Capítulo 47: Semilla De Loto Enojada

—Munch, crunch, munch.

Era como si masticar el camaleón fuera comer vegetales en escabeche: crujiente y delicioso. El adolescente resopló, su Familiar acababa de ser comido, causando daño a su alma. Un camaleón semitransparente gigante había aparecido en la pared. Los miraba atento, mientras se mecía hacia un lado y al otro, adelante y atrás. En algunos aspectos, estos monstruos tenían un retorcido sentido del humor, algunos lo habían heredado también.

Sin dudarlo, el joven de pelo verde plantó el pie en el suelo, giró la daga que tenía en la mano y la lanzó viciosamente hacia el tío Liu, quien tranquilamente dio un paso hacia atrás, deslizando el pie. Luego, tomó con la mano derecha el brazo del joven, como una pitón a su presa. Pelo verde sintió como si una boa constrictor lo hubiera atrapado con tanta fuerza que le rompería el brazo. Dejó escapar un grito de dolor y soltó la daga, mientras caía de rodillas al suelo.