Justo en el momento de la muerte del Rey Nube Gigante, un hombre de barba blanca que sostenía una radio y se soplaba la barba tuvo una premonición. En el segundo siguiente, el familiar moribundo hizo su último ataque. Un bocado de sangre al instante golpeó la radio, sangre fresca manchándola de rojo.
—¡El Rey Nube está muerto!
El hombre de barba blanca dejó la radio sobre la mesa en estado de shock y salió corriendo de su habitación frenéticamente para correr la voz. De repente, el cielo se volvió negro. Levantó la cabeza, sus ojos estaban llenos de desesperación…
Por otro lado, Gao Peng golpeó suavemente sus dedos. El sonido resonó sobre el cielo como si fuera el cuerno del destino, como una campana que determina la vida y la muerte.
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