—No, pez, no te vayas…—dijo Boba mientras sollozaba.
Gotas de agua cayeron por sus tentáculos.
Gao Peng se quitó las lágrimas de la cara.
—Deja de llorar, medusa tonta.
Boba sintió una punzada de ira cuando escuchó lo que dijo.
Estoy de acuerdo con que me nombres "Boba", pero has cruzado una línea al decirme tonta, pensó.
Levantó sus tentáculos, lista para golpear a Gao Peng. Sin embargo, cuando pensó en un futuro en el que Gao Peng decidiera retirarle su privilegio de jugo de fruta para arremeter contra ella, sus tentáculos se aflojaron y cayeron débilmente contra sus mejillas.
—¡Te odio!
—Flamita, intenta disparar una bola de fuego a la superficie del océano.
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