Una gran cantidad de formas de vida abisales atacaban desde todas las direcciones, pero no fue demasiado difícil para el grupo de Lin Yun tratar con ellas.
A lo lejos, el caótico combate cuerpo a cuerpo entre el Dragón Elemental de Fuego, Curio y el Toro del Infierno casi había terminado.
El Toro del Infierno estaba cubierto de heridas y las llamas en el cuerpo del Dragón Elemental de la Llama ya se habían oscurecido. Estaban en mal estado a pesar de su formidable vitalidad, pero aún estaban vivos.
Sin embargo, todos podían ver que una vez que se restaurara la capacidad de lanzamiento de Curio, deshacerse de los dos sería muy fácil. Solo con habilidades físicas, ya podía forzar al Dragón Elemental y al Toro a una posición defensiva.
La velocidad de dibujo de Lin Yun siguió aumentando mientras las gotas de sudor le goteaban por la frente. Jeremy estaba cada vez más asustado.
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