Después de dejar la conferencia, Zhao Feng y Zhao Yufei comenzaron a pasear por las magníficas tierras centrales de la Raza Espiritual. Todo aquí estaba hecho de varios cristales de colores. La veta de Cristal Divino de calidad alta debajo hizo que el espeso Yuan Qi del Cielo y la Tierra colgara en el aire como una fina niebla, convirtiendo el lugar en un país de hadas.
Zhao Yufei era una hada animada y adorable, sus movimientos eran suaves y elegantes, su alegría difícil de ocultar. Ella era muy consciente de lo vasto que era el Reino Desolado Ancestral de los Dioses. Originalmente creía que Zhao Feng necesitaría cien o doscientos años para encontrar la Raza Espiritual.
Pero Zhao Feng había llegado a la Raza Espiritual mucho antes que eso. ¿No significaba esto que ella tenía un lugar muy alto en su corazón? Zhao Yufei se regocijó interiormente.
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