Esta vez, un Caminante del Vacío de diez metros de altura apareció. Una extraña distorsión se hizo presente en la sala y una docena de Diablillos de Ceniza aparecieron detrás de ella. El olor del azufre del Fuego Abisal se extendió hasta llegar a su nariz.
—Maldición—dijo Lin Yun al instante. El Caminante del Vacío era bastante problemático. Tenía un poder comparable al de una bestia mágica nivel 30 y también tenía la capacidad de devorar maná. Incluso un Alto Mago estaría preocupado y además, le seguía una docena de Diablillos de Ceniza. Uno al frente y una docena detrás. No era tan simple teniendo en cuenta la suma de su fuerza.
Desafortunadamente, Lin Yun no tenía el lujo de elegir.
Tras un profundo rugido del Caminante del Vacío, los Diablillos de Ceniza levantaron sus garras en llamas y una Bola de Fuego tras otra volaron hacia él.
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