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Capítulo 23: No debes perder

Editor: Nyoi-Bo Studio

Hao Ren no vio a nadie más alrededor y parecía que ella estaba allí por su cuenta.

Después de un instante de dudas, trotó hacia ella, — Qué…¿qué haces aquí?

—Vine a verte correr —dijo Xie Yujia, inclinando la cabeza hacia un lado.

Su cabello, tan negro como un cuervo, cubría su frente pequeña y su larga cola de

caballo que recorría su espalda le daba un aspecto fresco.

La brisa nocturna sopló sobre ella y envió un poco de su fragancia en la dirección

de Hao Ren. Piel suave y blanca, cabello fresco y limpio, y su danzarín vestido

eran prueba de que se había duchado hacía poco.

Hao Ren siempre había pensado que Xue Yujia era linda, al igual que todos sus

compañeros varones. Dado a que ella rara vez mostraba su rostro durante las

actividades universitarias, la chica más popular de la clase se había convertido en

la "propiedad privada" de su clase o especialidad. No la promocionaban como una

rival para Lin Li para ser la chica más popular de la universidad.

De hecho, Hao Ren pensaba que Xie Yujia era más bonita que Lin Li, y

encontraba más atractivo el temperamento tranquilo y elegante de Xie Yujia.

—¿Cómo sabias que estaba practicando aquí? —continuó Hao Ren con sus

preguntas.

No había sudado mucho mientras corría, pero ahora, de repente, al verse frente a

frente con Xie Yujia todo su cuerpo sudaba sin parar.

—Soy la Presidenta de la Clase, yo lo sé todo. —Xie Yujia miró a Hao Ren con

confianza mientras aun sonreía—. Haz estado practicando aquí todas las noches

a las nueve. ¿Estoy en lo cierto?

Hao Ren sabía que la información se esparcía muy rápidamente entre las chicas,

pero nunca había esperado que Xie Yujia le prestara atención a él, un compañero

de clases ordinario y poco importante. ¿Acaso las chicas no hablan de las

acciones de los chicos guapos siempre?

—Te ves muy apuesto cuando corres, —continuó Xie Yujia.

Avergonzado, Hao Ren bajó su cabeza. —Es un honor recibir un cumplido de

parte de la hermosa Presidenta de la Clase, —dijo él.

De nuevo, Xie Yujia sonrió con dulzura, —Soy la Presidenta de la Clase, es mi

deber alentarte por el bien del honor de nuestra clase.

—Así que no lo decías en serio, solo eran palabras de aliento. —La miró

decepcionado Hao Ren.

—Lo dije en serio, y también son palabras de aliento. Te ves atractivo cuando

corres, —añadió inmediatamente Xie Yujia al ver la decepción de Hao Ren.

Al momento en que dijo esto, parecía haber notado que algo estaba mal en que

dijera esas palabras. Bajó la cabeza y sonrió. Cuando levantó otra vez la cabeza,

había recuperado de nuevo la confianza característica de la Presidenta de la

Clase—. De hecho, siempre y cuando des todo de ti yo estaré satisfecha, aún si

terminas de último lugar.

—¡Muchas gracias por el aliento! —dijo Hao Ren, sacando su teléfono móvil de su

bolsillo—. Son las nueve cuarenta. Los dormitorios cerrarán si no nos apuramos a

regresar.

—Hoy es viernes y no cerrarán hasta las doce, —le recordó Xie Yujia.

—Oh, casi lo olvido si no me lo recuerdas —dijo Hao Ren, que se quedó pensando

por un momento—. Pero aún es tarde, y ya he terminado de practicar. ¿Qué tal si

te acompaño de regreso?

—¿No tienes hambre? —preguntó de golpe Xie Yujia.

Hao Ren la miró con la mente en blanco por un momento—. Tengo tallarines

instantáneos en mi dormitorio…

Viendo la tonta expresión en el rostro de Hao Ren, Xie Yujia sonrió, —Te invitaré

un bocadillo nocturno como recompensa por tus duros esfuerzos en nombre del

honor de la clase.

—Ok —asintió Hao Ren. No se había esperado que Xie Yujia lo invitaría a comer

un bocadillo. Ya había sido una gran sorpresa para él cuando Xie Yujia vino tan

tarde en la noche para verlo practicar.

—Espera un minuto —le pidió Hao Ren que permaneciera dónde estaba a Xie

Yujia, mientras él atravesaba el campo corriendo para recoger la chaqueta que

había dejado en el césped. Entonces corrió de regreso a su lado.

Parada en la escalera en su elegante vestido largo mientras la noche y la luz de la

lámpara acentuaban su silueta, Xie Yujia lucía aún más refrescante y atractiva.

—¡Vamos! —dijo Hao Ren a Xie Yujia.

—Ok —asintió Xie Yujia y siguió a Hao Ren afuera del campo deportivo cercado.

Wuuush… Mientras salían del campo deportivo, una ráfaga de viento sopló hacia

ellos. Sin pensarlo, Hao Ren inmediatamente envolvió los hombros de Xie Yujia

con su chaqueta y la cubrió del cortante viento con su cuerpo. Luego la guio lejos

de ese lugar frío y lleno de corrientes.

—¿Cómo es que nunca había notado tu caballerosidad? —preguntó Xie Yujia a

Hao Ren mientras le devolvía la chaqueta, cuando estuvieron de regreso en el

tranquilo camino del campus.

—¿Es porque he pasado mucho tiempo con Zhou Liren y se me pegaron sus

malos modales? —bromeó Hao Ren.

—Zhao Jiayi y los otros chicos son escandalosos algunas veces, pero creo que tú

eres diferente —dijo Xie Yujia mientras caminaban.

Ya era cerca de la media noche y todo estaba tranquilo con casi nadie a la vista.

Las tenues luces de las pocas lámparas en la calle le daban al camino, que no era

ni muy largo ni muy corto, una sensación un poco misteriosa y romántica.

—No tan diferente. De hecho, no soy mejor que ninguno de ellos —dijo Hao Ren

burlándose de sí mismo.

—Creo que eres más dedicado con las cosas. Al menos has comenzado a

practicar días antes de la carrera —no pudo evitar defenderlo Xie Yujia.

Hao Ren sonrió, —Soy un hombre tímido que tiene miedo de perder.

Xie Yujia permaneció en silencio y caminó hombro a hombro con Hao Ren hacia la

puerta negra de la universidad. Ella caminaba pensativa como si estuviese

saboreando las palabras de Hao Ren o pensando sobre alguna otra cosa.

Hao Ren nunca se había imaginado que podría salir a caminar con la chica más

popular en la clase, hombro a hombro por el campus, en una noche tan tranquila.

Cualquiera que los viese pensaría que eran pareja.

—¿Qué quieres comer? —preguntó de repente Xie Yujia cuando llegaron a la

puerta negra.

—Eh…¿una "olla caliente" picante? —dijo tentativamente Hao Ren.

La "Olla Caliente Picante" era la comida más barata en la que podía pensar.

Después de todo, le incomodaba que una chica lo invitara a él a una comida.

—¡Ok! —estuvo de acuerdo Xie Yujia.

Era la noche del viernes y los edificios de dormitorios no cerrarían hasta la

medianoche. De hecho había muchos estudiantes afuera comiendo bocadillos

nocturnos. Hao Ren se arrepintió de su decisión de comer la "Olla Caliente

Picante", ya que temía que los chicos que habían estado jugando cartas en su

dormitorio podrían haber salido también por un bocadillo nocturno. Estaría

condenado sí lo veían y esparcían el rumor.

Xie Yujia no parecía compartir su preocupación cuando se acercó alegremente a

uno de los establecimientos de "Ollas Calientes Picantes".

Giró hacia Hao Ren y preguntó, —¿Qué quieres comer? ¡Elige lo que te guste!

Viendo su modo enérgico, Hao Ren dejó sus preocupaciones y penas a un lado.

Eligió algunas brochetas de carne y vegetales y los colocó en la cesta antes de

entregársela a ella.

—Has corrido por mucho tiempo debes estar muriendo del hambre. ¡Agarra un

poco más! —Colocó varias brochetas de albóndigas más en la cesta Xie Yujia, sin

consultarle a Hao Ren.

Entonces eligió algunas para ella y le llevó ambas cestas al dueño del local para

pagar.

Se sentaron en la mesa destechada y esperaron impacientes para sacar de la olla

las brochetas de delicioso aroma.

"Chicos, no aparezcan ahora…", rogaba Hao Ren en silencio, mientras esperaban.

—¿Por qué estás tan nervioso? —preguntó Xie Yujia, observando a Hao Ren.

—No…no lo estoy —miró Hao Ren a la bella Presidenta de la Clase—. Es mi

primera vez comiendo un bocadillo nocturno contigo, la Presidenta de la Clase.

Por supuesto que estoy un poco nervioso.

—¿Es tu primera vez comiendo un bocadillo nocturno con una chica? —preguntó

Xie Yujia mirando a Hao Ren con sus brillantes ojos.

—Quién te dijo…cuando estaba en la secundaría tenía una novia…—Hao Ren no

quería admitir la embarazosa verdad.

Viendo la expresión rígida de Hao Ren, Xie Yujia se rio—. No lo creo.

Hao Ren frunció los labios avergonzado y decidió hacerle la pregunta a ella—.

Presidenta de la Clase, tú eres tan bonita. Debes haber tenido novios antes.

Xie Yujia sacudió su cabeza, y su cola de caballo se columpió con su movimiento.

Un destello negro brillante irradiaba en su cabello bajo la luz de las lámparas de la

calle.

—Entonces estamos iguales, —dijo Hao Ren sin pensar.

Xie Yujia sonrió sin hacer comentarios. En eso, a Hao Ren se le ocurrió que ellos

no eran iguales en lo absoluto. Xie Yujia era tan hermosa y seguramente había

tenido montones de chicos detrás de ella. Ella solo los había ignorado ya que su

atención estaba en sus estudios. Él, por el otro lado, no era más que un chico

ordinario que no le gustaba a ninguna chica.

—¡Dos platos de "Olla Caliente Picante"! —La esposa del dueño del local les llevó

los platos de "Ollas Calientes Picantes" hasta su mesa. Parecía haber notado la

fresca belleza, Xie Yujia, y no pudo evitar observarla varias veces.

No se trataba solo de la esposa del dueño del local, pero todos los estudiantes

masculinos alrededor también estaban mirándola con disimulo.

Una belleza, incluso una de bajo perfil, no podía escapar de la atención de los

hombres.

—¡Come! —Xie Yujia miró los platos de "Ollas Calientes Picantes" y casualmente

le pasó un par de palillos a Hao Ren.

Para los alumnos masculinos que no los conocieran ese gesto casual era un acto

de intimidad, lo que atraía sus celosas miradas.

"Este tipo luce tan ordinario, y tampoco parece ser rico. ¿Cómo puede haber

atrapado la atención de esa belleza?" Los estudiantes masculinos especulaban en

silencio mientras comían su comida y lanzaban miradas a escondidas hacia Xie

Yujia.

—Presidenta de la Clase, ¿Por qué no fuiste a casa este fin de semana? —

preguntó Hao Ren mientras abría el paquete de palillos. Eran para un solo uso.

—Porque quería verte correr —respondió Xie Yujia sin pensarlo. Se rio al ver la

mirada sorprendida en el rostro de Hao Ren—. Ok. Me quedé para ayudar al

Consejo Estudiantil a organizar algunas cosas.

—¿Así que invitarme a comer no era tu plan original? —preguntó Hao Ren.

—Déjame pensarlo…—bajó la cabeza Xie Yujia y dio un mordisco a una

albóndiga—. Eh, yo solo había planeado verte practicar, pero después decidí

recompensarte con una comida al verte practicar tan duro.

A Hao Ren no le importaba si estaba diciendo la verdad o no, ya que estaba muy

conmovido de que Xie Yujia viniera tan tarde en la noche a verlo practicar.

—El otro día cuando Su Han te pidió que fueras a su oficina, ¿Qué rayos pasó? —

preguntó abruptamente Xie Yujia.

—Me vio hablando en la clase y me hizo ir a su oficina para regañarme —

respondió Hao Ren.

Los ojos de Xie Yujia le indicaron que no le creía, pero ella no le preguntó más al

respecto. En su lugar, hizo una pregunta diferente, —¿Entonces que ocurrió con

esa pequeña belleza que vino buscándote?

—Ella es una de las chicas que estoy tutoreando. Solo vino a molestarme —

respondió inmediatamente Hao Ren que ya había preparado estas respuestas.

Miró a Xie Yujia, —Presidenta de la Clase, pareces muy interesada en mí este

último tiempo.

—Las cosas que te suceden últimamente hacen imposible que no las note, —

respondió Xie Yujia.

Con una sonrisa, Hao Ren bajó su cabeza y empezó a succionar los tallarines con

ruidosos sonidos. Los estudiantes masculinos que habían estado lanzándoles

miradas sigilosas estaban furiosos por sus terribles modales en la mesa.

Pensaban que él estaba presumiendo descaradamente que podía comer un

bocadillo nocturno con una belleza incluso con tan poca educación.

En realidad, Hao Ren estaba inquieto. Había sido el compañero de clase de Xie

Yujia por más de un año, y sus caminos no se habían cruzado muy seguido. En la

universidad, las clases estaban apenas organizadas. Dado a que muchas clases

veían los mismos cursos, y los estudiantes de diferentes especialidades podían

elegir los mismos cursos públicos, entre tantas personas era extraño para ellos

poder interactuar. Además, solo unas pocas chicas estaban en la especialidad de

Hao Ren, y ellas siempre pasaban el tiempo juntas. En resumen, Hao Ren tenía

pocas oportunidades de interactuar con Xie Yujia.

—Lo que Cao Ronghua y los otros me dijeron la última vez era sólo una broma,

¿no? —preguntó Xie Yujia.

—¿Eh? —Hao Ren levantó la cabeza y su rostro ya se había puesto rojo debido a

la "Olla Caliente Picante" que había comido.

—Ellos se me acercaron y dijeron que a ti te gustaba yo —se mordió el labio Xie

Yujia antes de forzar que las palabras salieran.

Sus grandes ojos con largas pestañas se veían excepcionalmente hermosos e

incluso en el andrajoso local de comidas nocturnas.

El rostro de Hao Ren se puso aún más rojo, —No…Ellos solo bromeaban…

—Oh…no es importante. Presentí que les gustaba bromear —dijo Xie Yujia, con

una sonrisa, pareciendo indiferente a todo el incidente.

—Esos estudiantes de los años superiores no te causaron problemas, ¿o sí? —

preguntó abruptamente Xie Yujia tras unos momentos.

—¿Por qué lo preguntas? —preguntó Hao Ren, poniéndose súbitamente

cauteloso.

—Escuché del Consejo Estudiantil que algunos estudiantes problemáticos de los

últimos años habían estado molestos con tu comportamiento en el último par de

semanas. Dijeron que te enseñarían una lección. —Miró fijamente Xie Yujia a Hao

Ren mientras expresaba sus preocupaciones.

—Bueno, no es la gran cosa —continuó con la comida Hao Ren sin prestarle

demasiada atención.

—Conozco a algunos de ellos. ¿Quieres que les explique los malos entendidos a

ellos? —pidió Xie Yujia la opinión de Hao Ren.

—No es nada del otro mundo. No tienes que molestarte con eso, —declinó Hao

Ren con un gesto de su mano.

No creía que esos chicos le causarían muchos problemas. Más importante aún, no

quería que Xie Yujia, una chica, lo ayudase a resolver este tipo de problemas.

—Bueno, supongo que solo están intentando asustarte. En el futuro debes

mantener un bajo perfil dentro de la universidad, —le aconsejó preocupada Xie

Yujia.

"Pero no es mi culpa," pensó Hao Ren, pero no lo dijo.

Cuando terminaron su comida, eran casi las once de la noche. El aire nocturno se

hizo más frío. Viendo el delgado vestido de Xie Yujia, Hao Ren temía que ella se

resfriara y sugirió que deberían volver más temprano a los dormitorios. Xie Yujia

no tuvo objeciones.

De cualquier manera, aún eran compañeros de clase y no podían pasearse por

ahí agarrados de la mano hasta la media noche como una pareja real.

Caminando a través del tranquilo campus, Hao Ren acompañó a Xie Yujia hasta

su edificio de dormitorio.

—¡Da tu mejor esfuerzo en los Juegos Atléticos! —alentó Xie Yujia con una

sonrisa a Hao Ren, mientras estaba parada en la puerta.

—De acuerdo. Presidenta de la Clase, que tenga una buena noche —se despidió

Hao Ren de ella con la mano. Por razones desconocidas para él, prefería llamarla

"Presidenta de la Clase" en lugar de por su nombre.

Se dio la vuelta para caminar hacia su propio edificio de dormitorio y se le ocurrió

una pregunta, ¿Había sido una cita?

Si no había sido una cita, ¿por qué se sentía mucho más cercano a ella?

Supongo que una belleza como la Presidenta de la Clase solo me alentaba para

que me desempeñe mejor.

Hao Ren sacudió su cabeza para librarse de estas locas especulaciones. De

vuelta en su dormitorio, tomó una ducha y fue a la cama.

¡Ding! ¡Ding!...

Temprano a la mañana del día siguiente, el sábado, Hao Ren fue despertado por

el sonido de su teléfono móvil.

—¡Ren! ¡Que carajo! —durmiendo en la litera inferior debajo de él, Zhao Jiayi fue

el primero en despertar. Lanzó a un lado su cobija y corrió hacia la mesa antes de

lanzarle el teléfono móvil, que aún estaba sonando; Hao Ren quien seguía

durmiendo en la litera superior.

Un número desconocido apareció en pantalla.

—¿Quién es? ¡Aún es temprano! —respondió Hao Ren con un rastro de molestia.

—Soy Zhao Guang. Nuestro auto esta frente al edificio de tu dormitorio —dijo una

voz firme en el teléfono.

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