Capítulo 7. Asuntos peligrosos VII

—Hoy visitaremos a la Familia Huo después del trabajo.

Lu Zhaoyang sintió que su pecho se contraía.

—¡Estoy ocupada!

¡Ella ya había tenido suficiente de estar atrapada en el drama entre él y su familia!

Huo Yunting exhaló lentamente.

—¿Has olvidado la promesa que me hiciste? ¿Estás rompiendo esa promesa?

Lu Zhaoyang no pudo tomar represalias. Las relaciones entre ella y Huo Yunting, y la de su madre y el padre de él, eran simplemente demasiado complicadas. Ella realmente no quería involucrarse pero él no la dejaba ir.

Su venganza ante su rechazo fue veloz.

Lu Zhaoyang apretó los dientes.

—¡Muy bien, iré!

Después del trabajo, se unió a Huo Yunting en su coche y fue directamente al aeropuerto. En el avión, Huo Yunting le ordenó servirle su bebida como si fuera su criada. Lo disfrutaba inmensamente.

Al final, Lu Zhaoyang cedió a su curiosidad y le preguntó: —¿Por qué quieres visitar a la familia Huo de repente?

Desde ese amorío, Huo Yunting se había mantenido alejado de su familia y nunca había regresado.

Huo Yunting estaba recostado con sus largas piernas cruzadas y descansando sus ojos.

—El espectáculo está a punto de comenzar y, como personaje principal, no me puedo perderlo ahora, ¿verdad?

Lu Zhaoyang se asustó aún más cuando escuchó su respuesta, pero no importaba cuánto seguía investigando, Huo Yunting se negó a entregar más. Le dejó abandonada en su miseria por el resto del vuelo.

Unas horas más tarde, el avión finalmente aterrizó. Un coche ya los estaba esperando en el aeropuerto y se dirigieron a la mansión Huo.

La familia Huo era una familia célebre de gran influencia en la capital. El abuelo de Huo Yunting pudo haber fallecido hace dos años, pero era un peso pesado militar con las medallas que lo demostraban.

Su hijo mayor, Huo Zhenning, padre de Huo Yunting, era un comerciante. Su hijo menor era también un oficial militar de alto rango, aunque ella nunca lo había visto en persona.

Con miembros tan prominentes en la familia, nadie los tomaría a la ligera.

Su coche se detuvo en un patio en algún lugar en el centro de la ciudad. Era espacioso y estaba mantenido elegantemente, como reflejo del gusto refinado se su propietario.

El mayordomo de la casa estaba allí para recibirlos.

—Joven Amo, joven Señorita, bienvenidos a casa.

Huo Yunting se burló de la elección de las palabras, mientras que Lu Zhaoyang se sintió extremadamente incómoda. Ella no sabía cuál era su estatus exacto en la familia.

Cruzaron un jardín y llegaron a la sala de estar. Vieron a Huo Zhenning y Xue Yuming ponerse de pie, agitados ante su llegada.

El perfil firme y digno de Huo Zhenning dio un aire de severidad. La agitación en sus ojos se había ido en un instante.

—Regresaste después de todo, ¡y aquí pensé que ya te habías olvidado de tu familia y de tu padre!

La esquina de los labios de Huo Yunting levantó en una señal de sarcasmo. Sabiendo cómo estaba a punto de reaccionar, Lu Zhaoyang rápidamente le indicó a su madre que la ayudara.

Xue Yuming respondió sin perder un segundo e interrumpió suavemente.

 —Está bien, esposo. Deberíamos alegrarnos de que Yunting haya vuelto. No nos peleemos y volvamos a los negocios.

En ese momento, una joven de aspecto elegante y angelical con un vestido verde claro entró a la sala de estar desde la cocina y colocó una bandeja de frutas sobre la mesa.

—Tío, tía, por favor, coman algunas frutas. Las he preparado yo misma.

Cuando vio a Huo Yunting, su rostro se iluminó con una leve sonrisa que irradiaba el grado correcto de timidez. Ella preguntó con cuidado: —Hermano Yunting, ¿te acuerdas de mí? Soy Mo Shan.

Huo Yunting se acomodó en el sofá y lanzó una mirada a Mo Shan.

—Oh, ¿esa que dijo, a los ocho años, que se casaría conmigo, y me prometió su "primera vez" cuando tenía doce? ¿Esa Mo Shan? —dijo con un tono burla un poco disimulado.

—...

Lu Zhaoyang, que había estado callada junto a Huo Zhenning, tosió fuerte.