Doradito golpeó su propio trasero y corrió rápidamente hacia Tontín. Incluso tomó las dos naranjas que había recogido de la cabeza de Nan Ju y las calentó en sus manos.
Tontín saltó de la cabeza de la Pitón Roca de Llama Negra. El floreciente Loto de Hueso se extendía por todas partes en el aire. Tontín levantó suavemente a Xiao Hua de la espalda de Doradito y tomó las naranjas. Peló cuidadosamente las naranjas y se las dio a su hija.
Doradito se quedó detrás de Tontín. Después de pensar, dijo en voz baja: —Hermano Tontín, ¡lo que acabas de hacer fue increíble! Tengo muchas ganas de aprender.
Tontín sonrió con indiferencia y dijo: —Está bien. Acércate a mí siempre que quieras aprender.
—Supéralo, Calvito. No podrás aprender eso —dijo Flamita con desdén. Conocían a Tontín desde hace mucho tiempo, por eso hablaban tan libremente.
Doradito sacudió la cabeza, con expresión llena de determinación.
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