La madre de Yale

—Vosotros dos, estábamos hablando de algo serio, ¿verdad? ¿Por qué necesitáis usar la situación para molestarme?

Yale y su padre se echaron a reír después de escuchar a Lina quejarse.

—Lo siento, pero molestarte es tan divertido como cuando eras pequeña, y he estado muy aburrido atrapado, así que no pude resistirme a burlarme de ti un poco.

Por su tono de voz, Lina sintió que el padre de Yale no lo lamentaba en absoluto.

—Tengo que estar de acuerdo con mi padre. Tus reacciones son demasiado divertidas. Si siempre mostraras este lado tuyo en lugar de ocultarlo con esa cubierta de personalidad fría, estoy seguro de que ya tendrías muchas amigas.

Yale no se atrevió a meterse con Lina al principio, ya que eran conocidos a lo sumo, pero como Lina insistía en que eran amigos íntimos, Yale sintió que estaba bien si actuaba de esa manera.