reencarnación de un pétalo azul

Desde que nací mi familia tenia todo mi futuro planeado, clases extras, arte, piano, danza, una dama eso era lo que querían cosechar de su semilla. Siempre me repitian una y otra vez que el motivo de mi existencia es para ser la esposa de el príncipe Alex y por ello debo estar en la cima. Admito que mi estilo de vida es envidiado por muchas chicas de mi edad, pero yo creo que es un asco.

Mi nombre es Lena, tengo diecisiete años me apodan* como la divina rosa azul. Es algo vergonzoso ser nombrada como "Divina" y "rosa" por favor como es que llego a ser así para mi, es un verdadero misterio. Mi vida esta organizada a tal extremo de que apenas tengo libertad para respirar.... Bueno tuve entrenamiento para suprimir mi tiempo de respiración.... a este extremo es la educación impuesta por mis progenitores, No se en que me servirá esto....

Las clases duran desde las cinco de la madrugada hasta las cinco del atardecer, luego algunas clases extras. Esta es mi rutina diaria nada que envidiar, el único dia que espero con mas anheló es el jueves, este es mi dia de ""descanso""durante el dia me dirijo al gimnasio donde enseñan artes de lucha , el cual no se encuentra muy cerca de casa y al cual no estoy autorizada a ir,ni aprender, pero esto es algo que elegí por mi misma.

En el gimnasio no conocen mi verdadera identidad por lo que puedo interactuar libremente,nuestro maestro es conocido por sus tácticas de lucha, estrategias, y defensa. E estado a su lado por alrededor de ocho años, por lo que fui nombrada su ayudante.

Podía soportar mis duras jornadas de estudio, a cambio de este dia libre. Pero sabia que un dia se acabaría, y ese dia desgraciadamente fue hoy. Las puertas del gimnasio se abrieron escandalosamente de par a par, dejando entrar mucha gente armada, comenzaron a dispararle a todas las personas presentes dejando grandes charcos en su camino, el profesor comenzo a lanzarles pequeñas shuriken las cuales llevaban a la perdición a quien estuviera en su camino, es increinble verlo en plena lucha...apesar de ser anciano sus movimientos son tan ágil y presisos.... llegue a un punto seguro e imite su acción después de todo es una de las habilidades que el personalmente se aseguro de enseñarme... Mencione que solo el conocía mi identidad?? Ups bueno si no lo dije aclaro que si no lo hubiera conocido, mi vida sería tan monótona, y sin sentido.... El es como mi heroe... Anciano...canoso.... Cariñoso... El me enseño que desde que nacemos todos tenemos un propósito, y tarde o temprano el llegara a buscarnos de nosotros depende sobrevivir o sucumbir por el.

En una esquina una joven se encuentra acurrucada, ella es compañera de practica por como se ve esta en estado de show, me escabulló entre todo el desastre hasta llegar a su lado.

Sus ojos rebosan de lagrimas, le tomo su mano para intentar ayudarla a salir, tratando de tranquilizarla.

-Pero si es Divina Rosa azul-. dijo la joven chica dibujando una sonrisa escalofriante en su rostro-. Pobrecita quería ser normal buuuu. Jajajajaja

Yo-....???

Su cambio fue impactante, ver su rostro lleno de desprecio hacia mi persona, bueno no es como que nunca lo hubiera visto ya que era lo habitual en mi vida, pero era alguien que minutos atrás tiritaba de miedo y minutos atrás me sonreía con tal sinceridad que pensar...

Una sensación de dolor comienza a extenderse en mi pecho al deslizar mi vista, una daga se encuentra incrustada en mi pecho, dejando salir gran cantidad de sangre la cual se desliza apresurada, sobre mi piel el calor se esparse y aunque no creas el dolor se comienza a extinguir dando a paso un gran anheló de recostarme y dormir, podría preguntarle su razon pero en realidad no me interesa saberla.

Mi visión comienza a oscurecerse solo escucho, carcajadas de locura y al maestro llamando mi nombre.....

Un fuerte dolor me despierta del sueño, toco mi pecho pero ya no duele, ni tampoco se encuentra herido.... Raro muy raro cuanto e dormido?. observo alrededor.... Y no, no conozco para nada este sitio es algo asi como una cabaña bastante precaria con suerte una mesa, dos sillas, una cama... Trapos viejos y sucios.... Carajos creo que es ropa. Comienzo a recorrer la pequeña casa hasta encontrar en un pequeño estante algo de pan y carne seca? Creo, que es eso. La muerdo con desconfianza y resulta ser bastante rica o talvez es por mi estomago vacío, en todo caso es comestible . Mi cuerpo se encuentra bastante delgado, creo que no a recibido la alimentación adecuada, mi cabello esta mas largo, y.... Es rojizo... ....? Pero si mi cabello es castaño... Espejo necesito un espejo. Recorró de un lado a otro y no logro encontrar uno. Por lo que me acerco a una ventana, al ver mi reflejo.... No soy yo, esta no soy yo mis rasgos son orientales claro igual es hermosa mmm talves algo mas linda que mi yo pero ni tanto... miro mis manos maltratadas mi ropa gastada, me dejo caer en una pequeña silla para poder asimilar lo sucedido... Recuerdo historias de personas que al morir pueden reencarnar pero por que recuerdo mi pasado? Y no se supone que reencarnaria en un recién nacido..

- quien soy?

mientras esta pregunta apenas salía de mis labios muchos recuerdos aparecen de la nada y ya no queda paso a las dudas de quien soy ahora.

Lena Roberteins doce años , tercera hija del ministro una chica timida y devil en un tiempo donde la fuerza los es todo una...basura aaaáaa....no me gusta clasificar a las personas pero esta chica era...mmmmm bastante miserable siendo maltratada por sus hermanas,empleados y descuidada por su padre aun así prefería ser pisoteada por todos para intentar ganar un poco de su apreció pobre...

realmente miserable es por estas acciones que el día de ayer recibió una paliza por sus sirvientes al pedir comida.luego que la vieron tan mal dejaron aquel pan y carne burlándose de ella tirada en el suelo.

Luego de sufrir horas de frío dio su último respiro dando paso a mi alma.

Supongo que no volveré a mi tiempo....sólo me queda tomar esta vida para vivir, pero no seré miserable ,por favor, alguien que fue llamada rosa azul no será tan fácilmente acorralada después de todo debo agradecer a la antigua propietaria por concederme su cuerpo.