Los edificios blancos que se ven a la entrada son locales es una zona residencial pero no completamente habitada, el cielo comienza a cambiar poco a poco de color, al final de la primera calle ve un letrero que dice "Car Wash abierto las veinticuatro horas".
Se detiene y revisa la ropa de su acompañante, le acomoda el cabello y el saco, la mueve para que su cabeza se recargue en el vidrio para que parezca dormida, y se acerca muy lentamente.
Se detiene y baja el vidrio.
- Hola, buen día, disculpe sabe de un hotel donde podamos hospedarnos mi esposa y yo -
Dos chicos atendiendo el lugar se acercan, uno se dirige a la ventana del hombre y el otro se asoma para ver al copiloto.
- De fiesta eh! -
- Acompañe a mi esposa a la boda de una compañera de trabajo, pero me siento cansado -
- Su esposa también, verdad -
- Si, ella es un poco sensible con el alcohol -
- sí, que huele aquí adentro -
- La fiesta estuvo muy agradable -
- ¿No son de aquí verdad? -
- De esta zona no estamos hospedados en el hotel Increon de Lux -
- Ah son de fuera de la ciudad -
Al ver que la situación no avanzaba el hombre realizo un bostezo fingido
- Disculpa mis modales estoy un poco cansado, vi en el bulevar esta desviación -
- No hermano esta colonia no hay hoteles ni de paso -
El hombre se saca de la cartera y sin pudor la abre y las tarjetas y efectivo que llevaba, quedaron a la vista del chico, saca algunos billetes de alta denominación.
- Oh! Que lastima, que ambles son, tomen esta propina por las molestias que les dimos mi esposa y yo -
El chico sin titubear tomo el dinero.
- Pensándolo bien, si no tienen problema, pues aquí atrás hay departamentos amueblados que se alquilan la dueña es la misma del Car Wash, y pos traigo las llaves ya que soy el portero -
- ¿Estas seguro que no habrá problema? -
- No creo que mi esposa tenga problemas con ello -
- Pues… la renta…. -
- No te preocupes, puedo pagarla -
- Pero, nadie se tiene que enterar -
- Estoy de acuerdo contigo -
- Ta bueno carnal dale pal último Departamento la cortina está abierta solo tienes que levantarla con la mano y la cierras igual, ahorita te alcanzo -
- Muchas gracias. ¿Cómo te llamas? -
- Manuel y aquel se llama Juan –
- Mucho gusto yo me llamo Darren -
Darren extendió la mano la estrecho con Manuel, el chico camino a la oficina y arranco el carro para dirigirse al departamento.
siguió las instrucciones, cuando este llego abrió la puerta,
- cualquier cosa hay estamos, eh carnal -
- Gracias -
Manuel se dio la vuelta y Darren los siguió para cerrar la cortina y camino a la puerta del coche para sacar a Alanís.
Su cuerpo estaba suelto debido al somnífero, quito el cinturón de seguridad y el saco callo a sus piernas, Darren coloco el saco de nuevo y la cargo,
la ropa termino de rasgarse ya que un trozo del vestido se atoro en el cinturón de seguridad.
De un jalón zafo el trozo de ropa que se había atorado y camino al departamento, con el pie cerró la puerta y con la chica en brazos camino al cuarto, la acostó y tapo con mantas, él se recostó del otro lado de la cama cerro los ojos, se durmió.
Horas después alguien golpeaba en la puerta del cuarto, vagamente Darren empieza a escuchar a lo lejos, cuando una voz lo trae de vuelta a la realidad.
- Eh, Carnal, carnal -
Darren siente que alguien le toca en el hombro.
- Carnal despierta -
Darren abre los ojos y ve a Manuel dentro del cuarto,
- ¿Qué, paso, algo? -
- Carnal acaban de entrar tres carros preguntando por ustedes -
La plática hace que Alanís despierte poco a poco.
- ¿y como sabes que nos buscan a nosotros? -
- Traen la foto del carro, carnal -
- ¿Dónde están? -
- Pues andan dando vuelta en la colonia, preguntaron pero les dijimos que no los habíamos visto -
Alanís despierta y abre los ojos -
Darren se levanta, camina a la ventana del cuarto.
– No carnal para acá no van a entrar -
Alanís al verlo se endereza de la cama y se da cuenta que está en ropa interior jala rápido la cobija y se tapa.
– ¿Dónde estoy?, ¿quiénes son ustedes? -
Los dos voltean al escuchar la voz
- Nombre si qué sé pasó de copas su esposa -
El chico suelta una risa al ver que la chica no coordinaba bien.
– Salgamos no quiero que se sienta incomoda -
Alanís no puede ver muy bien porque aún sigue con los efectos del narcótico.
– Necesito un favor podrías conseguirme ropa para ella, algo sencillo pans y una camisa -
– Pos acá en la esquina hay una tienda de ropa -
– ¿ten cuidado de no llamar la atención? -
– Sobres carnal -
Darren saca dinero de su cartera y se lo da a Manuel, este sale de la casa por la puerta principal, se escuchan voces afuera de la casa.
Después de unos minutos se oye como encienden el carro y se aleja.
Minutos después llega Manuel con unos pans y una camisa de colores obscuros.
– Esto es lo único que había, pero dime lo vas a dar de comer a tu mujer ya son las tres de la tarde que no comen ustedes o que, ¿quieres que traiga algo la doña de la esquina hace una comida rica de resaca, quieres proba?r -
– Si claro -
Manuel sale de la casa y cierra la puerta al salir.
Solo cuando Darren se asegura de que se alejó sube al segundo cuarto y abre la puerta, Alanís está en el suelo desmayada.
El corre y la levanta ella solo tiene su ropa interior, la coloca en la cama cuando ella abre los ojos y grita.
– ¡Auxilio, ayúdenme por favor! -
Darren le tapa la boca y esta se retuerce para zafarse de él.
– Alanís, tranquila soy yo Darren me recuerdas, el chico de la fiesta -
Ella deja de moverse y trata de enfocar la vista, al parecer tiene nublada la visión, ella agarra la mano de Darren para que este le suelte la boca,
– si te suelto, no gritaras -
Ella siente con la cabeza, el comienza a soltarla y ella no grita, pero no deja de verlo, Darren comienza a caminar hacia tras para dar espacio a que ella pueda taparse, cuando él le da la espalda esta se endereza y trata de salir corriendo, sus piernas no le responden y cae de nuevo al suelo.
Darren corre a levantarla.
– Descuida, Alanís todo está bien yo solo quiero ayudarte -
La pone en la cama y le da la ropa, ella lo ve y comienza a ponerse la camisa, cuando intenta ponerse los pantalones las piernas no le responden están aún se dadas, así que Darren toma el pantalón y comienza a ponérselo.
– ¿Puedes explicarme qué pasó? -
– Tu novio el chico con el que estabas discutiendo anoche antes de llegar a la fiesta -
– ¿Tu como sabes eso? -
– Yo estaba en la limosna cuando nos topamos con ustedes -
– Ah ahora entiendo -
– me estoy hospedando en el hotel Increon de Lux, mientras estábamos esperando que registrarán mi llegada, te vi bajar de tu carro para entrar al edificio de enfrente, cuando subiste a tu carro atrás de ti venía tu novio, pero no te alcanzo después llego otro carro y entraron al edificio, así que pedí a mi chófer que fuéramos a investigar -
Cuando entramos te vi subir al ascensor, no vi a tu novio así que nos íbamos a ir pero vimos al chico que se ocultó detrás de un pilar así que decidimos esperar.
Cuando saliste del ascensor vi que tu novio te seguía hasta que corrió y puso un trapo y te desmayaste así que pedí a mis guardias qué lo detuvieran esta vez no venía solo así que iba a llevar a mi limusina, me obstruían el paso así que tuve que usar tu coche
Pero llegaron más así que tuve que salir de ahí ellos comenzaron a seguirnos.
Pedí ayuda, a unos chicos tuve que decir que eres mi esposa, pero ahora esos chicos nos están buscando -
– Quisiera aclararte una cosa él no es mi novio, es mi exnovio –
– Te pido una disculpa por lo de tu ropa, la verdad no fue mi intención -
– Estoy muy agradecida, la verdad no sé de qué podía ser capaz ese estúpido -
– Te recomendaría qué informes a la policía, ese tipo se ve muy peligroso -
A fuera del cuarto la voz de Manuel se escucha.
– Carnal, estas dormido -
– pasa Manuel -
– ah, tu mujer ya se despertó –
– Hola, disculpe las molestias -
– No fue nada, aquí te traje algo de comer, los batos ya no los vi creo que se fueron, pero sabes carnal me da pena, a las cinco vendrá mi patrona y pues… -
– no te preocupes te estábamos esperando ya tenemos que irnos -
– Ah!, no se preocupen mandare a la doña que limpie -
Darren se acerca a Alanís y le ayuda a enderezarse, sus piernas todavía se sienten torpes, así que la carga y sale de la habitación, llega al carro y Manuel le ayuda abrir la puerta y acomoda Alanís en el asiento, sube a la recamara por sus pertenencias.
– creo que con esto cubrirá los gastos, muchas gracias -
– Aquí estamos carnal ya sabes.
Manuel sube la cortina del garaje, salen de la casa.
– Te llevare a tu casa -
– Será mejor que me lleves al departamento de mi amiga -
– Tendrás que guiarme no se el camino -
Cuando llegaron al edificio de departamentos, la policía se encontraba en el hotel, entraron al edificio el portero la reconoció estacionaron el carro y Darren se despidió de ella.
- creo que aquí termina nuestro paseo -
– Antes de que te vayas quisiera agradecerte eres una persona muy linda -
– El placer es todo mío, tengo que irme están esperándome -
– Gracias de nuevo -
Darren extiende la mano para darle las llaves, baja del carro y se despide con la mano, se da la vuelta y camina hacia la salida. Alanís baja del carro y sube al elevador.
Cuando llega al departamento encuentra a su amiga en la sala, ella se levanta y corre abrazarla.
– ¿Dónde estabas?, estaba preocupada por ti, encontré tu bolso en el estacionamiento -
– Estoy cansada, luego te lo contare todo –
– Tienes que llamar a tu hermano, vino a buscarte porque no contestas el teléfono, le dije que saliste, desde temprano para arreglar unas cosas, la verdad no creo que me haya creído -
– Tienes mi teléfono -
Ella camina a la mesa y lo saca de su bolsa y marca a su hermano y se mete a su recamara, al escuchar voces el chico de la mañana sale del cuarto.
– Tengo que irme ya casi es hora para entrar en mi trabajo, no puedo llegar tarde -
– ¿Quieres que te lleve? -
– No es necesario, descansa y quédate con tu amiga -
– Como quieras, pero… -
– Trata de descansar yo saliendo del trabajo te llamo ok -
– Si está bien, pero voy a esperar tu llamada -
– Como quieras -
Abre la puerta y sale del departamento, minutos después Alanís sale de su cuarto.
– Tenias razón no creyó nada, pero está tranquilo porque llame -
– ¿Tienes hambre? -
– No mucha pero hoy no eh comido nada tomaré un jugo y me iré a dormir –
– Si es mejor que hagamos eso -
Alanís no hablo del incidente de la mañana cuando entro en el departamento si su amiga no quería tratar ese tema, ella no la obligaría hacerlo.
Se dieron las tres de la mañana y Alanís escucha afuera de su cuarto a dos personas hablar.
– Entonces por eso viniste a esta hora –
– Dijiste que esperarías mi llamada, y no contestaste el teléfono, creí que podrías sentirte mal así que vine para saber si estabas bien, no quise despertarte, me voy de una vez -
– No espera -
– Es tarde y tú tienes que descansar -
– La verdad quiero que te quedes -
– Eso no es correcto –
– Quédate por favor es tarde ya y necesito de tu compañía -
– Laila no puedo hacer eso, sabes que no me gusta este tipo de cosas no es correcto qué yo me quedé aquí en tu departamento -
– Tengo miedo no quiero quedarme sola, por favor -
– De verdad no puedo -
– quédate por favor de verdad no quiero estar sola -
- De verdad, que eres una niña, no puedes poner esa cara, ¿sabes cuánto me preocupo por ti? -
– ¿si me quedo sola y me pasa algo? -
– No digas tonterías –
– Me haces sentir segura de verdad no quiero que te vayas -
El chico quedo en silencio, entro al departamento cerró la puerta y los dos se fueron al cuarto de Laila.
Al parecer la relación de Laila y el chófer había cambiado, Alanís debería estar feliz por su amiga, pero se preocupaba sabía que ellos eran de dos mundos diferentes.
Él podía aceptar a su amiga podría cambiar su forma de pensar. Eso le preocupaba más…
A la mañana siguiente las voces en la sala despertaron
– Sadahir, por favor deja te lleve a casa llegaras tarde a la escuela -
– No quiero -
– ¿Porque no quieres?, yo hice qué te quedaras anoche, por favor deja que te lleve -
– No Laila, entiende no necesito esas cosas, debo irme, te llamo después -
– ¿Pero?, ¿porque no entiendo el problema? -
– debo irme, te llamo después, descansa -
Sadahir, sale del departamento y Laila se queda parada en la puerta viéndolo irse.
Alanís, sale de su cuarto, Laila se seca las lágrimas rápidamente
– Te encuentras bien -
– ¿Ya estas despierta?, que te parece si nos arreglamos y salimos a comer eh -
– quiero ir a mi casa, cambiarme tengo que ir a la florería -
– Si está bien -
Laila regresa a su cuarto y unos minutos después salen.
Todo el camino, estuvieron muy calladas y cuando se despidieron el humor de su amiga era apagado, sin decir nada más Laila se fue.
Cuando entro a su casa su hermano dormía en el sillón con la televisión prendía, eso no era nada bueno ya que su hermano siempre le había dado su espacio, algo que ella siempre había agradecido.
Subió las escaleras tomo un baño y se cambió para ir a trabajar, cuando bajo las escaleras su hermano ya estaba preparando el almuerzo.
– Hermano, no tienes que hacer eso -
– ¿No piensas comer? o eres un fagir, siéntate casi está todo listo -
Ella ve la mesa, todos los platillos qué tanto le gustan a Hamid
– Todo se ve delicioso, te amo hermano -
El coloca el plato con dos huevos fritos con tocino y el pan con mantequilla qué tantos recuerdos le traían.
– Si me amaras tanto como dices, jamás tendrías esos comportamientos tan destructivos -
– Hermano, no me digas eso -
– Ya no sé qué hacer la verdad trato de comprender, todo lo que haces y justificarlo, pero a veces sobre pasas mis límites -
Hamid, bajo la cabeza y apretó los puños.
Tenía en las manos los cubiertos.
– Hermano, yo… -
– No quiero que digas nada, ni que hagas promesas qué no podrás cumplir, solo trata de salir de eso por favor, estas noches fueron insoportables, no solo tu sufres yo también tengo sentimientos, si no puedes superar todo, puedes pensar en mí, yo puedo ser tu ancla, yo quiero ser la persona por la cual quieras seguir vivía -
– Hermano -
Las lágrimas de Hamid mojaban la mesa, Alanís se levantó y corrió abrazar a su hermano, el cual no artículo ningún movimiento, ella comenzó a llorar.
– Tengo miedo, mucho miedo de perderte, de no ser capaz de ayudarte cada vez te siento más lejos y ya no puedo con esto -
Él se levanta de la mesa por el movimiento brusco esta se suelta, el camina hacia el sillón toma su mochila y sale de la casa.
Ella se queda parada llorando, cuando por fin se controló, tomo asiento y comió todo lo de la mesa con lágrimas en los ojos, a ella no le importaba lo le pasara, pero su hermano jamás se había comportado así, siempre lo había visto con su sonrisa que alumbraba los días de ella, pero pensar que él estaba sufriendo por culpa de su comportamiento, no podía perdonárselo.
Salió de su casa y fue directo a la florería, ahí estaba su amiga.
- ¿dónde estabas?, no sabes lo preocupado que estaba tu hermano, David vino aquí ayer y le dijo a tu hermano que quería formalizar contigo, pero todo fue de mal en peor, cuando le dijo que te sacaría del mundo del vicio, el alcohol, fiestas, todo, fue horrible después de eso -
– Ese estúpido de verdad que no entiendo lo que le pasa, tengo que hablar con él -
– Olvídate de eso lo que importa es Hamid tienes que arreglar todo con él está muy mal -
– ¿Estuviste con él?, que paso -
– Estaba fuera de sí, trate de tranquilizarlo, así que lo deje en tu casa -
– Si, estaba en casa, jamás lo había visto tan enojado en mi vida -
– ¿Qué vas hacer?, ¿no puedes dejarlo así?, él está sufriendo, no puedo verlo así -
Ella comienza a llorar
– Lo arreglare, no te preocupes, deja de llorar más me haces sentir mal -
La mañana paso muy rápido, Anny recibió una llamada de su madre qué tenía que salir de la ciudad porque su abuela está un poco mal, así que ella se tenía que ir todo el fin de semana.
Alanís trato de comunicarme con su hermano, pero fue imposible, cuando en verdad estaba molesto se enfocaba en su trabajo y muchas veces no llegaba a casa.
Esperaría a que el la contactara, tendría que arreglar lo de David eso ya no podría seguir.
Lo llamo pero el número estaba apagado.
Laila no se había comunicado con ella en todo el día, gracias a que en la florería estaba llena de gente debido a que se aproximaba la fiesta de San Valentín todos estaban haciendo pedidos para las reservaciones de restaurantes, antros y demás establecimientos qué ya eran clientes frecuentes de ella.
Esa tarde la dueña de un restaurante muy conocido en la zona la había contactado para cenar tenía un evento muy importante ese fin de semana, debido qué la chica que se encargaba de la coordinación del evento había sufrido un accidente automovilístico, varias personas la habían recomendado.
La mujer le pidió que fuera a su restaurante para discutir los pormenores del evento.
Alanís acepto ya qué era un impulso y eso ayudaría a crear una buena fama en el ámbito laboral.
Al menos el trabajo la aria olvidar los malos momentos, en eso también era igual que su hermano eso les ayudaba a despejar su mente.
El sábado en la noche cerro la tienda temprano para poder atender el compromiso tan importante.
En la fiesta se encontraba el gobernador de la ciudad y varios funcionarios qué lo acompañaban, la música estaba a cargo de un cuarteto de cuerdas, su música la hizo relajarse todo estaba saliendo perfecto, la dueña del restaurante mando a llamar a Alanís al llegar a la mesa.
– Aquí estas, justamente estaba hablando de ti con el gobernador, Siéntate cariño -
– Muchas gracias -
– Mucho gusto Jovencita, ¿así que eres tú la responsable de esta hermosa velada? -
– Me avergüenza, con su alago -
– Olvide mencionar qué eres muy modesta además, muchas virtudes juntas, no cree Gobernador –
– Difícil conocer en estos días a Jovencitas qué sean tan virtuosa no lo crees hijo -
– Padre no olvides destacar su belleza -
Todos ríen en la mesa.
– Me siento avergonzada con tan generosos halagos -
En ese instante ella recibe una llamada
– Tengo que tomar esta llamada, para que su velada sea perfecta necesito estar al pendiente de cada detalle -
– Esta bien cariño no te quitamos más tu tiempo -
La velada siguió pasando muy agradable para todos los invitados qué darán enamorados de como se había desarrollado todos dejaban excelentes críticas y halagos para el evento.
Ya de madrugada cuando los trabajadores terminaban de limpiar el lugar las desveladas y excesos estaban cobrando factura, cansada Alanís se sentó en su carro cerro los ojos y se quedó dormida, hasta que alguien toca su ventana ella abre los ojos.
Es el chico de mantenimiento qué le había a que todo están listo qué ya se podía ir a descansar.
Prendió el carro y condujo hasta su casa, subió a su recamara y se quedó dormida hasta que la alarma la despertó.
Ya qué su amiga estaba fuera tenía que ir abrir ella la florería.
Tomo un baño para acomodar sus ideas, tenía un poco de hambre pero no estaba de humor para cocinar a sí que fue al restaurante qué estaba cerca de la florería, tomo un desayuno ligero y abrió la florería.
Atareada todo el día no presto atención al mundo, la verdad estaba agradecida no quería pensar en nada cuando se dieron las tres de la tarde se disponía a cerrar, pero alguien llego de último minuto.
Era la secretaria de la presidencia, una mujer un poco robusta, entro y comenzó a ver los artículos de la tienda un rato, después de eso se acercó a Alanís,
– Buena tarde, soy la secretaria de presidencia me gustaría saber si la semana próxima tiene libre si agenda -
– si estoy libre, pero en que podría ayudarle, la señora Laura dueña del restaurante me hizo una recomendación sobre usted, necesitamos a una coordinadora de eventos muy capaz tenemos la visita de unos inversionistas muy importantes, la última vez no fuimos de su agrado debido a la mala desorganizado del evento, me gustaría saber si estas interesada -
– Claro que sí, me gustaría ayudar -
– Muy bien te espero mañana en las oficinas presidenciales, para que podamos hablar del proyecto, solo tienes una semana -
– Lo tomare en cuenta -
– Excelente te espero mañana, buena tarde -
La mujer le extiende una tarjeta de presentación.
Mientras el negocio crecía, su vida se desmoronaba.
Al cerrar la tienda se dirigió al supermercado, para realizar algunas compras de víveres su despensa estaba casi vacía.
Cuando regresó a su casa y acomodo los víveres, el día de había ido, y seguía sin saber nada hacer a de su hermano y sus amigas.
Tomo un baño de espuma muy largo con música de cuerdas quería olvidar el mundo y que el mundo se olvidará de ella.
Después de unas tres horas salió del baño se puso una pijama y puso el aire acondicionado lo más bajo posible, quería un ambiente qué la dejara dormir profundamente.
A la mañana siguiente se despertó temprano y salió a correr.
Al regresar a su casa encontró a su hermano sentado en la sala con el televisor encendido,
Al escuchar la puerta abrir el giro la cara y vio a su hermana qué traía ropa para correr.
Su semblante cambio un poco se relajó.
– Tenemos que hablar -
– Como digas hermano -
La actitud de ella era diferente y eso hizo que el dudará un poco
– Explícame qué relación tienes con ese tipo David y que es para ti -
– Solo es un conocido -
– Sabes que vino a buscarme -
– si me dijo Anny -
– Entonces porque vino a decir esas cosas -
– Quiere salir conmigo y como lo rechace estaba molesto no tomo las cosas bien trate de hablar con él pero no contesta su teléfono creo que ya se resignó yo me are cargo de eso
– Y qué hay de cierto sobre las adicciones -
– A mí también me sorprendió creo que solo trataba de hacerte creer que era bueno para mí -
– Espero que deje de molestarte, si no lo hace podrías decirme, no quiero que trates este tipo de cosas sola puedes prometerlo -
– Claro que si hermano yo te voy a decir si algo pasa –
– Voy a confiar en ti, tengo que irme tengo trabajo en la oficina -
– Qué tengas un buen día hermano -
– Tu también -
Él se levantó y salió de la casa de
Todo se había arreglado con su hermano y la mañana paso tranquila, cuando llego a la florería su amiga Anny estaba ya ahí atendiendo los primeros clientes.