1 Viajero de recuerdos.

"<>"= Pensamiento del personaje.

"—"= Dialogo o simplemente el personaje habla.

...

Volumen 1.

¡Falsa libertad!

Parte 1.

"Comienza el camino... La balanza vuelve al equilibrio"

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"El poder lo domina todo"

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1971 fue un año bestial...

Días que nadie jamás podrá olvidar. Un momento donde por las noticias volaba un reportaje de un extraño obelisco que crecía en lo profundo de la selva amazónica. Un descubrimiento que puso de cabeza todo lo que se conocía y por conocer.

Poco a poco... Las personas afectadas eran más y la información sobre estos cristales era reducida. Llegaron al punto, donde todos temieron lo peor...

Durante siglos y milenios, la humanidad vivía en una sociedad monárquica que al pasar del tiempo se unió a la democracia que hoy todos abalan y en la que todos confiaban.

Tiempos donde la humanidad logro grandes cosas y comenzaba su carrera al espacio... Tiempos donde lo m��s terrible que se llegó a escuchar, eran sobre países enemistados que nunca llegaron a atacarse directamente, más si se conocieron crises económicas y sociales por causa de estas divisiones.

Superando todas estas pequeñas escenas, la paz mundial se encaminaba a un modelo próspero y un futuro que no se veía para nada amenazado.

Pero se fue al carajo y las personas, los gobiernos, las políticas, la economía, las creencias y todo lo que antes se mantenía con esfuerzo, era derrumbado frente a los ojos llorosos de quienes dejaban sus casas arrancando de preciosos e increíbles cristales que brotaban desde la tierra.

Pueblos pequeños, grandes ciudades, empresas multimillonarias... todas abandonadas, porque no existía fuerza que le hiciera frente a los Elementos.

Ejércitos unidos vagando por cada rincón en búsqueda del peligro. No para combatirlo, solo para avisar sobre su existencia pues por primera vez en la historia de la humanidad... Las armas no servían.

La amenaza era total...

Vientos mecían las casas humildes hasta tirarlas. Los cielos se iluminaban del azulejo rayo que atormentaba a eso pobres niños abrazados de sus padres... Los cuales cargaban con una vida entera levantando techos y logrando formar un hogar...

Pero de nada les servía un techito que era agrietado por esa temible tierra que los tambalea sin parar durante largos años de incertidumbre.

Y a pesar de que en un año en específico logran ver la llegada de quienes serían los "salvadores". Todo termino en una "Falsa Libertad" que los condeno a entrar en estas incoloras y frías fortalezas.

¡Bien! Hoy tiene un techo que no se deja doblegar... Paredes que no se agrietaran, aunque las envista un enorme camión. Y las murallas no dejaran que las gotas de un Elemento tan poderoso, los sumerja hasta el cuello.

Las tempestades no harán nada frente a los edificios que siguen a un líder sobre toda esta tierra... Líder que pone su símbolo más alto que las mismas nubes para brillar y que todos lo contemplen con respeto.

Incluso los que vagan por el exterior en un asecho constante... Todas las noches deslumbran ese gran símbolo.

Es un estandarte que no acepta las derrotas y que está dispuesto a destruirlo todo para volver a empezar.

Hoy... Te invoco a leer las diferentes historias que tiene esta fortaleza.

Lugar que ha sido azotado por un sinfín de catástrofes y es considerada de las más importantes del mundo por su administración a cierto Elemento.

La ciudad desde el cielo, posee un gran centro que es muy iluminado y protegido.

Por otro lado, parecía tener muchas comunas diferentes que rodean este centro. Peculiarmente estas comunas son separadas por un terreno vacío donde en medio existe una reja o una gran muralla protegida.

En una de esas comunas nos centraremos y exploraremos a fondo.

Pero basta de descripciones que luego aprenderías...

...

-Sector Común E.

Como ya te lo dije en su momento...

La gran ciudad que estamos visualizando desde el cielo, funciona en bloques donde cada uno contiene su respectiva administración.

Varias comunas... Ocho para ser exactas que se encuentran como una circunferencia, rodeando ese centro de ciudad.

En la que hoy nos fijaremos, es por lejos la comuna más grande de todas.

También es diferente por algo especial y tiene que ver con sus viviendas...

Son resistentes, de eso no hay duda. Una estructura hecha para aguantar todo tipo de tempestad o catástrofes.

Mas esta particularidad divina deja de lado toda posibilidad de ser distinta. Y con esta descripción, toma sentido ser conocido como "El Sector más barato".

En otras palabras.

Gente con menores ingresos o que serían los justos para poder mantener la vida, vienen a parar a este lugar.

Es un sábado por la madrugada y en este Sector no existe eso de las fiestas... no más allá de una pequeña junta de amigos en una casa particular.

Es por eso que todo se mantiene tan silencioso en la villa que será nuestro centro de atención.

Se le apoda "Estrella".

Un lugar muy noble y humilde, ni siquiera se pueden ver vehículos en sus jardines... Solo bicicletas o en muy pocos casos una moto.

Esta casa... será el punto de partida para esta historia comprometida a un individuo.

Con luces apagadas y con sus ocupantes dormidos, la vivienda se constituye de tres habitaciones en el segundo piso, haciendo ver que es un matrimonio más sus dos hijos. Algo muy típico en esta sociedad.

Los padres, junto con su hija menor y el chico primogénito que hoy se robara el show.

Su nombre por la villa es conocido. Por el Sector se le escucho alguna vez como una historia muy alegre y que para muchos es todavía una esperanza en un mundo que se ve atormentado de varias maneras.

Sobre sus hombros carga este peso que muchas veces le incomoda.

Justo como en este momento.

En su habitación oscura debido a que mantiene las cortinas cerradas y la luz de la luna no puede entrar. Este chico parece algo preocupado.

Un sueño profundo que lo tiene muy inquieto, girando de un lado al otro. Con una polera blanca de mangas plomas y con un buso gris igualmente, se encuentra casi completamente destapado...

Y eso que el frio estremece los tejados.

Pero lo que sucede con él...

Es una pesadilla.

...

Junio 22/ 4:00 AM.

...

Sensación distinta...

Pestañas pesadas...

Un frio piso...

Lo obvio seria que, al abrir los ojos, este en mi cama como debiera ser, pero ese no fue el caso y al abrirlos, termine en un lugar totalmente distinto.

Es un sitio vacío y oscuro.

—¿¿Que??

Daba vueltas completas observando totalmente confundido...

—¿Dónde estoy? Está muy oscuro.... ¡No puedo ver nada!

Mis ojos eran inquietos y se movían con velocidad intentando buscar algo concreto. No es que me fuera algo muy impactante, pero si esta oscuridad me transmite inseguridad en todo momento.

Como si fuera observado...

Haciendo que tenga presión sobre los hombros, que no pueda quedarme tranquilo.

Lo único claro que podía ver, eran mis manos... Nada más.

— ¡¡Alex!!

—¿¿Eh??

—¡¡ALEX!!

—¡¿P-Papá?! ¿Dónde estás?

—Alex....

Giraba hacia distintas direcciones, porque el ruido era envolvente y realmente no lograba notar donde estaba su origen.

—¿¿Donde?? ¿¿De dónde viene??

—¡Aleeeeexx!

Los llamados eran únicos, pero generaban un eco que parecía rebotar desde todas partes haciendo que el ruido me rodeara a tal punto, que era desesperante.

Por más que girara, en ningún momento pude ver a alguien.

—Aaaaalex...

—¡¡Ah!!

El ultimo llamado me sorprendió completamente. Lo sentí como si susurrara justo en mi oreja, de una manera muy tranquila y sostenida. Era la voz de una niña...

Eso era otra cosa muy extraña...

Cada llamado era distinto a su manera, en un tono diferente y demostrando un sentimiento distinto.

—¡¿H-Hola?!

—¿Quién está ahí? ¡¡¿Qui��n está ahí?!!

No logre ver a nadie.

De igual manera comenzó a reinar un nuevo silencio.

<La primera fue Mia... estoy seguro ¡Era su voz! El grito fuerte fue de papá... solo él podría gritar de esa manera. Y los demás... No reconocí ninguna de sus voces>.

—¿Quiénes podrían ser? Y lo más importante... ¿Por qué todos me llamaban de esa forma?

—Papá y Mia me dejaron preocupado... Parecían tristes y desesperados.

No se sintió nada más y estando parado tampoco lograría nada.

Decidí avanzar.

Un caminar algo lento y en alerta... pero continuo.

Era desconcertante pues no se hacia dónde voy. ¿Estaré avanzando hacia algo? O ¿Me estaré alejando de algo? No lo sé...

Avanzo observando toda la "nada" para ver si en algún momento noto algo... Y si lo hice.

Me fije que no todo era solo tinieblas. Había algo ahí que se movía, como una "energía" negra.

No soy capaz de distinguir si avanza, pero si estaba cambiando sus formas.

Se mecía hacia arriba o abajo, para volverse más concentrada en algunos puntos y más imperceptible en otros.

No era mucho más y cuando me acerque, no podía tocarla.

—Supongo... que no es tan importante.

Solo continúe la marcha.

Pasos tranquilos acompañados de los típicos pestañeos que duran un segundo o menos en hacerse.

Pero ese segundo fue suficiente para cambiar todo mi entorno.

Luego de pestañear ya no estaba en ese oscuro lugar.

<Que cómodo>.

Ahora...

Estaba sentado en un cómodo y nostálgico sofá café, en lo que parece una sala bien iluminada y frente a mi había dos personas que comían.

Un solo vistazo fue suficiente para saber quiénes son.

Y eso no quita lo extraño que estoy viendo en estos momentos. Sin quitarles la vista, me pare rápidamente siendo escéptico de si esto es "real". Me acerque lento para saber si me veían...

<Esta... es mi casa. La sala de mi casa... Y esas dos personas son...>.

En aquella mesa ellos almorzaban.

Si bien la reconocí de inmediato y no fue tanto el asombro, era muy notorio que algo no estaba bien y cuando vi al otro, terminé de comprender que nada tiene sentido a la vez que lo tiene.

Por alguna razón estaba frente a mi madre y a un pequeño yo.

Un Alex pequeño.

Ninguno parecía notarme cuando me puse a aun lado de la mesa.

—¡¡¿M-Mamá?!!... ¡¡Luces tan joven!!

—Esto debe ser... hace unos diez años ¿No?

Estaba sorprendido.

<Este tiene que ser el pasado y por eso...>.

—¡Mamá es extremadamente linda!

—Esos rasgos y el cabello tan reluciente. Con una mirada mucho más juvenil y sus ojos tan enérgicos.

Admiraba su rostro más descansado y joven.

—¡Pareces de la realeza!

<Se nota que fue Mia quien saco sus rasgos>.

Alex era un poco envidioso...

—Y... ¿El chico de ahí soy yo? ¡No puedo creerlo!

Me fui acercando a aquel niño que comía con una gran sonrisa.

Parecía disfrutar mucho de ese plato, que además reafirma que soy yo de pequeño, pues es el pastel de papa de mamá. Una comida que simplemente la devoro.

<¡Eeeeh! Que alegre me veo>.

—¿Y bien, hijo?

—¿A-Ah?

Comenzaron una conversación.

Yo me quede a un costado del pequeño Alex como un mero espectador.

—¿Esta rico el pastel?

—S-Si. E-Esta muy rico.

Pese a responder algo simple, el parecía estar muy inquieto y desviaba la mirada.

Evitando el contacto directo.

De esto se dio cuenta mamá poniéndose seria.

Tocio para llamar la atención.

—¡Alex!

—¿S-Sí?

—¿Porque pareces tan nervioso?

—¿Y-Yo?

—¿Quién más podría ser?

Mamá no quita su mirada fija e intimidante. Hasta yo que solo observo termine inquieto.

—¡E-Es por una prueba! ¡U-Una prueba que voy a reprobar!

—¿Un examen? Por lo general no te pones tan ansioso con eso. Muchas veces me mostraste la nota mínima con una sonrisa inocente y tranquila.

—¡¿Eh?! B-Bueno... eso es... porque...

Parece que el Alex pequeño no pudo aguantar más.

—¡¡Mentí!! ¡Me hice daño mientras ayudaba en la obra!

Era un grito de desahogo y confesión.

<¿La obra? ¿De qué obra está hablando?>.

—¡¡¡Alex!!! ¡Un niño de tu edad no debería estar en ese lugar!

De un grito mamá hacía notar que estaba muy molesta, generando un pequeño salto en los dos.

<Mamá da miedo...>.

—Yo... quería ayudarlos, para conseguir un poco de madera y luego... E-Este... ¡¡Hacerle una casita a unos perritos que encontré!!

Termino por revelar.

—¿A unos perritos? ¿¿Dónde los encontraste?? No me digas que... ¿¿Estuviste en el exterior de las murallas??

El pequeño Alex no respondió.

—¡¡No puedes estar vagando fuera de los muros!!

La madre se enojó aún más. Pero parecía obvio que era un enojo en respuesta a la preocupación que le genero las cosas a las que el niño se arriesgaba.

—¡Es que ellos no tienen una casita! Los árboles no los cubrirán por completo... ¡Se van a mojar en la próxima tormenta!

—¿Que tanto te has alejado de las murallas?

—N-Nada... ellos estaban cerca de un árbol que esta frene a los muros.

—¡Aun así está mal! El gobierno nos prohíbe avanzar más allá de los muros ¿Qué ocurriría si te descubrieran? ¿Lo sabes verdad?

—¡No pasara! Lo hago a escondidas y además están escondidos entre los árboles. ¡Jamás los verán!

El hijo intentaba cambiar la opinión de su madre.

<¿De qué están hablando? ¿Un perro? ¿Ser descubiertos? ¿Ayudar en una obra?>.

Me paseo por los lados del pequeño yo...

—¿Querías hacerles una casita? Ni siquiera recuerdo haber visto un perro en mi vida.

Mamá también lo pensaba bastante.

Hasta que...

—Comprendo... Seguramente viste una camada de perros salvajes.

Aliviando finalmente la expresión y con un suspiro liberaba de cierta forma su enojo.

—Nunca lograre convencerte de que no deberías exponerte de esta forma para intentar ayudar a los demás. ¡¡Pero no hare la vista gorda, así como así!!

El niño comenzaba a expresar una gran sonrisa.

—Estar en el exterior de los muros ya es arriesgado y trabajar en las obras lo es aún más... Si vuelves a casa con un solo rasmillón ¡Escucha bien! ¡Con un solo rasmillo!

—¡¡Te prohibiré salir de la casa y estarás castigado de por vida!!

El pequeño Alex se asustó de las exigencias de su madre, pero entendía de que se trataba y luego de asimilarlo, entono una gran sonrisa.

—¡Gracias, mamá! Te prometo que me cuidare.

Mamá también le devolvió una cálida alegría que nace desde sus ojos amarillos que contrastan bastante con su cabello castaño.

<Creo... que no recordaba este momento>.

—No recordaba que salía de los muros. Según yo, nuca vi fuera de esas paredes.

—Mmm... ¿Y dónde estarán Mia y papá?

Con ello en la mente, me di unas vueltas por la planta baja de mi casa donde estaba el baño, un cuarto de cachureos y la sala que alberga esta conversación.

Yo solo logre asomarme por la puerta para entrar a esa sala y mire hacia arriba por las escaleras y luego vi hacia la entrada de la casa.

Sus zapatillas no estaban, por lo que ellos no están. Fue todo lo que alcance a mirar.

Nuevamente ocurrió.

Habrá sido cosa de los pestañeos o era porque estaba caminando.

Sea cual sea el motivo, ya no importaba.

<¿¿Eh??… ¿De nuevo estoy aquí?>.

—No quería irme... Haaaa...

Suspire.

Otro gran cambio que lo desapareció todo y sinceramente no fue una sorpresa. Solo estaba un poco desanimado por no poder seguir explorando ese recuerdo.

—¡¡Oh!! Espera. Espera un momento

—Esto no es igual...

Me quede pegado pensándolo.

—¿Esto ahora es un túnel? Creo...

En un principio con suerte podía ver un poco delante de mí, pero ahora por alguna razón distingo como si fuera un camino hacia delante y atrás, con un "techo" que se va encorvando al igual que un túnel de tren y con paredes que le dan esa apariencia en conjunto.

Todavía es difícil mirar a lo lejos, pero ya no es tan oscuro como al principio.

—Supongo que... Caminare en esa dirección.

Todo desapareció.

Ósea que tendré que pasar otro rato en este oscuro y solitario túnel.

—Pues vale... No me queda mucho más que hacer si aquí no hay nada.

Alex comenzaba a moverse con un gran silencio y soledad reinante...

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