Capítulo 20: Sobrenutrición

Con un Certificado de Criador de Monstruos Intermedio en su bolso, Gao Peng sintió que su corazón estaba cálido.

La gente dice que este certificado significa 30 puntos adicionales para mi examen de ingreso a la universidad, pensó.

La plaza estaba fría y triste. Nadie estaba esperando allí. Los amigos y la familia se habían ido a casa. Después de todo, la prueba práctica duró una semana entera.

En la estación de autobuses, el Simio Cráneo Maligno estaba al lado de Gao Peng. Estaba tranquilo mientras nadie le hablara. Podría permanecer inmóvil durante un día entero y sin sentir dolor ni sensación táctil.

Un autobús vino de lejos, frenando en la estación. El conductor se dio la vuelta y miró a Gao Peng, volviendo tranquilamente la cabeza hacia atrás. Entonces, inmediatamente volvió a girar la cabeza con los ojos bien abiertos. ¡Un Simio Cráneo Maligno!, pensó.

Algo andaba mal.

El viejo conductor se volvió de nuevo y miró al Simio Cráneo Maligno.

—Señor, este monstruo tiene una identidad. Mire, aquí está su tarjeta de identificación.

Gao Peng mostró la identificación al conductor. La tarjeta había sido hecha con la ayuda del presidente Chen.

El conductor tomó la tarjeta y la comprobó, luego miró al Simio Cráneo Maligno. En la tarjeta, el Simio Cráneo Maligno miraba a la cámara con una cara de estupidez.

—Eso costará el pasaje de tres personas —le dijo el conductor a Gao Peng.

Los monstruos también necesitaban pagar una tarifa de autobús. Dependiendo de las figuras de los monstruos, las tarifas variaban.

Después de bajarse del autobús y caminar por la calle, el Simio Cráneo Maligno siguió a Gao Peng. Su apariencia única atrajo la atención de todos.

—Oye, hombre, ¿de dónde sacaste ese Familiar tan increíble? —le preguntó un joven con el cabello teñido de amarillo con entusiasmo.

Gao Peng lo miró, pero no respondió. ¿Qué podría decir? ¿Que lo creó a través de la experimentación?

Al ver que Gao Peng lo ignoró, el chico de cabello amarillo no estuvo contento. Tenía una expresión feroz.

El extremadamente silencioso Simio Cráneo Maligno de repente dio un paso adelante, el fuego ardía en sus cuencas vacías. Rugió gravemente.

El chico de cabello amarillo se estremeció, dió dos pasos hacia atrás y sonrió.

—Oye amigo, cálmate. No quise hacer daño, solo creo que este Familiar está increíble y quiero comprar el mismo. Si no estás dispuesto a decirme, no es gran cosa. Somos civilizados, no iniciemos una pelea, por favor.

—Tontín —dijo Gao Peng y miró para reprender al Simio Cráneo Maligno.

Tontín: este era el nombre que le había dado Gao Peng, porque siempre parecía tonto cuando estaba solo.

El Simio Cráneo Maligno se dio la vuelta y miró a su dueño. Tontín bajó la cabeza, dio un paso atrás y se colocó detrás de Gao Peng nuevamente.

Después de regresar a la comunidad, Gao Peng se convirtió nuevamente en una estrella. Dondequiera que iba, llamaba la atención de la gente. Un gran grupo de niños traviesos siguió a Gao Peng, mirando al Simio Cráneo Maligno arriba y abajo con cautela. Algún niño valiente incluso arrojó piedras al simio.

—¡Oigan, vamos a golpear a este monstruo malvado!

Gao Peng se sintió impotente. Será mejor que le haga un traje negro a Tontín, pensó. De lo contrario, llamará demasiado la atención.

Los familiares Malignos eran raros en el área de Chang'an. Tampoco había hábitats adecuados para ellos, por lo que pocas personas habían conocido a un Familiar Maligno. Esa era la razón del fenómeno.

Pero la gente decía que en Xiangxi, los Familiares Malignos y No-Muertos se reunían.

Al subir las escaleras, todo estaba tranquilo. Esos pequeños monstruos del barrio estaban en silencio hoy. Gao Peng lo encontró interesante y miró a Tontín detrás de él.

—Tío Liu, estoy de vuelta.

Gao Peng llamó a la puerta del tío Liu.

Antes de que la puerta se abriera, Da Zi siseó con emoción. La voz exasperada del tío Liu se escuchó después.

—Tú, malagradecido, te he servido la comida por muchos días, te he dado buena comida y bebida, ¡y has visto cómo me lo pagas! ¡Tu dueño acaba de regresar por un segundo y mira lo emocionado que estás!

Después de las continuas solicitudes de Da Zi, Gao Peng finalmente vio a una gorda figura morada que luchaba por abrirse paso a través de la puerta.

Gao Peng bajó la cabeza para mirar a Da Zi, quien estaba atrapado en la grieta, estupefacto.

¡Qué diablos es esta cosa tres veces mayor!, pensó Gao Peng.

¡Si la Barra de estado no mostrara que Da Zi estaba en buena condición, Gao Peng habría sospechado que su Da Zi había recibido una tortura más cruel que la de Tontín!

Su brillante exoesqueleto púrpura oscuro brillaba con aceite, incluso sus largos y afilados pies amarillos se habían convertido en pequeñas pirámides triangulares amarillas.

Si la figura anterior de Da Zi era un palillo largo, ahora era un monopatín púrpura torpe.

La esquina de la boca de Gao Peng se torció en una sonrisa.

—Tío Liu, sé honesto. ¿Con qué lo alimentaste?

El tío Liu se echó atrás las gafas y explicó lentamente: —Tu Da Zi comía muy poco, por eso se veía flaco. Le di algo nutritivo. Cuanta más comida tenga, más fuerte crecerá. Una figura fuerte significa poder.

¿Fuerte?

Las palabras del tío Liu tenían sentido, pero no importaba cuánto intentara convencerse a sí mismo, Gao Peng aún no podía establecer ninguna conexión entre la condición actual de Da Zi y la de un monstruo fuerte.

—¡Primero tiene que ganar peso para que pueda desarrollar músculo y ser más fuerte! ¡Sin grasa, cómo puede ser fuerte! ¡No tener grasa no significa poder!

Cuando el tío Liu terminó su discurso, vio a Tontín, quien estaba en silencio detrás de Gao Peng.

El tío Liu se aclaró la garganta y cambió de vista a otro lugar, fingiendo que no veía a Tontín en absoluto.

En la base de datos de Gao Peng, la barra de estado de Da Zi tenía dos palabras adicionales: Sobrenutrición Extrema.

Muy bien, el tío Liu tenía buenas intenciones. Pero creía que el tío Liu definitivamente lo había alimentado con más que "algo nutritivo".

—Lamento haberte molestado estos días. Muchas gracias por tu amabilidad —dijo Gao Peng y se detuvo para sonreír.

—Tengo mi certificado de criador de monstruos.

—¿De Verdad?

El tío Liu estaba sorprendido, pero feliz.

—Excelente, ¡ese es un buen trabajo, mi muchacho!

El tío Liu asintió, satisfecho.

—Solo tienes 18 años, ¿no? Es realmente genial obtener un certificado de criador de monstruos a tu edad.

Gao Peng estaba a punto de decirle al tío Liu que lo que realmente había obtenido fue un certificado intermedio, cuando escuchó el grito de enojo de Da Zi desde atrás.

Miró hacia atrás y vio a Da Zi tendido entre él y Tontín, haciendo un semicírculo alrededor de sus piernas para protegerlo. Da Zi estaba mirando y rugiendo, mientras Tontín miraba a Da Zi pero no se movía.

—Bueno, bueno, ¿qué es esto?

El tío Liu fingió darse cuenta de Tontín por primera vez y se sorprendió.

—Este es Tontín.

Gao Peng explicó brevemente la historia completa en la Asociación de criadores de monstruos al tío Liu.

El tío Liu miró a Gao Peng de manera diferente.

Solía ​​pensar que Gao Peng solo tenía algo de talento para criar monstruos, pero ahora parecía que las cosas no serían tan simples.

El viejo Ji estaría satisfecho.

Pero no era bueno exponer talento tan temprano. El árbol más alto de un bosque sería destruido antes por el viento. Especialmente cuando se estaban construyendo nuevas órdenes mundiales; los negocios sucios ocurrían mucho, sin duda.

Permaneciendo en silencio por un rato, el tío Liu dijo: —Peng, ¿sabes por qué los Entrenadores de Monstruos tienen un estatus tan alto? Sabes que no importa cuán fuertes sean nuestros familiares, no son inmortales. Un francotirador, una bala, puede amenazarnos fácilmente.