—Aparecieron de nuevo...
Zhao Feng sintió que el aura de la Muerte dentro de su alma era más fuerte que nunca.
Se acercaban más de una o dos Fichas de la Muerte, y una de ellas hizo que el alma de Zhao Feng se congelara.
Incluso el Rey de túnica azul de la Secta Montaña Dorada percibió algo, y su expresión cambió dramáticamente.
El corazón de Zhao Feng se estremeció. Era obvio que el perseguidor esta vez no era solo un Guardia de la Muerte normal.
*¡Shua!*
El Ojo Espiritual de Dios de Zhao Feng miró a lo lejos, y no pudo evitar inhalar aire frío por lo que vio.
Era como si todo el sol hubiera sido bloqueado por un aura gris de Muerte que parecía congelar todo el Yuan Qi del Cielo y la Tierra.
En su visión, los cuatro Guardias de la Muerte estaban alrededor de una silueta magnífica, rodeada de llamas oscuras como un dios del infierno.
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