El Juego Se Acabó

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Ese joven era el único discípulo que su hermano mayor había tomado. En su corazón, Ji Ning era aún más importante que sus propios discípulos. Siempre había sentido que Norte Oscuro era alguien a quien debía proteger, pero de alguna manera, sin que ella se diera cuenta, el niño había crecido hasta convertirse en una figura absolutamente increíble. Tan increíble que había matado al Rey Solitario con solo un golpe de su espada. Estaba absolutamente encantada de saber que su hermano mayor había tomado a un discípulo tan notable.

Y hoy, el joven había aparecido ante ella una vez más para liberarla de una complicada situación.

—¡Maestra, salgamos de aquí! —envió Ning mentalmente.

Al mismo tiempo, envió su dominio de Dao de la Espada para "tapar" la brecha y así evitar que se cerrara. El dominio del Dao de la Espada no podía romper el sello dimensional, pero al menos era capaz de ralentizar drásticamente el proceso de curación.