882 Puedo Ayudarlo

En la oficina de Gu Jingze.

Qin Hao entró y dijo:

—Señor, la señorita Yun está aquí.

Gu Jingze dijo:

—No la recibiré.

Qin Hao contestó rápidamente:

—La señorita Yun dijo que se trata de la fábrica de armas.

Gu Jingze levantó la vista con dudas. Después de una larga pausa, finalmente asintió con la cabeza. No mucho después, Yun Luo entró. Al ver a Gu Jingze dentro, rápidamente le sonrió.

—Jingze, ¿cómo estás?

Gu Jingze levantó la vista sin un ápice de calidez en sus ojos. Cuando la miró, le preguntó fríamente:

—¿Qué quieres?

Yun Luo se dio cuenta que desde que Lin Che había regresado, Gu Jingze había sido más frío con ella. Se sintió decepcionada. Sin embargo, Yun Luo sabía que lo que iba a decir hoy era muy importante. Era tan importante que podría conmover a Gu Jingze.

—Jingze, escuché que has tenido problemas con tu fábrica de armas.