Gu Jingze parecía frío, pero era simplemente ese tipo de hombre carismático por dentro. ¿Cómo eera eso? Siempre le miraba con cara seria, pero su cuerpo ya se estaba levantando incontrolablemente.
Se acercó casualmente, inclinándose lentamente. Con su encantadora figura, sedujo su corazón, sus labios rozaron su cara mientras la miraba así de cerca. Cada vez que tocaba su piel, la seducía aún más.
Ella le miró a los ojos. En realidad, sus ojos eran realmente encantadores, sus pestañas eran increíblemente gruesas y tupidas. Pensando en ello, Niannian había heredado este rasgo de él. Esas pestañas en forma de abanico cubrían sus profundos ojos. Normalmente, esos ojos recordaban a una tormenta eléctrica: despiadada y temible. Parecían tan fríos que nadie se atrevía a acercarse a él. Los extraños definitivamente no sabían que esos ojos se veían aún más encantadores cuando él estaba apasionado.
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