 'bolsas mágicas'. Ahí tienen suministros." Informó Pezak con una sonrisa.

El chamán usó el anillo y sacó un gran pedazo de carne roja.

Parecía común y simple, pero había una ligera aura extraña a su alrededor.

Aquel que comiera tal comida empezaría a liberar sus deseos y su naturaleza hasta que se volviera libre… Tal como todos debían ser.

Esa fue la bendición de su Gran Señora hacia la comida.

Ellos lo notaron, pero otro sacó una vara dorada y extendió una luz purificando toda esa aura malvada.

Lo hicieron al frente de él para demostrar que no estaban tan indefenso al enfrentarse a una 'criatura del mal'.

Pezak los observó de forma desagradable al ver que la 'bendición' de su 'Gran Señora' fue eliminada.

A sus ojos esas criaturas se convirtieron en tontos ignorantes, pero todos aquellos que no entendían lo liberador que era estar bajo a tal deidad, lo eran.

Sin embargo, ahora se mantuvo tranquilo.

"Recen a nuestra 'Gran Señora' serán liberados completamente de sus restricciones. Serán libres para soltar sus oscuros deseos. Rezarle y serán libre." Predicó Pezak con un tono devoto.

El goblin más pequeño entre ellos, quien tenía la mirada más salvaje, se sintió atraído por sus palabras, pero fue el líder quien le dio una mirada.

"¿Solo prometen esa clase de libertad?" Preguntó el líder con un tono simple.

Lo hizo ver como si la 'libertad' que estaba proponiendo fuera simple e insignificante… Como si se tratara de la libertad de una bestia, una que estaba enjaulada por sus deseos.

"Esa es la única libertad que necesitas." Respondió Pezak y con una sonrisa viciosa, agregó. "Y la única libertad que puedes conseguir."

"Seremos completamente libres o moriremos en el intento." Anunció el chamán con un tono elevado y fuerte.

El líder solo le dio una mirada y se retiró con su grupo, sin mirar hacia atrás o verse perturbado.

Pezak volvió a levantar una barrera fuertemente a su alrededor y no se molestó porque se fueran.

Caminando por las vías llegó a una zona abierta y notó varias miradas en él.

Criaturas verdes abrazas a otras pequeñas criaturas, mientras que otros trataban de protegerlas.

Mujeres, niños y adultos masculinos… Grandes, medianos y pequeños.

Parecían ser aquellos que estaban débiles y que podían ser 'dispuestos' y abandonados, pero a Pezak no le molesto.

Todos ellos serían un buen material de regalo para su 'Gran Señora'.

Fue en ese momento que sintió que varias barreras se levantaban, no era hacia él, era en toda la zona.

Probablemente, las fuerzas aliadas activaron las máquinas para impedir el movimiento espacial y como se superponían, seguramente se había extendido por toda la ciudad Constanza y los alrededores.

A lo mejor también se había superpuesto con la ciudad Mamaia-Sat, en donde todo había iniciado.

Dándole un vistazo a su reloj holográfico, Pezak dejo ver una mirada molesta al ver que todo había terminado más rápido de lo que había esperado, pero observando a esas criaturas verdes, dio una sonrisa.

Su distracción momentánea estaba funcionando y ahora solo faltaba algo…

"Creo que será un problema llevármelo a todos." Murmuró con una sonrisa.

Tenía un largo viaje a sus tierras e iba a ser difícil con tanta vigilancia.

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