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El camino del mecánico.

Leslie no apartó la mirada del combate de Nicole viéndola a través de una proyección.

Su compañera se estaba enfrentando a un maestro de armas y aunque el tirador estaba descargando todo el cargador, Nicole esquivó corriendo en zigzag, tratando de acortar la distancia sin perder la velocidad.

Un cambio rápido de dirección y su cuerpo ágil, era la mejor baza de esa luchadora.

Nicole saltaba y rodaba por el suelo para luego seguir corriendo esquivando los disparos y acercándose al maestro de armas con rapidez.

A veces pisaba la tierra con fuerza y levantando tierra y rocas, otras veces tomaba algunas rocas y la lanzaba a su oponente para presionarlo, todo mientras no perdía velocidad.

El maestro de arma estaba poniéndose lentamente nervioso al no poder afectar a la luchadora que estaba esquivando y trató de retroceder.

La delgada luchadora aprovechó la oportunidad y con una seriedad una arremetió hacia adelante, mostrando una fuerza aterradora en su carga.

Nicole con sus brazos se cubrió su rostro y soportó los disparos, entonces al acortar distancia, golpeó al maestro de armas con una aterradora.

A diferencia de la misma Leslie que duro bastante en una ida y vuelta contra el luchador que se enfrentó, ese maestro de armas recibió una paliza.

Dos puñetazos al estómago, uno en la mandíbula y antes de que pudiera caer, una patada en la mejilla que lo envió volando contra el piso.

Ese era el 'combo' como Aurora le gustaba llamarlo.

Leslie al darse cuenta de que la batalla ya estaba decidida, sonrió cuando declararon a Nicole como la victoriosa.

Esa joven que cuando llegó a la academia era tímida y se ponía nerviosa durante su combate, pero en este momento dio la impresión de ser una profesional.

No había duda de que la confianza y la responsabilidad junto a las diferentes batallas durante la práctica, la ayudaron a desarrollarse y aunque era increíble, Leslie destacaba el esfuerzo de Nicole.

Era innegable que Nicole se había esforzado logrando enfrentar su nerviosismo y sus miedos y que lo hiciera era agradable.

Leslie con una sonrisa animada terminó la trasmisión antes de que el combate del grupo de Marc comenzara.

"¿Fue una victoria?" Preguntó el conductor al verla sonreír.

"Si, mi compañera gano." Respondió Leslie y mirando por la ventana como los edificios pasaban, agregó. "Me hace sentir que me estoy quedando atrás."

En su voz no había enojo o envidia, solo estaba declarando un hecho.

Convertirse en un 'mecánico' significaba depender del avance tecnológico para su desarrollo.

Esta profesión era tan rara que el número de individuos de alto rango eran menor que los de otras profesiones.

¿Cómo podía lograr superar sus límites y volverse más fuerte?

Era una pregunta que era difícil responder.

Ella le había preguntado a Liam un mecánico con talento informático de Rango S y él respondió que usó sus habilidades sin parar hasta que lo logro.

Tal vez fue suerte, las circunstancias o la mentalidad que pudo convertirse en un Rango S… Era difícil de precisar y dejaba a Leslie perdida.

Si bien Liam tenía un talento muy diferente, Leslie quedo a la deriva sin una señal.

"Supongo que no será por mucho. Usted persistirá." Dijo el conductor dando una sonrisa para animarla.

Leslie no pudo evitar sonreír.

Su padre era dueño de una empresa armamentística importante y le había ayudado a contactar con algunos maestros de armas y el problema era que la mayoría de ellos eran antiguos soldados o individuos que pasaron por misiones diferentes.

Ellos se involucraron en múltiples batallas directas y obtuvieron experiencia real

Muy diferente a Leslie que no tenía tantas oportunidades para obtener experiencia real y tenía que entrenar.

"Ya llegamos." Anunció el conductor, despertándola de sus pensamientos.

Leslie agradeció y bajó del auto, dirigiéndose a la entrada del edificio que pertenecía a la Empresa Taranis.

A diferencia de lo que cualquier otro podía suponer, ella no estaba deprimida y era imposible que lo estuviera, cuando sus compañeros avanzaban con tanta determinación.

Ver tal fuerza de empuje llevaba a que ella no quisiera rendirse.

Y ese deseo de no querer rendirse la trajo a este lugar.

Su padre había logrado conseguirle nuevos juguetes, que tal vez la ayudarían a seguir progresando.

"Señorita Leslie, el ingeniero lo espera en el área de entrenamiento." Informó la secretaria cuando la vieron entrar.

Leslie mostró su expectativa.

Era imposible que no estuviera emocionada cuando su padre la entusiasmo mencionándole los avances tecnológicos y entre lo que le informaba, contó que había cooperado con la Empresa Cosmos para el desarrollo armamentístico.

Leslie rápidamente bajó por el ascensor.

"¿Emocionada?" Preguntó el ingeniero al verla llegar rápidamente.

Había conocido antes al ingeniero así que Leslie no tuvo vergüenza en asentir.

"Entonces, ven te lo mostraré." Dijo el ingeniero dándole una señal para que se acercara.

La mirada de Leslie estaba dirigida a la gran caja que se encontraba en una mesa diseñada por el sistema de entrenamiento del área.

El ingeniero se acercó y abrió la caja, revelando un rifle de francotirador con un cañón largo.

Era un diseño ligeramente futurístico con un color blanco y líneas celestes que se extendían por el arma.

En la caja no estaba ensamblado y todas sus partes estaban repartidas por esa caja muy bien ordenadas.

"Es todo tuyo." Señaló el ingeniero sin ocultar la sonrisa en su rostro.

Leslie tocó la base del rifle y de inmediato empezó a ensamblarlo como si conociera cada parte del diseño y como todo funcionaba.

Esa era la capacidad de 'maestría de armas'.

"Diez disparos. Tiene la capacidad para aumentar su potencia usando energía magia. Soporta diferentes tipos de balas desde normales y mágicas. Es liviano y fácil de usar." Detalló Leslie mientras entendía su arma y deteniéndose un momento, dudó "¿Puede convertirse en un rifle de asalto?"

A pesar de que dio la pregunta, en realidad activó el mecanismo y su rifle empezó a cambiar.

El cañón del rifle se acortó, la mira disminuyó de tamaño mientras que el cargador se agrandaba, para ajustarse a un cartucho de munición de mayor cantidad.

"Es una belleza." Murmuró Leslie fascinada.

En su mente aparecían tantas formas de usarlo que hizo que su cerebro se sintiera pesado y tal respuesta, aumentó la emoción que ella estaba sintiendo.

Sin embargo, ella misma se dio cuenta de un percance fatal.

"No voy a poder utilizarlo en todo su potencial." Murmuró Leslie sin ocultar cierta pena en su voz.

Conocía el arma como una parte de su cuerpo y por tal razón, supo cuáles eran sus límites.

Si bien disparar algunas veces estaría bien, una vez que empleara todo el potencial del rifle, el retroceso sería lo suficiente alto como para que ella no pudiera soportarlo.

Sería igual al disparo de Rango A que podía realizar ahora… No, tal vez el efecto del retroceso sería más pesado a causa del poderío de este rifle.

Era inevitable que las consecuencias fueran altas.

"Lo sabemos. Y fue por eso mismo que tu padre trajo otro regalo para ti." Dijo el ingeniero y utilizando su reloj holográfico, desde la pared en donde estaban los equipos se reveló un nuevo conjunto.

Leslie parpadeó sorprendida y…

"Debido a los portales abismales, la Empresa Cosmos liberó la tecnología necesaria para diseñar nuestras nuevas armaduras. Ya no solo sirve para protección, sino que le da a los mecánicos y a las personas normales un empujón en fuerza." Reveló el ingeniero y mirando la armadura con orgulloso, detalló. "Clase 'Tirano'. Una armadura de combate con un exoesqueleto capaz de igualar la fuerza de un rango B. La tuya en especial fue diseñada por la Empresa Cosmos, combinando efectos mágicos con la tecnología, logrando que tenga la posibilidad de demostrar una fuerza de Rango A por un corto periodo de tiempo."

Caminando hacia la armadura con los ojos brillantes, Leslie no supo cómo reaccionar.

Sabía que su padre investigaba los exosqueletos tratando de mejorar las armaduras de combate actuales, deseando que fueran capaces de proporcionar o igualar en fuerza a los individuos cuyos cuerpos eran fuertes.

Así que entendía lo que significaba esta armadura.

Era un avance tecnológico que daba un paso adelante para que los humanos normales se acercaran a los usuarios de habilidades en términos de fuerza.

"La venta será muy restringida, ya que la Empresa Cosmos no quiere que su tecnología caiga en manos equivocadas, pero tu padre pudo conseguir que los desarrolladores enviaran esta armadura para ti." Informó el ingeniero y mirando el diseño de la armadura, comentó. "Como querías tomar el rol de francotirador ellos eligieron un estilo más ligero en vez del pesado."

La armadura era de cuerpo completo y el metal que estaban usando era de tal forma que parecía como si fuera una tela, aunque solo visualmente.

Su grosor era menor a todas las demás armaduras de combate que había utilizado y aunque era sorprende, en realidad la mayoría de sus armaduras tenía un grosor mayor que un dedo y esta era menor.

Incluso con ese grosor desde afuera parecía un uniforme muy ajustado, que daba la impresión de ligereza y resistencia.

"Esta armadura tiene un diseño más avanzado a las que estará en venta. Según ellos era un 'prototipo' y como no quisieron dejarlo en el almacén, se le dieron a tu padre." Informó el ingeniero y dándose vuelta para mirar a Leslie, añadió. "Los desarrolladores declararon que si bien esta armadura aumentara tu fuerza general no te convertirá en un Rango A. Tú necesitas adaptarte a la armadura y convertirla en una parte de ti."

Al escuchar esas palabras y ver que el ingeniero daba una sonrisa, Leslie sin ocultar la solemnidad en su rostro.

Era capaz de entender el consejo de los desarrolladores.

Al tomar su rifle de francotirador sintió como si pudiera ver nuevas formas y métodos para mejorar su técnica al usar su arma, a la vez que se dio cuenta de un límite.

Las restricciones de fuerza personal que le impedían demostrar su capacidad a la máxima potencia.

Su talento de 'maestría de armas' era un talento impresionante y comparado con otros usuarios de habilidades como magos o luchadores, ella era considerada débil.

La razón era que, a diferencia de esos usuarios de habilidades, un mecánico como ella dependía del equipo externo para aumentar su fuerza.

Y al ver la armadura Leslie sonrió.

Ahora ese equipo externo no solo se trataría de su arma, sino que su armadura que en este punto era otra clase de 'arma'.

Ese era el camino del mecánico, Leslie pudo sentirlo.

******

Observando como el grupo de Alexey se enfrentaba a otro equipo en una sala de espera, Clémentine frunció el ceño.

"El grupo de Alexey es bueno." Murmuró Clémentine y con un suspiro, añadió. "Lástima que el equipo enemigo tiene un Rango A."

Los estudiantes se inscribieron en los combates grupales eran menos que aquellos que estaban inscriptos en los combates individuales de rango A.

La mayor causa de ello se debía a que estaba 'mal' arreglado.

Algunos estudiantes al saber que se podían enfrentar a un Rango A, no desearon participar y el número disminuyó a veinte grupos.

En esta ronda solamente quedaban diez y Alexey lideraba unos de esos grupos, juntos a Mihaela y Joslyn, un espadachín y un luchador.

Lamentablemente, el equipo contrario tenía un psiónico de Rango A, que no eran capaces de superar.

"La mayoría no desea esforzarse en los combates grupales, y priorizan los combates individuales. Creo que esa es la razón por la que no les dieron importancia a los combates grupales." Supuso Nicole al ver como el psiónico creaba barreras para que su grupo pudiera avanzar.

Ese grupo se estaba tomando las cosas con tranquilidad, ya que tenía una ventaja así que el psiónico en vez de atacar se centró en defender.

Tener combates grupales para luego tener combates individuales, era cansador y en cierto sentido no era 'útil', por el hecho de que no ganaban demasiado al enfrentarse a un equipo al cual tenían ventaja.

Lo agradable era que la mayor parte de los Rangos A pensaban igual, y muy pocos de ellos formaron equipos.

"Por cierto, ¿Nicole te encuentras bien para combatir?" Preguntó Clémentine a su compañera.

Nicole había combatido antes y aunque había ganado, ella tenía que participar en el siguiente combate.

La semana pasaba rápido y como los combates estaban distribuidos durante los cinco días de la semana, a Nicole le tocó el combate antes de su combate grupal.

"Sí, estoy bien. No fue tan cansador como esperaba." Respondió Nicole con un tono simple.

Tuvo que moverse demasiado para esquivar las balas del maestro de armas, pero una vez que se acercó, lo acabó rápido y ahora luego de un descanso estaba lista.

"Ustedes me hacen sentir como una novata." Murmuró Dalia que rara vez hablaba.

Leslie y Clémentine dieron ciertas sonrisas al escuchar ese murmullo.

Dalia había pasado por su combate y había terminado agotada al luchar en contra un arquero y si bien ganó, tuvo que esforzarse para conseguir la victoria.

Ellas únicamente podían reírse y no era una burla, sino que una risa extraña que denotaba cierta complejidad.

La razón era simple cuando ellas recordaban las misiones diarias que realizaban.

Tuvieron que adaptarse a las misiones diarias que hacían cada día y luego soportaron el viaje de la misión Arca, templando su resistencia física y mental para situaciones tensas y combates continuos.

Y por tal razón no fue demasiado estresante salir de una batalla para ir a otra.

"¡Te ayudaremos a entrenar y a superarte a ti misma!" Anunció Nicole con una voz animada.

¡Si le costaba lo único que quedaba era entrenar! Clémentine estuvo de acuerdo con esa idea.

"No, no. Ya tengo suficiente con el entrenamiento grupal." Respondió Dalia rascándose la mejilla ligeramente avergonzada.

Entrenaban cada vez que había posibilidad.

Habían luchado todos contra todos, duelos individuales, una pelea grupal contra Venali y otra contra Alice.

Al final habían entrenado con todo y en contra todo lo que pudieron, aumentando la coordinación grupal y la destreza personal.

La mayor mejora fue en los combates en contra de Venali y Cithrel, quienes eran rangos S y mostraban toda su destreza para presionarlos.

Sonriendo al darse cuenta de que Dalia no deseaba añadir más entrenamiento, el combate de Alexey terminó con la derrota de su grupo.

"Se esforzaron. Es una pena." Dijo Alice que había estado en silencio comiendo como siempre.

Si algo destacaban los estudiantes de primer año era que demostraban un esfuerzo único, esforzándose todo lo posible para ganar.

Clémentine estaba orgullosa de tener compañeros con tanto entusiasmo.

Mientras veían como ambos equipos se daban la mano y se acercaban para hablar, notaron que Leslie entraba a la sala de espera.

"Perdón por la tardanza." Dijo Leslie de entrada y mirando los combates, suspiró aliviada. "Llegue antes de tiempo."

Se entremezclaban combates individuales con los grupales y la siguiente ronda le tocaba a Oliver, quien se enfrentaba a otro rango A.

Luego de que terminara ese combate, su grupo recién tendría que luchar.

"¿Cómo te fue? ¿Conseguiste algo agradable?" Preguntó Nicole con curiosidad.

Clémentine prestó atención a su compañera de inmediato.

Leslie le había mencionado lo que estaba haciendo y era imposible que no estuvieran emocionadas por su compañera y sus nuevos juguetes.

"Sí." Respondió Leslie y sonriendo con misterio, anunció. "Tengo la suficiente confianza para hacerme un lugar entre los rangos B."

Los presentes dieron sonrisas animadas y comentarios alegres.

Habían estado juntas por un tiempo y podían entender a la otra persona, así que habían visto a Leslie sentirse decepcionada por su bajo progreso.

Y ahora verla recuperar su confianza, era agradable.

"Tienes que guardarla como un arma secreta para robarte un puesto en el torneo internacional." Recomendó Alice mientras miraba a Oliver luchar con pura fuerza.

"Si, eso quería hacer. Además, todavía me falta ajustarme a mis nuevos 'juguetes', es por eso que deseaba utilizarlo este fin de semana." Respondió Leslie con un tono muy animado.

Era normal que guardara su mejor carta para cuando fuera necesario y si bien el torneo grupal era importante, no había nada más importante que el torneo internacional y obtener un puesto entre los mejores.

Dalia dio una mirada curiosa cuando escucho sobre el fin de semana.

"Una conocida nos pidió que la ayudáramos con un trabajo en Asia y por eso cancelamos el entrenamiento semanal." Mencionó Clémentine dando una suave sonrisa.

¡Akira también las había invitado!

Tal vez 'invitar' no sea la palabra correcta, ya que tenían un pago por parte del gobierno japonés al tomar la misión, no obstante, Akira le había preguntado antes si deseaban participar.

Dalia asintió de forma simple, tal vez creyendo que era un trabajo común y nadie quiso aclarar demasiado.

Akira no solo era un rango S, sino que también lideraba un gremio de tamaño mediano que era reconocido y sus misiones, podían no ser nada simples.

"Escuche que el único que falta en responder es Andrés." Intervino Nicole y luego miró a Alice de reojo.

Estaba queriendo saber si a ellas le mencionaron algo de la falta de respuesta de su compañero.

"Según lo que tengo entendido, Andrés tiene que terminar su trabajo antes de decidir si ir." Respondió Alice sin precisar.

El grupo asintió y vieron como Oliver terminaba su combate derrotando grandiosamente a su oponente.

"Nos toca con dos oponentes de Rango A, así que será entretenido." Dijo Alice levantándose de su asiento.

Fue evidente que iba a participar en este combate y tal idea alivio a Dalia que estaba nerviosa.

"Vamos a prepararnos." Dijo Clémentine y sin ocultar su sonrisa, murmuró. "Ya quiero que llegue el fin de semana."

Era imposible que no estuviera emocionada y menos cuando el trabajo era en Japón.

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