Capítulo 41: Regresé (2)

Marta llegó a la altura de Miguel y lo miró mientras le preguntaba con la mirada "¿Qué haces aquí?"

- Prima Marcela, cuánto tiempo sin verte - dijo Álex mientras le hacía una leve reverencia.

Miguel levantó una ceja mientras se reía por dentro del innecesario cambio de nombre de Marta.

- Hola Álex, ¿cómo va la preparatoria?

- Mmm... es más aburrida de lo que crees, las materias y los profesores son demasiado rígidos, y los compañeros... son... son demasiado comunes.

- Mi primo es el único que pensaría eso de la mejor preparatoria del país.

- ¿Qué? Pero si tú también te graduaste un año antes de lo cotidiano.

- Eso es cierto, pero yo sí mantenía relaciones humanas con mis compañeros, sin importar que en la mayoría de los casos eran de enemistad, es sano tenerlas, ¿no crees?

Álex se río mientras se levantaba para ir a saludar a su otra prima que acababa de llegar con Marcela.

- ¿Marcela Narváez? ¿Qué pasó con Marta Díaz? - Miguel preguntó mientras posaba su mirada burlona en ella.

- Oh, Cállate - respondió Marta mientras se sentaba a su lado para golpearlo suavemente con sus tacones. Poco después ella preguntó:

- ¿Qué haces aquí? Sólo se puede entrar con invitación y estoy segura de que yo no fui quién te invito.

- Gracias por pensar en mí e invitarme a este singular evento.

- ¡Hablo en serio! ¿No deberías estar en la alfombra roja en este momento?

- Digamos que la suerte ha cambiado para mí.

- ¡¿Quién te invito?! - preguntó Marta con una voz sería.

- Tu hermano.

- ¿Mi hermano? - Marta se giró a ver a Manuel que estaba con su tía Renata y su primo Cristian.

- Él se sentía mal por lo que pasó el lunes y quiso hacer esto en buena voluntad - dijo Miguel mientras miraba a Manuel con una expresión vacía de emociones.

- Ya veo, debe estar volviéndose loco, si estuviera en su sano juicio jamás habría hecho algo así.

- Gracias por tu cálida bienvenida - dijo Miguel en un tono sarcástico.

- De nada - respondió Marta mientras empezaba a reír suavemente, dos segundos después Miguel también empezó a reír.

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Manuel charlaba con su tía Renata Narváez y con su primo Cristian Bustamante, en un momento su tía dijo señalando a Marcela y Miguel:

- Ese hombre con el que está Marcela se parece mucho a Mateo Flórez, ¿es algún primo o familiar?

Manuel se giró a ver a su hermana y analizó a Miguel de pies a cabeza, no se había dado cuenta antes pero la verdad era que se parecía demasiado a Mateo Flórez y cuando reía se veía idéntico a él, en apariencia física eran demasiado parecidos como para que sea pura coincidencia, sin embargo, el carácter de Miguel erraba con el de Mateo, el difunto Mateo Flórez era de un carácter tranquilo y radiante, el de Miguel era frío e imponente bastante parecido al carácter que abundaba en la familia Narváez...

- ¿Mateo Flórez no tenía un primo llamado Miguel? - preguntó Cristian entrecerrando los ojos y analizando de cerca a ese hombre junto a su prima.

- No hijo, Miguel Flórez murió en el terremoto de hace siete años, los señores, Álvaro Flórez y Camila Zamora, murieron también, días después del terremoto, la familia Flórez ha estado plagada de desgracias en los últimos años y esa mala suerte casi nos quita a Marcela.

Un brillo de lucidez paso por los oscuros ojos de Manuel.

Siete años... de repente recordó lo que le había dicho Esteban en su investigación:

- Joven Maestro, Miguel Botero apareció en un hospital del pueblo vecino a Landa, durante toda su estancia en el hospital Diana Gabriela Botero lo visito a diario, tenía dos piernas fracturadas.

- ¿Sólo eso?

- Si Joven Maestro, según los médicos del lugar, él fue adoptado por la Señora Botero desde que él era niño pero no se encontró información del orfanato en el que lo adoptó...

¿Siete años? Hace siete años Miguel Flórez, una mucama y su hija desaparecieron sin dejar rastro... ¿Podría ser qué... ?