—Paku, ¿conoces tu pecado?
El frío tono de voz casi congela a Paku; nunca había estado tan asustado desde que era un niño.
—Debería haber detenido las ambiciones de mi hijo mayor.
Paku sabía que podía ser culpado por el comportamiento de su hijo mayor.
—Incorrecto. Debiste haberle enseñado bien desde el principio. Si le hubieras prestado atención, hubieras podido corregirlo antes de convertirse en un traidor.
Paku siempre tuvo demasiado trabajo como rey, y nunca le prestó demasiada atención a sus hijos cuando crecieron; tal comportamiento creó personas como los Eunucos Gemelos o el príncipe mayor ya que Paku ni siquiera los castigaba cuando hacían algo malo.
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