Mientras Stuart levantaba el arma para apuntar, Klein, quien había estado en guardia durante mucho tiempo y ya lo había detectado, se lanzó hacia adelante al mismo tiempo que éste realizaba su serie de acciones.
*¡Bang!*
Stuart, que estaba claramente fuera de control, apretó el gatillo y la bala rozó el costado de la cara de un detective privado antes de golpear la pared. Al instante, los otros detectives sacaron sus revólveres como resultado del estrés. Era como si estuvieran mirando al enemigo, volviendo la escena extremadamente caótica. Entre ellos, Stuart y un detective privado tenían rostros enrojecidos y venas abultadas. Sus ojos ardían con una mezcla de miedo y rabia, como si se hubieran convertido en los llamados Diablos.
En este momento, Kaslana gritó: —¡Alto!
Support your favorite authors and translators in webnovel.com