En contraste, Lu Yichen lucía fresco y limpio a pesar de que tenía tanto sudor que la parte posterior de su camisa estaba empapada.
Han Qiqing se puso de pie. Se aferró a la barandilla y se asomó, mirando a Lu Yichen con preocupación.
Sin embargo, el entrenador de baloncesto estaba en una reunión con el equipo y no quiso interrumpirlos.
Después de que el entrenador terminara de hablar, dejó que el equipo volviera a descansar.
Después de todo, había un descanso de 15 minutos entre el partido.
Mientras el equipo volvía a entrar, Han Qiqing se inclinó y le gritó a Lu Yichen. —Lu Yichen, ¿estás bien?
El compañero de equipo de Lu Yichen le dio un codazo. —Alguien está preocupada por ti.
Lu Yichen se limpió la cara con una toalla mientras la miraba. —Estoy bien. —respondió suavemente.
Después de eso, volvió su mirada hacia Mu Xiaoxiao.
Mu Xiaoxiao le sonrió y sacudió un puño en el aire. —¡Suerte!
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