Sin hacerlo esperar, el guardia regresó y le dio la bienvenida a Zhang Yang al castillo.
—Por favor, sígueme. La Reina te recibirá ahora.
El guardia guio a Zhang Yang hasta el interior del castillo y a una exquisita biblioteca. Allí había dos guardias resguardando la entrada, ambos de élite y su nivel estaba indicado con tres signos de interrogación, lo cual quería decir que eran, al menos, 20 niveles superiores a Zhang Yang.
—Su alteza, el visitante de Lagguda está aquí—dijo el guardia con infinito respeto.
—Déjalo entrar —se oyó la voz de Shaenita desde dentro de la biblioteca.
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