—¿Tan poderosas son las 12 lámparas?
—¿Estás diciendo tonterías? —resopló Connoris. —Déjame contarte otro secreto, entonces. El motivo de Osric para crear las 12 lámparas era convertirlas en las armas más poderosas del Horno Eterno. Jeje, si no fuera por la muerte prematura de ese loco, los Altos Elfos podrían haber tenido el octavo Castillo del Cielo. Si no, ¿cómo podríais, vosotros los humanos, derrotar a los Altos Elfos tan fácilmente y dominar a Anril?
—¿Armas? ¿Quieres decir que las 12 lámparas de aceite son exactamente parte del Horno Eterno?
—Por supuesto, ¿creías que ese loco no tenía mejores cosas que hacer y sólo quería ir al Abismo de excursión?
Aunque Connoris le contó el secreto de una manera muy tranquila, Lin Li todavía estaba completamente atónito. Lin Li ya había entrado en el Horno Eterno y vio por sí mismo el extraño Palacio Infernal que flotaba en el aire. Nadie podría tenerlo más claro que Lin Li.
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