Un profundo silencio invadió el lugar mientras los Kage o sus representantes, terminaban de escuchar la historia de Kurama.
"¿Estás diciendo que ahora nos enfrentaremos contra una bestia capaz de traer el fin del mundo?" - preguntó A mientras su expresión cambiaba a una seria. Él no mentiría, estaba aterrado ante la noticia de la existencia de tal bestia, aunque ahora eso explicaba el motivo por el cual Akatsuki estaba buscando a los Bijuu.
"Ahora me siento mucho peor de no haber podido ayudar a Han-san y Roshi-san" - murmuró el secretario de Onoki mientras suspiraba con pesar.
Ao solo guardó silencio porque también se sentía mal de no haber podido ayudar a su Jinchuriki.
Kurama negó con la cabeza cuando vio la situación. Lo hecho, hecho estaba y no había forma de cambiarlo por mucho que ellos ahora se estuvieron arrepintiendo.
"¿Qué crees que suceda ahora que el Jubi ha regresado?" - preguntó Kakashi con seriedad.
"No tengo dudas de que Madara intentará volverse su Jinchuriki" - respondió Kurama con seriedad mientras la expresión de todos los presentes cambiaba a una de absoluto terror. Si Madara ya era peligroso, no querían imaginarse como sería con la Bestia del Apocalipsis sellada en su interior.
"Esas sí que son malas noticias" - dijo A mientras un sudor frío corría por su espalda - "¡Tenemos que impedirlo como sea!"
Los demás Kage asintieron ante estas palabras porque no querían ver esto suceder por nada en el mundo.
"Como sea, ahora solo nos queda pelear" - dijo Kurama con seriedad - "Vuelvan a sus bases y anuncien que pronto entraremos al campo de batalla con nuestras vidas en juego, todo aquel no tenga el valor de pelear, que se retire de inmediato porque si escapan en el campo de batalla, solo bajarán nuestra moral"
Los Kage asintieron cuando escucharon esto porque estaban pensando lo mismo. Era mejor deshacerse de los eslabones más débiles lo antes posibles para que no afectaran el rendimiento general del ejército aliado.
Kurama observó en silencio como los líderes de las grandes aldeas se retiraban, dejándolo solo junto a Gaara.
"¿Necesitas algo, hermano?" - preguntó Kurama mientras levantaba una ceja.
"Él no, pero yo sí" - dijo Shukaku mientras aparecía al lado del pelirrojo - "Tenemos que hablar"
". . ." - Kurama le dio una mirada a Gaara, luego a Shukaku antes de asentir.
"No te metas en problemas, Shukaku" - dijo Gaara antes de retirarse.
"Tch,como hoza hablarle así al gran Ore-sama" - murmuró Shukaku mientras chasqueaba la lengua en irritación - "Tratándome como un niño o una mascota..."
"Al menos se nota que tu relación con tu 'carcelero' ha evolucionado positivamente" - dijo Kurama con una sonrisa.
"No es mi carcelero... es mi amigo" - respondió Shukaku en voz baja, solo para suspirar con pesar - "Como sea, mejor vayamos a un lado más tranquilo porque tenemos mucho de que hablar"
Kurama asintió cuando escuchó esto así que tomó a Shukaku y lo sentó en su hombro, solo para desaparecer en un destello rojo.
Cuando reaparecieron, Shukaku se percató que estaban en una de las montañas cerca de la base de operaciones - "Sigo sorprendiéndome de lo útil que es este Jutsu Humano... y al mismo tiempo tengo que decir que estoy celoso de tus nuevas habilidades... multiplicarte, teletransportarte, son habilidades que muchos de nosotros mataría por tener"
Kurama no dijo nada en respuesta, él solo miró hacia el oscuro cielo lleno de estrellas.
"OK, mejor vayamos directo al punto" - dijo Shukaku mientras saltaba del hombro del pelirrojo - "Dime hermano... ¿Ya has llegado a una decisión?"
"¿A qué te refieres?" - preguntó Kurama con el ceño fruncido.
"No te hagas el idiota conmigo, sabes muy bien de qué estoy hablando" - dijo Shukaku con seriedad - "Tu inmortalidad..."
". . ." - la expresión de Kurama cambió de una pálida a una de absoluta seriedad mientras un profundo silencio invadía el lugar.
"Veo que has intentado aplazar tu decisión lo máximo posible..." - suspiró Shukaku mientras negaba con la cabeza - "Y me llamas idiota..."
Kurama solo pudo suspirar en respuesta a las palabras de su hermano menor - "Tienes razón, no he querido llegar a una respuesta porque tengo miedo..."
"Esa es la peor consecuencia que las emociones humanas nos hacen a nosotros los Bijuu" - respondió Shukaku con el ceño fruncido - "Sé que Tousan nos creó con esta capacidad para que pudiéramos empatizar con los humanos, pero esto es una maldición para nosotros que somos inmortales, más para ti que eres mitad Ningen (Humano)"
". . ." - Kurama guardó silencio cuando escuchó esto. Una pequeña parte de él le estaba diciendo que no siguiera adelante, que se alejara lo antes posible porque si continuaba este camino, sería un peso que estaría cargando por toda la eternidad, pero al mismo tiempo su corazón le estaba diciendo que continuara, que viera el final del camino para poder llegar a una conclusión luego de este largo viaje.
"Si yo estoy sufriendo por la posible pérdida de mi ahora mejor amigo, no quiero imaginar lo que tienes que estar pasando tú" - dijo Shukaku mientras miraba a su hermano con preocupación - "Incluso podría decirse que soy el padre de ese idiota pelirrojo, después de todo, fueron mis habilidades las que lo protegieron todos estos años junto a la voluntad de su verdadera madre"
"Veo que tu relación con Gaara es mucho más profunda de lo que pensaba" - respondió Kurama con una sonrisa.
"No le digas a Gaara, pero un fragmento del alma de su madre está en el interior de su sello, velando por su seguridad y sonriendo por como él ha cambiado para mejor" - respondió Shukaku mientras negaba con la cabeza.
"Eso es algo que él debería de saber" - dijo Kurama con seriedad - "Que yo sepa, Gaara nunca ha podido conocer a su madre"
"Lo sé, pero hay un problema" - dijo Shukaku con seriedad - "Su alma es demasiado débil gracias a ese horrendo sello que usaron para encerrarme dentro de Gaara cuando él todavía se estaba desarrollando en su interior, incluso, este es el mismo motivo por el cual ella no puede acercarse a Gaara, porque el sello es más potente mientras más cerca ella esté de su hijo"
Kurama frunció el ceño cuando escuchó esto, aunque por dentro estaba agradecido de que el tema haya cambiado tan drásticamente. Él lo admitiría, estaba siendo cobarde, pero aceptaría ese insulto con los brazos abiertos mientras él pudiera tener un poco más de tiempo para poder pensar en una posible solución.
"¿Crees poder ayudarla?" - preguntó Shukaku mientras miraba a su hermano mayor.
"Supongo que podría intentarlo, aunque para hacerlo necesitaría una manera para poder sacar el alma de la madre de Gaara de su sello" - respondió Kurama mientras se ponía a pensar en una posible solución, solo para fruncir el ceño en molestia porque no había una forma clara de lograrlo. ÉL podría usar la [Shinigami no Kamen], pero eso solo haría que el alma de la mujer terminara en el estómago del Shinigami.
"OK, creo que es suficiente por ahora" - dijo Shukaku mientras negaba con la cabeza - "Si puedes, te pido que la ayudes... ella necesita pasar tiempo con sus hijos... por cierto, te recomiendo que pienses lo que hablamos, después de todo, la inmortalidad no es una bendición, sino una maldición"
Dicho eso, Shukaku desapareció en una cortina de humo, dejando a Kurama completamente estático. Tal parecía que Shukaku había cambiado de tema porque había notado que él no estaba listo para la respuesta.
Kurama se quedó en silencio unos segundos antes de soltar un pesado suspiro. Él podía sentir como un enorme peso caía sobre sus hombros mientras miraba en dirección de la carpa donde deberían de estar todas las chicas de su clan - "Tal vez... tal vez debería de pensar bien las cosas, más ahora que estamos a punto de pelear contra el Jubi..."
Kurama se puso a pensar unos segundos antes de sacudir la cabeza - "No... mejor lo hago luego... ahora tengo que concentrarme en asuntos mucho más importantes..."
* * * * *
Obito estaba en el suelo respirando con dificultad mientras veía al completamente revivido Madara.
"Esto es perfecto... mi cuerpo se siente como debería de sentirse, sin ningún ápice de incomodidad en mis movimientos" - murmuró Madara mientras soltaba una carcajada - "Buen trabajo, Uchiha Obito-kun..."
". . ." - Obito solo guardó silencio porque sinceramente no podía hacer nada para poder resistir el agotamiento que sentía en estos momentos.
"Bien, creo que es tiempo de que iniciemos..." - dijo Madara con seriedad mientras caminaba en dirección donde estaba la enorme bestia durmiendo. Él no comprendía como era que Zetsu había logrado hacer que esa enorme bestia estuviera fuera de combate, pero no era tiempo para pensar en ese tipo de cosas.
Obito solo observó en silencio con su Rinnegan como Madara arrancaba una parte de la carne de su costado, solo para poner un fragmento del cuerpo del Jubi en su lugar.
Este era el método que Zetsu le había dicho, trasplantar un poco de la carne del Jubi en su cuerpo para aumentar su compatibilidad como Jinchuriki.
Madara lentamente sintió como su corazón empezaba a latir con fuerza, solo para sentir como sus ojos empezaban a pesarle.
"Perfecto... ahora solo queda esperar a que su cuerpo se adapte al chakra del Jubi para poder iniciar con el proceso de sellado" - dijo Zetsu con una enorme sonrisa - "Con eso, nuestro plan entrará en su fase final..."
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