11 Contrato masoquista

Habla bajito y un poco apenado.

— ¿Te follo?

—Si, Folla como nadie y tiene el pene gordo, grueso y venido.

Mordió su labio ligeramente sintiendo un cosquilleo en su entrepierna, el timbre sonó ambos corrieron clase entrando justo a tiempo.

Las clases pasaban, Jimin saco su almuerzo eran alguna clase de brochetas de pollo empanizado y delicioso arroz blanco con verduras al sartén y un jugo natural, el receso paso con tranquilidad hasta la salida de la universidad donde Jimin al salir observó al auto estacionado.

—Hola, bebé.

Sube.

—¿Quién es tu amigo?

—Él es Hoseok.

Yoongi lo observa penetrantes mente, causando cierto escalofrío en Hoseok.

—Sube, te llevaré a casa.

—No es necesario...

—No seas descortés, Hobby... Daddy está siendo amable.

Hoseok no tiene de otra más que subir al coche, Se sentía raro como si estuviera con alguien peligroso, algo estaba mal con el ¿pero ¿qué?

—Estudian en el mismo salón.

—eh, no... Soy de parapsicología...

Hablo un poco nervioso.

—¿De dónde conoces a Jimin?

—éramos compañeros de trabajo.

—Trabajas en el mismo lugar donde Jimin trabajaba... Quién lo diría... Ahora entiendo porque son amigos.

Hablo con seriedad, Hoseok sonrió ligeramente.

—Esa es mi casa.

Hoseok al bajar se despide de Jimin.

—Gracias por el aventón...

Hablo el chico y Yoongi asintió con la cabeza.

—estaré un rato en casa, más tarde tengo que hacer una sesión de tatuaje.

Hablo Yoongi.

—Está bien Daddy, sirve de que hago mis tareas mientras no está.

Al llegar a casa Jimin entra primero y después Yoongi, al entrar camino deteniéndose frente una fila de hojas en la mesa de centro de la sala.

—¿Qué es esto?

Susurró mientras lo toma en sus manos.

—Es el reglamento entre nosotros dos.

Jimin toma el reglamento.

—Puedes leerlo.

Jimin comienza a leer la regla número uno.

—Daddy puede follarte en cualquier lugar que se le pegue la gana, ya sea en el baño de un restaurante, calle, auto, probador de ropa etc....

Jimin observa un momento el papel, No sabía que decir, tenía miedo.

— ¿Estás de acuerdo?

—Si.

Susurró un poco apenado.

—Tranquilo Jimin, podemos eliminar 5 cosas que no te agraden, pero los castigos se quedan intactos.

Informó.

—mamaras el pene de Daddy cuando te lo ordene y en el lugar que sea... Por eso no hay problema, Daddy.

Susurra con timidez, Jamás había hecho esto.

—debes complacer a Daddy usando ropita provocativa.

El silencio invade el lugar.

— ¿Pasa algo?

—Yo... Tengo muy baja autoestima... Creo que eso debe salir de mí mismo y no ser una obligación.

Vaya, Jamás le había conocido a alguien que se atreviera a cuestionar sus propias reglas, supongo que para todo hay una primera vez, llevo su mano a su mejilla y lo observó.

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