Su sonrisa era un poco extraña, y Marvin sintió una profunda frialdad detrás de sí. Inmediatamente se dio la vuelta, sólo para ver una garra terrorífica derritiéndose lentamente del glaciar.
En la interminable y gélida oscuridad, se escuchaban el rumor del viento, sin embargo, Marvin sabía que no venían del viento. ¡Era el Monstruo de la Cripta respirando!
—¡Maldita sea!
Marvin miró a aquel hombre, molesto. El estallido de la Eterna Primavera Congelada estaba fuera de sus expectativas. De acuerdo a las circunstancias actuales, ¡el Monstruo de la Cripta debería estar durmiendo en el hielo! Si no fuera por ese hombre, Marvin y Jésica habrían atravesado fácilmente el territorio del Monstruo de la Cripta.
No debería poder despertar del hielo sin ayuda externa, no obstante, esa garra ya se había derretido del glaciar.
La velocidad de derretimiento del glaciar se había acelerado. El Monstruo de la Cripta podría despertar en cualquier momento.
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