Al ser un Dragón Menor, un Dragón de Rocío no era una amenaza tan grande en sí misma. Sin embargo, los presentes sabían que el que les causaba tantos problemas era definitivamente un poderoso Mago Leyendas. Probablemente, el Dragón de Rocío sería su mascota, y por la aparición de la avalancha, este terreno debía de haber sido completamente alterado.
La avalancha con la que se había encontrado el grupo de los cuatro la última vez no había sido en absoluto de la misma magnitud. Si no escapaban, a pesar de ser Leyendas, ¡seguirían enterrados para siempre bajo la nieve!
Los cuatro escaparon en pánico, dejando al descubierto su rastro. Marvin y el Paladín miraron coincidentemente hacia atrás al mismo tiempo con expresiones de desprecio. Era un grupo verdaderamente oportunista, que huía al ver que las cosas se ponían difíciles.
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