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Capitulo 1: "Nuevo Mundo"

Tres años habían pasado desde aquel inexplicable fenómeno en el cual todos los seres humanos fueron tragados por aquella luz y despertaron en un mundo desconocido para ellos, tres años habían pasado desde la última vez que habían visto aquel cielo azul al que tanto estaban acostumbrados, aquel cielo azul que ahora añoraban. Tres años, esto fue todo lo que se necesito para que la humanidad fuera diezmada por todos los peligros de aquel mundo, dinero, fama, poder político, nada de eso importaba ahora, nada de eso hizo diferencia a los ojos de las criaturas y males que asolaban a los humanos en cada rincón, los líderes del anterior mundo ya no importaban, tu posición social ya no importaba, la muerte no hacía distinción alguna y la humanidad solo podía intentar sobrevivir a este nuevo mundo con todas sus fuerzas y lo habían logrado a duras penas. "No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, si no aquellos que más se adapten a los cambios", esa frase célebre se había hecho notar aún más en este mundo, los más fuertes, valientes y heroicos fueron los primeros en ser devorados por las bestias, los planes, estrategias y métodos de supervivencia de los más inteligentes fueron aplastados por la fuerza fuera de todo cálculo de los seres de este mundo, parecía que no había esperanza alguna para la humanidad, incluso cuando empezaron a descubrir que todos al llegar a este mundo obtuvieron algún tipo de "Poder", nada cambio, los poderes dignos de un héroe de muchos que parecían ser elegidos por los dioses no lograron hacer frente a las criaturas de este mundo, lo único que lograron fue ayudarles a no extinguirse, la unión de las personas, sus habilidades y sus nuevos "Poderes" lograron darle una pequeña oportunidad de sobrevivir a la humanidad, sin embargo todo lo que podían hacer era esconderse, refugiarse y protegerse uniendo todas sus fuerzas, así fue como un gran grupo logró por fin crear una "Ciudad" capaz de resistir, un lugar que era relativamente seguro y funcional, a esta ciudad se la decidió llamar "Babel", en honor a aquella ciudad bíblica que se relata llegó a ser una de las ciudades más prósperas hasta recibir el castigo divino, muy similar a lo que la humanidad vivió, pero llamarlo "Ciudad" era solo una etiqueta ya que apenas llegaba a ser un pueblo de no más de 200 personas que vivían refugiados por unas murallas que lograron edificar gracias al poder que uno de ellos recibió, eran muros de Roca sólida de más de 10m de altura y 6 de grosor, eso sumado a una posición en la cual pocas bestias circulaban y una constante vigilancia fueron las bases para que este puevlo fuera formado y lograra sobrevivir, sin embargo estaban lejos de poder relajarse ya que uno de los mayores problemas que tenían eran los alimentos, incluso si existían algunas especies de animales estos eran un enorme lujo ya que salir a cazar uno de estos podía significar un desastroso final ya que la sangre atraía a aquellas "Criaturas" que más parecían demonios, además de eso criarlos era imposible con lo poco fértil que eran las tierras, no podían darse el lujo de alimentar a los animales, por eso uno de los trabajos más importantes era el de recolectar plantas y hierbas comestibles, eso era lo que hacía David Garris, un joven de ahora 18 años que se encontraba caminado por la ruta del bosque a la cual ya se había acostumbrado, tenía el cabello de color negro y este aunque era corto estaba totalmente descuidado, media 1.76 y sus ojos eran del mismo color oscuro que su cabello, usaba una camiseta gris desgastada con un diseño apenas visible al frente y unos shorts negros igual o más desgastados aun, aquella vestimenta tan demacrada sin embargo era lo normal, no había muchas maneras de replicar la tela por lo que la ropa se reutilizaba e incluso se usaba la de los mismos fallecidos, sin embargo su apariencia y vestimenta eran lo último que le importaba, lo único que tenía en su mente en aquel momento era el encontrar algunas hierbas o frutos que pudiera usar para alimentarse ese día y si podía, recolectar más para poder tener algunas reservas para cuando llegara el peligroso invierno, afortunadamente era bastante fácil para el gracias a su poder, "Analisis", todo lo que veía y deseaba analizar era inmediatamente descifrado y toda la información detallada de aquello que veía pasaba directamente a su cerebro, gracias a eso podía decir con solo mirar si algo era comestible o no y justo en ese momento había hallado algo ya que una sonrisa apareció en su rostro mientras corría hacia uno de los árboles y se agachaba para recoger unos Hongos que crecían a los pies de este, mientras este se concentraba en recolectar la mayor cantidad de estos usando la parte delantera de su camiseta como bolsa, una voz femenina sonó detrás suyo.

–Te dije que no corrieras tan de repente, no debemos separarnos mucho.

La voz pertenecía a una chica de tez Blanca y cabellos castaños algo mas cuidados y algo más largos que los de David, esta vestía un vestido de cuerpo completo con los bordes demacrados y descosidos que dejaba expuestas sus largas piernas y por el mal estado de este exponían el escote que esta tenía lo cual por su busto de buen tamaño habría atraído muchas miradas en tiempos pasados. Esta chica era Emilia Collins, una amiga que David tenía desde antes de la "Catastrofe" y se habían re-encontrado, al parecer aunque era ligeramente aleatorio todos habían sido transportados dependiendo de su ubicación en el mundo, es decir, personas de la misma ciudad despertaban repartidas al azar pero en la misma zona. Esta chica además de ser una amiga cercana suya, tambien era la razón de lo despreocupado que David se encontraba a pesar de estar fuera de las murallas, esto era debido al poder que ella tenía, "Búsqueda", con el cual podía sentir la presencia de todas las personas, animales o criaturas a casi 200m a su alrededor.

–No te preocupes, no correre muy lejos. -David se levantaba con una media sonrisa y su camiseta llena de los hongos que había recolectado.

Emilia por su parte se había acercado a él sonriendo mientras traía entre sus manos algo similar a una canasta de madera, la cual estaba llena de diferentes plantas, hierbas y uno que otro fruto que habían recolectado a lo largo del día, ofreciendosela al chico para que colocara los hongos en esta, viendo esto David dejaba caer los hongos en la canasta para comenzar a caminar por el sendero que siempre tomaban, Emilia lo siguió y pronto ambos estaban caminando lado a lado, incluso si no decían nada parecían bastante tranquilos, la humanidad comenzaba a acostumbrarse a la nueva vida que aquel mundo les daba y ellos no eran la excepción. Aún así había destellos de melancolía en las personas, Emiliana era una de esas personas ya que se detuvo de repente para observar fijamente el cielo rojizo con una expresión que aunque era seria, parecía tener algo de tristeza, David noto esto y se detuvo para voltear a verla.

–Es increíble que ya hayan pasado tres años... -Emilia fue quien comenzó aquella charla.

Él por su parte también alzo su vista al cielo mientras parecía estar pensando en lo que su amiga había dicho y luego de algunos segundos contemplando aquel paisaje carmesí habló.

–Es verdad, ahora imaginar un cielo azul se siente como de otro mundo.

–Si... Me pregunto que tipo de cielo estarán viendo "ellos". -Los ojos de emilia reflejaban esta vez una profunda tristeza.

"Ellos", todas las personas que habían llegado a vivir hasta este punto tenían una historia llena de tragedias a sus espaldas, Emilia y David no eran la excepción, ella tuvo la fortuna de encontrarse con su familia poco después de despertar en este mundo, lo primero que hicieron fue juntarse con otros grupos buscando entender que había ocurrido y aún más importante, que hacer ahora, afortunadamente lograron vivir varias semanas sin encontrarse con ninguna de estas "Criaturas" e incluso habían empezado a formar un muy pequeño poblado al cual David se unió, llegó al pueblo junto a un pequeño grupo de "Supervivientes" de un terrible incidente que acabó con la mayor parte del grupo al que se había unido, la única razón por la que él y las otras dos personas a su lado se salvaron fue porque escaparon como cobardes, huyendo de los gritos de terror y dolor de sus compañeros que no tuvieron la suerte de escapar de aquellas bestias, sin embargo ¿A que costo sobrevivieron? El padre de David era un hombre realmente capaz que logró liderar a aquel grupo y mantenerlos en calma mientras buscaban donde refugiarse, en poco más de medio día estaban comenzando a prepararse e incluso tenían algunas armas rústicas que habían hecho a mano con piedras, madera y lianas del bosque, sin embargo cuando la noche cayó todo en lo que estaban trabajando fue totalmente destruido por esas cosas que parecían salir de la nada, su padre sin embargo se resistió hasta el final y junto a otros valientes intentaron resistir y proteger a las mujeres, niños y ancianos del grupo, mientras que David por su parte sólo corrió, corrió motivado por el miedo y el deseo de sobrevivir, podía sentir la mirada de su padre en su espalda ¿Que tipo de mirada le habría dado? Nunca lo sabría, nunca volvió a ver, nunca volvio atrás, solo siguió caminando sin rumbo sabiendo que había decepcionado a la persona que quizás más confiaba en él, sin embargo gracias a eso el pudo sobrevivir y llegar encontrarse con Emilia. Ella lo recibió con alegría pero pronto se dio cuenta en la vacía mirada de este el sufrimiento por el que había pasado, eran los ojos de alguien que ya no le importaba nada, había sobrevivido y llegado hasta Allí por pura obra del destino. Ella y su familia no dudaron en acogerlo y pronto se dieron cuenta de el grave estado en el que se encontraba, a pesar de que estaba en los huesos debido a que se había alimentado de hierbas que iba encontrando mientras caminaba, los primeros días apenas comía y aunque Emilia intentaba hablar con el en todo momento este ni siquiera alzaba su mirada hacia ella. Sin embargo los esfuerzos de esta chica no fueron en vano, la sincera alegría que ella tenía era el centro de su familia que consistía solo en sus padres y pronto esta felicidad y calidez empezaba a llegarle a David, quien poco a poco comenzó a hablar, luego de casi un mes al fin se había repuesto y ya era parte de la familia, conversaba con todos, reía con todos, si bien su alegría era solo una sombra de la que era antes, ya tenía alegría, pero para su desgracia este mundo no era un lugar tan amable, ya habían logrado vivir mucho tiempo en calma, un día en el que tanto él como Emilia vovlian de haber estado consiguiendo madera se encontraron con una escena impactante, el pueblo había sido atacado y reducido a una zona de destrozos, charcos de sangre en cada rincón del suelo y miembros de cuerpos humanos repartidos por todo el lugar, las frágiles "Casas" que habían construido a base de cortezas de tronco, hojas y lianas no habrían resistido nada y ahora se encontraban destrozadas y un grito escapó de Emilia quien tuvo la mala fortuna de encontrar a su familia allí, o lo que quedaba de ella, un montón de huesos y montones de carne se encontraban en la destrozada cabaña que ellos usaban, aquellos restos en algún momento eran cuerpos humanos, los cuerpos de sus padres.

–¿Quien sabe? Pero estoy seguro de que están viendo uno realmente hermoso. -David respondía con una sonrisa calmada a aquella pregunta.

Ante esa respuesta Emilia sonrio, ya no era la sonrisa que desprendía felicidad del pasado, pero luego de mucho tiempo había vuelto a sonreír, esa sonrisa que David se había esforzado por recuperar, que había prometido proteger y ahora era la razón que tenía para seguir adelante. Con aquellos sentimientos aún no expresados en su corazón extendio su mano hacia Emilia aún dedicandole aquella amable sonrisa.

–¿Vamos? Si tardamos demasiado empezará a oscurecer.

Viendo la mano de la persona que la había apoyado cuando cayó en desesperación y le había prometido nunca abandonarla, Emilia respondió a aquella sonrisa con la suya mientras tomaba la mano del chico y comenzaban a caminar de vuelta a aquella "Ciudad" que los había acogido. Luego de unos 15 minutos caminando ya no se encontraban demasiado lejos, seguían tomados de las manos en un cómodo silencio, aunque este silencio era por varias razones, David caminaba un poco más rápido y no dirigía su mirada hacia Emilia y esto era debido a que a pesar de que fue el quien extendió la mano, un leve rubor se mantenía en si rostro al estar avergonzado, Emilia notó esto desde hace bastante atrás pero le pareció divertido y algo tierno por lo que no dijo nada, sin embargo en ese preciso momento los ojos de la chica se abrieron con terror, repentinamente su poder había detectado una presencia a solo 70m de ellos ¿Como no lo había notado antes? A pesar de lo relajada que estaba siempre sentía si algo entraba en su rango de 200m pero esta vez no sintió nada hasta que esa "Cosa" estaba tan cerca, no tenía tiempo que perder y sin decir una sola palabra soltó la canasta que llevaba y jalo a David con ella dirigiéndose ambos a uno de los árboles desgastados el cual por su forma y una abertura en la parte baja de su tronco, formaba una especie de "Refugio" en el cual intentaba ocultarse desesperadamente. David por su parte fue jalado cayendo de rodillas a su lado y sintiendo como ella lo apegaba hacia si misma con fuerza, aquella escena despertó la imaginación del chico al sentir sus cuerpos apegados y como el pecho de Emilia se apretaba contra él, pero en cuanto vio la mirada de preocupación que esta daba entendido que algo andaba mal y segundos después lo escucho, un crujido continuo inundó el silencioso bosque a la vez que pisadas resonaban junto a este extraño sonido, una, dos, tres, cuatro, eran demasiados pasos y muy seguidos y pronto David quedó horrorizado por lo que veía aparecer a la distancia, una criatura gris y peluda cuya apariencia era muy similar a una Tarantula empezaba a asomarse desde el Horizonte, su enorme tamaño de 3m de alto y 9m de ancho con las patas extendidas era amenazante, pero sus 8 ojos negros que parecían enfocar en todas direcciones sumado a aquel crujido que iba aumentando a medida que se acercaba fue lo que heló ma sangre de David, su corazón latía apresuradamente mientras que esa silueta solo lograba un significado en la mente del chico, "Muerte", solo de verla a la distancia lo había dejado en shock y habría seguido así de no ser por Emilia quien lo jalo de nuevo hacia ella para ocultarlo y en ese momento pudo ver el rostro de ella, estaba serio y sudor corría por su rostro, sin embargo intentaba mantener la calma, gracias a esta imagen de la chica que se suponía queria proteger siendo la más calmada, logro volver en si un poco, apoyándose lo más que podía contra el arbol que les servía de escondite mientras intentaba tranquilizar su respiración.

La criatura había seguido caminando lentamente y aunque no la veía al estar ocultándose en el árbol, podía escuchar aquel crujido como si estuviera justo a su lado, ese preciso instante ambos contuvieron el aliento y taparon sus bocas con sus manos para evitar hacer el menor de los ruidos, se mantuvieron así incluso cuando el crujido comenzaba a escucharse cada vez más lejos hasta que al fin dejaron escapar todo el aliento que habían contenido cuando aquel crujido ya no se escuchaba, ambos respiraban agitadamente mientras sus corazones latian con fuerza, habían sobrevivido, Emilia podía sentir como la presencia de esa criatura se alejaba cada vez más hasta que salió del rango de los 200m y recién entonces soltó un profundo suspiro de alivio para levantarse y dirigirse hacia el canasto que ahora yacía en el suelo con su contenido tirado, comenzando a recoger este lentamente, al verla David se levantó también dispuesto a ayudarla pero se quedó congelado al ver como unas gruesas marcas redondas y profundas se habían marcado en el suelo justo detrás del árbol en el que se escondieron, eran las pisadas de esa bestia que pasó justo a sus lados, al ver esto una risa escapó de David, una risa rara, no era felicidad, ni alegría, simplemente le parecía divertido, en ese preciso instante habían estado a punto de morir.

Luego de aquel suceso al final terminaron recogiendo todo el contenido de la canasta y sin decir otra palabra se dirigieron a pasar algo apresurado hacia la "Ciudad" a la que iban, ambos querían correr pero sabían que correr podría llamar la atención de alguna de esas "Cosas". Pocos minutos pasaron cuando comenzaron a divisar una escena que les causaba un gran alivio, veían aquella gran muralla y la Pequeña entrada que tenía, era un hueco por donde apenas una persona adulta podría pasar, sin dudarlo un segundo ambos empezaron a correr y pronto se perdieron en el ingresaron a la oscuridad de esta entrada, la primera fue Emilia y detrás suyo Iba David, era como un mini túnel gracias al grosor que tenía la muralla por lo que la oscuridad les cegó algunos instantes pero en cuanto salieron y sus ojos se acostumbraron de vuelta a la luz divisaron aquella ciudad que lograba resistir y alzarse en aquel mundo hostil, "Babel".